ELI BEN AMOZEG

Biografía de un rabino dedicado a la imprenta de literatura hebrea y la redacción de exégesis judía.


 R. Abraham Koriat -tetuaní de nacimiento, e hijo de r. Yehudá* fue juez de la corte rabínica de Mogador, Marruecos; después ocupó el mismo cargo en Livorno, Italia. Fue padre de una muchacha a la que llamaron Clara. Esta chica se casó -o la casaron- con un rabino livornés, pero de origen en Fez, que tenía 71 años cuando los esponsales; r. Abraham ben Shemtov. De ese matrimonio nació, en  1822,  un hijo, al que llamaron Eliahu (Eli). Clara falleció cuando el niño tenía cuatro años y el huérfano fue tutelado por su tío paterno, r, Yehuda Koriat. De él recibió no sólo los cuidados familiares sino también toda la instrucción rabínica pertinente para la época. Y, al cumplir los 18 años, fue ungido como rabino. Será el rabino principal de Livorno durante cincuenta años.

Tehilim, edición de Livorno en su imprenta

Durante ese largo rabinato livornés compaginó sus labores sinagogales con la gestión de una imprenta dedicada a la publicación de literatura litúrgica de los hebreos de los sabios de  Aram Tsoba (Alepo), de Marruecos e incluso de Bagdad. Las producciones de esta imprenta eran de suma excelencia y estaban acreditadas por la fama de la sabiduría del editor. No sólo dominaba la literatura teológica de los hebreos, sino también la ciencia, la filosofía, la antropología, la arqueología,  la historia, la filología y la exégesis tanájica (un acerbo cultural que  era aún bastante inaudito entre los rabinos sefardíes, también contextualizados en el movimiento de emancipación cultural judío llamado La Haskalá, la Ilustración Hebrea). Un hombre moderno de su época que conocía fondo a Kant y a Hegel, por ejemplo, cmoo Ha´Rambám conocía a Aristóteles y a Platón.

 Además de su labor filológica, también se dedicó a la redacción de textos propios. El más famoso de todos  es «Israel y la Humanidad», que redactó en francés. Se trata de un análisis sobre el papel del Pueblo de Israel con el resto de naciones tal y como aparece en La Torá. En otras obras, como «Los senderos de la ética» se dedica a comparar y contraponer  las semejanzas y las diferencias entre la  ética judía y la ética cristiana. Según él, la primera se basa en la Gracia y la segunda en la Misericordia. Se imprimió por primera vez en 1867 y desde entonces se han ido sucediendo numerosas ediciones porque sigue siendo una obra de sumo interés para el estudioso de La Torá. Además los dos últimos capítulos de los doce que tiene están dedicados a analizar el sustrato judío del Islam.

Su lápida en el cementerio judío de Livorno

Su obra mas famosa fue «Em Ha´Mikrá», La Madre de los tiempos antiguos», que analiza los orígenes del judaísmo desde el punto de vista de lo que en su tiempo eran los últimos vestigios arqueológicos, los avances de la ciencia de la filología -entonces en plena ebullición académica- así como las novedades historiográficas de la época. Publicada por primera vez en 1862, en tan sólo un año salieron a la luz cinco ediciones y también suscitó polémica, sobre todo en los sabios de Arám Tsobá. De hecho, estos rabinos sirios promovieron una campaña en todo el Imperio Otomano para quemar todas las ediciones de La Torá en la que se incluyeran los comentarios de este autor que ellos denostaban. Los de Jerusalén no secundaron la propuesta pero no los difundieron y los de Esmirna estaban en contra de medidas tan poco edificantes para un pueblo que en muchas ocasiones fue víctima de la quema de libros, en especial de El Talmud.

 En hebreo escribió una Introducción a La Torá Oral (La Mishná) .

Falleció pocos días antes de la fiesta de Purim del año 1900. Alav Ha´Shalóm.