EL TANAJ DE HOLKHAM

 Transmisión textual de uno de los más preciados manuscritos de la tradición sefardí.


 El manuscrito MS 5070 de la famosa colección de Thomas Coke y Holkham Hall está considerado uno de los manuscritos hebreos más excepcionales de todos los que conocemos. Fue creado en Toledo en la segunda mitad del S XIII -la época de más esplendor para los hispano-hebreos toledanos.

  Consta de 264 folios y el texto es el de La Torá, en vitela -cuero de estómago de becerro nacido muerto, como manda la costumbre sefardí- con una disposición textual de tres columnas por página y veinticuatro líneas en caligrafía cuadrada sefardí típica de la Península Ibérica y con los signos diacríticos de la vocalización tiberiana (en hebreo, llamado nikud tiberiano : sistema  ideado por los masoretas de Tiberias para que el texto hebreo, en el que sólo se escriben fonemas  consonánticos aparezcan grafías que ayuden al lector con los sonidos vocálicos).

 También es un manuscrito famoso porque además presenta una cuidadosa forma de aparato crítico de la época, la Masora Parva y la Masora Magna (anotaciones explicativas de ciertos pasajes , lo que hoy serían una especie de notas a pie de página en una edición crítica de una obra. La masora parva -pequeña- se coloca en los márgenes laterales, mientras que la Masora magna -grande- ocupa la parte superior o inferior de los márgenes).  El texto tanájico es obra de una sola mano, mientras que las de las masoras lo son de dos.  Además, la tinta del texto y la de la puntualización vocálica no es la misma. Al finalizar cada uno de los Libros aparece una inscripción decorativa. El texto está dividido en perícopas (parashot, porciones de Lectura semanal).

 

 Según la catedrática en paleografía Judith Olszowy-Schlanger, de la Universidad de Oxford, especializada en ketubot karaítas, y presidente del departamento de estudios judíos y el estudio de manuscritos hebreos de la universidad oxoniense, el origen es prácticamente seguro que se creó en Toledo en el último cuarto del S XIII. El sofer stam, el escriba que realizó la obra se llamaba Israel Ha-Sofer Ben Isaac Ben Israel. Benjamin Kenicott, clérigo y gran estudioso de manuscritos hebreos que vivió entre 1718 y 1783, no dató esta obra como lo hace Olszowy-Schlanger, sino que lo dató en el S XIV. Giovanni Bernardo De Rossi, hebraísta de la Universidad de Parma que vivió a caballo entre los ss. XVIII y XIX fue quien en 1784  corrigió la datación. Es de señalar que la obra tiene grandes similitudes con otra conservada en el Seminario Judío de Nueva York, datada en Toledo en 1240. Lo que nos lleva a pensar, obviamente, que en el S XIII, en Toledo, había al menos un taller altamente experimentado en manuscritos hebreos en paralelo a la tan renombrada Escuela de Traductores en tiempos de Alfonso X El Sabio.

  El manuscrito fue encuadernado a principios del S XIX en Marruecos, con un cuero teñido de azul.

  Thomas Coke (1697-1759), que fue el primer conde de Leicester,  se construyó en Norfolk una mansión rural a la que llamó de Holkham Hall. Allí atesoraba su pasión bibliófila, compuesta por una impresionante colección. De este señor se subastó en Christie´s, en 1994, el que llegó a ser el más caro manuscrito jamás subastado hasta hoy: un manuscrito de Leonardo da Vinci de casi 31 millones de libras esterlinas. Entre las joyas filológicas que consiguió adquirir estaba el manuscrito del que hablamos.

  A finales del siglo XIX, el manuscrito fue prestado por Lord Leicester al profesor Christian D. Ginsburg, investigador de la masoras judías. Ginsburg, a la sazón un judío askenazí nacido en lo que hoy es Polonia,  lo describió como «uno de los códices sefardíes más espléndidos». Holkham Hall sigue siendo hoy por hoy  la colección privada  de manuscritos hebreos más grande  del Reino Unido.

  El manuscrito fue adquirido directamente de Holkham Hall en 2002 por The Schøyen Collection, del catedrático Martin  Schøyen.

  El manuscrito fue un encargo de Abraham ben Solomon ben Abudraham. En el colofón  -digamos la firma del autor de la caligrafía, se especifica que la obra fue copiada de otro manuscrito : ni más ni menos que el CODEX HILELI,hoy por desgracia perdido después de los avatares que sufrió.

  La semana pasada salió a subasta en Christie´s con un valor de salida de millón y medio de libras esterlinas.