
Una estrella sefardí del Bronx a Las Vegas, galardonada con premios como el Gramy o el Emi.
Edith Gormezano fue a nacer en el Bronx de 1927 -cuando se cruzó por primera vez el Atlántico en avión, cuando la incipiente industria del cine puso sonido a las películas y cuando la Gran Manzana crecía hacia arriba sin cesar. Su madre, sefardí turca, se llamaba Fortuna, emigrada a Estados Unidos tras la Gran Guerra; su padre, judío siciliano, se llamaba Nissim Gormezano.
Al acabar la II Guerra, Edith trabajaba como traductora de español para Naciones Unidas, aunque su lengua madre era el ladino.
Pero en 1950, después de hacer coros en la orquesta de Glenn MIller, grabó un disco para la Metro Goldwin Mayer, con la Orquesta de Tommy Tucker y Brown. Dos años después, empezó a grabar sola. No obstante su gran oportunidad llegó el día que apareció en un show de la NBC, un late show donde llevaban a dos estrellas. Su partenaire era un cantante de The United States Army Band «Pershing’s Own» , Steve Lawrence. Se casaron poco después, el último día de 1957 en Las Vegas. Y juntos empezaron una carrera musical fructífera que sonaba así:
En 1967, cuando ya estaba considerada como una de las cuarenta indispensables, se le concedió un Gramy a la mejor voz femenina por su versión de «If He Walked Into My Life», del musical Mame, lo cual le servía para hacer numerosas apariciones televisivas en programas tan famosos como el Show de Carol Burnett.
No obstante , uno de sus discos más vendidos fue cantando en español con el Trío Los Panchos, con los cuales dado el éxito de su aterciopelada y potente voz la llevó a grabar con los clásicos del bolero otros tres discos más. De esta época es su mote «La Neoyorquina» (también hizo duetos con Armando Manzanero o Roberto Carlos, entre otros)
En 1995 fueron designados para el Hall of Fame como cantautores, pero aunque siguieron cantando el mundo ya no era lo que era antes. Volvieron a hacer giras y en el año 2006 incluso editó un blog, pero desde 2009 Eidy dejó de cantar. Murió el diez de agosto de 2013, en Las Vegas, con su marido y su hijo David Nissim . Tuvo otro que murió joven por un ataque al corazón. Su marido durante 55 años sigue cantando por ella, y presidiendo la fundación a la que dan nombre, que se creó en 1972 para sufragar la pediatría y la lucha contra el cáncer y el Alzheimer del prestigioso hospital Cedars Sinai.