Breve biografía de un sefardí de Amsterdam en La India a principios del S XVIII.
En 1662, las Provincias Unidas de los Países Bajos eran la mayor potencia económica de Europa : el 75% de los navíos europeos eran holandeses bajo el paraguas mercantil de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, en cuya formación fue notoria la inversión de acaudalados judíos de Amsterdam. Nació así la Bolsa de Valores de la Venecia del Norte. Los cuarteles generales de la CNIO se fijó en las islas Molucas, concretamente en la ciudad de Batavia, que hoy llamamos Yakarta, capital de Indonesia.
Isaac Sardo Abendana nació en Amsterdam ese año de 1662. Pero pronto se radicó en la enotnces reciente comunidad de Londres, donde su tío Yaakov Abendana era el líder espiritual de la primera sinagoga que hubo junto al Támesis. Además enseñaba hebreo en Cambridge. Pero el joven Isaac no se quedó mucho tiempo en la brumosa capital inglesa -recientemente destruida por un gran incendio.
Un año después de la fundación de la sinagoga de la calle de Bevis Marks, esto es, en 1702, Isaac zarpó rumbo a las Indias Orientales y acabó instalándose en la localidad de Pulicat, en el sur de la India, pero luego, junto a toda su parentela, pasó a la primera fortaleza británica en el Indico en tiempos de la Compañía de las Indias Orientales : el Fuerte de San Jorge, en Madrás. No era la única familia judía que allí vivía, pues podríamos decir que había ya formada una pequeña comunidad de sefardíes practicamente dirigida por Alvarez de Fonseca. Se dedicaban al comercio de piedras preciosas y corales.
Isaac era diestro en el corte y pulido de las gemas y los diamantes. Tal era así que se convirtió en el máximo experto en la materia y era consultado por todos los mercaderes de pedrerío. Su mayor contacto era el gobernador del fuerte de S. Jorge, Thomas Pitt. Dicen que Abendana fue responsable de la fortuna que este señor amasó, además de proporcionarle el diamante del Regente (hoy en el Museo de Louvre y tasado en 2015 en 48 millones de libras esterlinas. Tras pertenecer a Luis XIV de Francia, pasó al regente Felipe II, Duque de Orleans, y de ahí a lucirlo María Antonieta. Y hasta acabó en la empuñadura de la espada de Napoleón.
Abendana murió el 10 de mayo de 1709 y fue enterrado en el Fuerte de S. Jorge. Su tumba es una de las pocas tumbas judías que se preservaron, por lo menos, hasta 1960- Pero no está en el mismo fuerte sino en el cementerio nuevo de los judíos en la calle de la menta, en la localidad de Cheani, India. Se salvó eso sí, de la destrucción parcial de 1934 y las lápidas fueron trasladadas al parque central de Madras. En 1983, las lápidas se trasladaron a Lloyds Road, también en Madrás. La esposa, analfabeta, incuplió una cláusula del testamento al casarse en segundas nupcias con un misionero luterano de origen danés, un hecho que en aquel tiempo y lugar provocó un gran escándalo en la sociedad.
