EL PECULIAR CASO DEL RABINO SANTO

Hª de r. Imanuel Moyal en la comunidad del Amazonas.


 A finales del SXVIII y principios del S XIX, el sultanato de Marruecos se desestabiliza con una guerra civil por problemas de índole sucesoria. Esa guerra la ganó uno de los cuatro hermanos, el mulay Sulaymán. A este sultán no le gustaba que hubiera judíos cerca de la mezquita mayor de Tetuán, así que  ordenó a los judíos que vendieran a musulmanes todas las casas del melaj -la judería- y con el dinero obtenido compraran otras en lo que iba a ser el nuevo melaj.

Sinagoga de Manaos en 1920

Este es el origen de la migración de judíos marroquíes -principalmente tangerinos y tetuanís- a la Amazonia. Pero la mayor oleada migratoria se produjo a partir de 1880, con el descubrimiento del caucho para la obtención del látex, que genera un espectacular éxito económico, haciendo de la ciudad de  Manaos un centro de esplendor y modernidad. En Marruecos las cosas van tan mal desde la Conferencia de Algeciras, en 1906, que en poco tiempo se crearan los protectorados de Francia y España.

Los judíos que emigraron al Amazonas tuvieron con el comercio mucho éxito económico -había que abastecer de productos para la vida diaria a tanta gente como atrajo la fiebre del caucho. Asombrados de tan rápido enriquecimiento, muchos más judíos marroquíes cruzaron el Atlántico. Por aquel entonces era rabino mayor de Marruecos r. Rephael Ankaua, -el ángel Rafael- uno de los miembros más destacados de una  notable dinastía rabínica del sefardismo magrebí; y preocupado por el devenir de los judíos en la Amazonia, en 1907 Ankaua se entrevistó con el rabino Imanuel Muyal -su primo segundo- para encomendarle la misión de ir a cuidar de la vida espiritual de aquellos expatriados. Al año siguiente, Muyal comenzaba su aventura amazónica.

Shalom Imanuel Muyal, hijo del rabino Eliahu Muyal, Z´´l, era nieto de Abraham Amzalek. Se casó con Saada Daján y fueron padres de Saul, Jana y Rujama. (Esta última no fue a Manaos, sino que emigró a Francia)

Pero en la Amazonía le esperaba lo peor. Aunque no está certificado de forma oficial, parece ser que- por lo que contó una señora de la comunidad, Muyal empezó a presentar un color amarillento -ictericia- y tener el cuerpo hinchado, que son síntomas compatibles con la enfermedad llamada de la fiebre amarilla. El doce de marzo de 191o, (1º de adar II, 5670) falleció. Alav Ha´Shalóm.

Por aquel entonces la comunidad de Manaos no tenía cementerio, así que lo enterraron en el cementerio católico de San Juan Bautista. Su tumba fue rodeada por cuatro paredes que lo aislaban del resto. No sería sino hasta 1928 para que hubiera cementerio judío en Manaos.

Poco después del enterramiento, la tumba se convirtió en lugar de peregrinación, pero no de judíos, sino de católicos que creían en poderes milagrosos. Lo llamaban Santo judeu milagreiro de Manaus», y sobre su tumba empezaron a aparecer placas en las paredes de la tumba en las que se declaraba que el milagro -curaciones de enfermedades graves-  había sido realizado. Los judíos de Manaos tienen como costumbre visitar su tumba en Rosh Ha´Shaná y los días anteriores a Yom KIpur.  Por supuesto, el Rosh Jodesh de Adar la comunidad celebra su hilulá.

A principios de los años ´80 del siglo anterior, un sobrino suyo, Eli Muyal, diputado de la Kneset en la legislatura de Menajem Beguin, y vice-ministro de transportes en la de Y. Rabín-  quiso trasladar el cuerpo de su tío a Israel. La comunidad judía de Manaos, entonces presidida por Samuel Benchimol, y con el apoyo del dr. Isaac Dahan,  le respondió que eso no era posible porque causaría un gran malestar en la población local, una conmoción sin precedentes.