Apunte biográfico de uno de los más conocidos miembros de la comunidad judía de Monastir.
Jaím Abravanel fue a nacer en Monastir el 25 de diciembre de 1896 en el seno de una familia donde ya había otros diez niños más. Pero eso no fue óbice para que pudiera tener estudios superiores y que en 1925 se doctorara en medicina en la Universidad de Praga; y después se especializó en medicina interna y cardiología en la Universidad de Viena. Su primer destino como médico fue, durante los años ´30, en la ciudad de Skopie, hoy capital de la República de Macedonia del Norte.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado en las filas del ejército de la extinta Yugoslavia, ejerciendo como médico en la región de Kosovo. No fue fácil enfrentarse a una epidemia de tifus que diezmaba los efectivos militares, pero consiguió curar a muchos, incluso a civiles, tanto musulmanes como cristianos. Unos de los que curó eran albaneses de la familia Rezinik. Cuando los nazis capturaron al batallón en el que servía Abravanel, el patriarca de esa familia, en agradecimiento por salvar la vida de su hijo, fue al campo de detención donde los habían confinado para liberarlo. No se sabe qué contó, pero sí que le hizo cambiarse de ropa, vistiéndole con el traje tradicional de los albaneses. A petición de una nieta de Abravanel, la familia Rezinik fue honrada como Justos entre las Naciones. Y de hecho, una nieta de aquel Rezinik, Leke, hoy dirige la asociación de amistad Kosovo-Israel, que lleva el nombre de Jaím Abravanel.
Liberado del campo en Kosovo, Abravanel regresó a Skopie, pero el 11 de marzo del 41 todos los judíos de esta ciudada fueron obligados a reunirse en el recinto de la famosa tabacalera Monopol. Jaím Abravanel no quería separarse de su familia, pero las autoridades consideraron que en tanto médico, le necesitaban en Kumanovo, a 10 kms con la frontera con Serbia; allí permanecería hasta 1945. Seis de sus diez hermanos, con todas sus familias, perecieron en el campo de concentración polaco de Treblinka. Sólo se salvaron tres sobrinos suyos.
Tras el gran trauma de la guerra y el nazismo, en 1946 Abravanel fue designado para dirigir el hospital público de Monastir -hoy llamada por su nombre eslavo, Bitola, y no por el que fuera su nombre otomano. Pero los judíos de allí siguen siendo de Monastir, no de Bitola. A no ser que seas uno de los doscientos judíos que viven allí a día de hoy. En 1946 había muy pocos judíos en la ciudad y llegó un momento en que los únicos que vivían como judíos eran él mismo y su esposa Berta. Los que habían sobrevivido al nazismo ya estaban en Israel, en distintas partes de Norteamérica, e incluso buscando a sus ancestros en Temuco, Chile, a donde habían emigrado a principios de siglo XX.
El hospital que dirigía Abravanel en Monastir había sido construido en 1949 y no es que se costruyera en el que había sido el antiguo barrio judío de la ciudad, sino que se construyó sobre las ruinas del bombardeo nazi que en 1944 había destruido la que fuera la más emblemática y grande sinagoga del lugar: el Kal de Aragón. No se sabe a ciencia cierta cuándo se había fundado esta sinagoga, pero sí que había sido con las primeras generaciones de sefardíes refugiadas en los territorios del Imperio Otomano. Algunos dicen que la sinagoga era de 1598.
El cementerio judío de Monastir funcionaba como tal desde 1497. El dr. Abravanel promovió con las autoridades la restauración del cementerio (pero sólo en los últimos años está siendo rescatado del abandono al que se le había condenado) Otra actividad también promovida por el Dr. Abravanel fue la de reunirse cada 11 de marzo, desde 1959, para honrrar la memoria de todos los judíos de Monastir asesinados en La Shoá.
Parte de los hijos del dr. Abravanel vivían en Skopie, con sus propias familias. El 26 de julio de 1963, un fuerte terremoto devastó la ciudad y causó miles de víctimas. El dr. Nisim Abravanel, su hijo, y la dra. Reni Levy, su hija, fueron parte del total de las víctimas mortales. La conmoción de perder a sus hijos tras haber perdido a sus hermanos -tres de ellos estaban en Estados Unidos- fue muy fuerte y significó un punto de inflexión absoluto para el matrimonio. Haciendo el terrible esfuerzo de separarse de su nieta, los Abravanel deciden abandonar el país y radicarse en Israel. Allí todavía se dedicará unos años a la medicina, pues no tienen ahorros y todo es muy caro. En 1981 falleció su esposa Berta, la última persona de su vida que vio morir. En 1984, a la edad de 87 años, falleció él.
En el año de 2018, en la ahora llamada Bitola, el nombre del Dr. Abravanel no se había olvidado. De hecho, las reuniones de descendientes de monstarils cad 11 de marzo, instituidas por su voluntad, se siguen realizando. Fue así como nació la idea de hacer algo para que su nombre perdurara y su persona recibiera el honor que merece. El hospital que dirigió desde su fundación, el hospital que se construyó sobre las mismísimas ruinas del bombardeo de la sinagoga del Kal Aragón, pasó a llamarse , desde 2019, Hospital del Dr. Jaím Abravanel.
Su nieta, Rajel Shelí, que también es doctora, y que no se fue a Israel cuando sus abuelos, fue la persona que tuvo el honor de inaugurar la ceremonia por el cual el viejo hospital cambiaba de nombre. HOy es una biblioteca. La ceremonia contó con la asistencia del entonces embajador de Israel en Macedonia del Norte, además del minsitro de salud del país y el propio alcalde de la ciudad, entre otras autoridades.