KADISH KLALI POR JUDÍOS EN CEMENTERIOS DE PAÍSES ÁRABES

Sobre el rezo global por las almas de los judíos enterrados en cementerios inaccesibles.


El S XX, rico en avatares históricos de toda índole para el Pueblo de Israel, tuvo también su incidencia en los judíos de rito sefardí, provocando una serie de movimientos migratorios -con sus causas y consecuencias- que deberíamos empezar a contar desde las primeras décadas del siglo, cuando en los Balcanes y la costa egea de Anatolia se desarrollan las llamadas Guerras Balcánicas contra el Imperio Otomano, que llevan a tanto sefardí a Eretz Israel, Francia, Inglaterra y diversos países de todas las Américas. Y atrás dejaron algo muy valioso que no podían llevarse consigo: sus muertos, enterrados en cementerios mayoritariamente antiquísimos que serían pasto del abandono y de las guerras destructoras, cuando no de las profanaciones bien sea por robo de lápidas, bien sea por la enfermedad mental del antisemitismo. Es el caso de los judíos de Irak, Yemen, Libia, desde los años´40 del s XX, en los que el 90 % de su población judía tuvo que verse -una vez más- en la dura labor de enfrentarse a una nueva diaspora. Diáspora sobre diáspora. Bajo el silencio testimonial hasta de otros judíos que no ayudaron a esos judíos, también hay que decirlo. Y eso que entre 1948 y 1951, hablamos de unos 260.000 judíos con sus maletas, sus esperanzas y las memorias de sus ancestros bajo la tierra y las lápidas que ya no podrían visitar, pues a excepción de Marruecos o Túnez, sería muy difícil e incluso peligroso atreverse a buscar cementerios judíos de ciertos países donde han sido destruidos. Hubo que esperar hasta el año de 2021 para que hubiera una ceremonia de recuerdo de estos eventos, que se celebró el 30 de noviembre en la Kneset. Se descubrió un memorial sufragado la  Jewish American Society for Historic Preservation, con el apoyo de la World Sephardi Federation, el ayuntamiento de Jerusalem  y la Jerusalem Foundation.

Pero más allá de las haciendas confiscadas, perdidas, sin compensaciones, está el importante hecho de la muerte, que es eje principal del judaísmo en tanto que el credo hebreo sostiene que hay un Juicio Final y todos los rezos por los difuntos ayudarán tanto al fallecido como al que le recuerda. Por eso, en 2018, antes de que se hiciera el primer día de recuerdo en el Parlamento de Israel, se creyó conveniente hacer un rezo global que inicialmente convocó a 19 sinagogas. Al año siguiente ya fueron 50. En 2020, 2000. Para ese rezo masivo el rabino sefardí del Reino Unido, Rabbi Joseph Dweck, escribió una oración.

Traducción de Sfarad.es:

“ D-os nuestro y D-os de nuestros ancestros, como está escrito por Ezequiel tu Profeta (21: 11-12):

“Y tú, Oh mortal, lanza gemidos, con corazón quebrantado. Lleno de amargura, gemirás ante sus ojos y si acaso te preguntaran por qué gimes, les contestarás que es por causa de una noticia a cuya llegada todos los corazones desfallecerán, desmayarán todos los brazos, todos los espíritus se amilanarán y todas las rodillas se irán al agua; ved que ya llega. Es cosa hecha.»

Y por nuestras iniquidades, A´ ha hecho lo que se propuso: ha llevado a cabo el decreto. Con el corazón roto hemos visto el asesinato de nuestros hermanos y hermanas, la quema de nuestras sinagogas y nuestros Rollos de La Torá a manos de nuestros vecinos árabes, entre los que vivíamos durante generaciones, nos hemos convertido en huérfanos, sin padre, nuestras madres están viudas, pero tú, A´, estás entronizado para siempre, tu trono perdura por los siglos de los siglos, llévanos de nuevo a ti, renueva nuestros días, señor de la misericordia que vive en las alturas, concede a nuestros hermanos y hermanas muertos y asesinados por crueles manos en tierras árabes,   el descanso bajo las alas divinas, entre los santos, puros y gloriosos que brillan como el cielo, los lugares de nuestras viviendas se convirtieron en hornos ardientes, nuestros amigos se tornaron enemigos, sea tu voluntad que sus almas se aten a la vida eterna y que descansen pacificamente y que se cumpla tu promesa de la llegada a Sión  de un redentor y que de Israel viniera la liberación, cuando A´restaure la fortuna de su pueblo, Yaakov se regocijará y diremos «Amén».