Notas sobre el porqué de la matanza de judíos toledanos a mitad del S XIV.
El S XIV es, en todo el continente europeo, un siglo de crisis, -de ruptura de equilibrio- desde muchos niveles de estudio, empezando por el climático, pues a causa de la pertinaz sequía se produjeron hambrunas, que generaban disturbios sociales e inestabilidades en las políticas de los reyes. Gran parte del campesinado se arruinó y no tuvo más remedio que sobrevivir recurriendo al préstamo de los judíos, que en Toledo, entonces, era de un 33% de interés. Muchos eran incapaces de saldar su deuda y recurrían infructuosamente a la justicia para que se la condonaran. En este contexto de crisis, en 1348 los comerciantes genoveses trajeron de Asia la peste negra, que se llevó por delante el 75% de la población europea; la elevada mortandad hizo menguar la mano de obra y, por tanto, también la producción.
De modo irracional, se culpó a los judíos de haber envenenado los pozos de agua, como si los mismos judíos no bebieran también de ellos y no sufrieran las consecuencias de la epidemia. De hecho, en archivos de la catedral de Toledo constan vacías muchas casas de la judería a partir de 1350, a la vez que hay un notorio incremento de lápidas en el cementerio hebreo, aludiendo a la peste como causa de la muerte. Estas lápidas sólo podían pagárselas las grandes familias, los Abulafia, los Ibn Soshan, los Benveniste, así que imaginamos cuántos morirían si poder permitirse una lápida.
Desde el 26 de marzo de 1350, reinaba sobre Castilla el rey Pedro I, hijo de Alfonso XI y María de Portugal. Pero Alfonso, en realidad, vivía su vida sentimental con Leonor de Guzmán, con la que vivió en concubinato durante 23 años y con quien concibió a diez bastardos. Uno de ellos, Enrique, pretenderá el trono de Castilla, lo cual conseguirá asesinando a su hermanastro en 1369. Comienza a reinar en ese momento la Casa de Trastámara, con el reinado de Enrique II EL Fratricida. Los judíos, durante la Guerra Civil de Castilla, siempre apoyaron a Pedro I.
Shmuel Ha´Leví (cuyos padres murieron por la peste) era el almojarife del reino castellano -ministro de economía y finanzas. Además, durante una década fue consejero real y favorito -algo así como primer ministro. Su poder era inmenso y siempre que pudo lo usó en favor de los judíos castellanos, ante la indignación de los cristianos más envidiosos. Shmuel Ha´Levy, mecenas de la gran sinagoga toledana, construida entre 1355 y 1357, mandó decorar el templo con motivos monárquicos de la corona castellana. Desde Alfonso X estaba prohibido construir sinagogas, pero Pedro I hizo una merced a la comunidad de Toledo por su lealtad …en la lucha por la recuperación de la ciudad, tomada por Enrique II. Los judíos habían impedido la entrada de las huestes de Enrique por el puente de San Martín. Así que entraron por el puente de Alcántara. Y con concurso de los musulmanes -dice la Cróncia de Pero de Ayala- el Trastámara arrasó la casa de Shmule Ha´Leví, donde se guardaban los dineros del reino, y de paso asoló la judería matando, según la Crónica, a 1200 judíos. (La cifra es inverosímil)
De todos modos es el principio del fin. Cuando en 1369, tras asesinar a su hermanastro, Enrique reine sobre Castilla, el Trastámara impondrá a la judería un impuesto de 20000 doblas para arruinarla. Además el rey perdonó gran parte de las deudas judiegas para agravar su existencia. No obstante, el monarca siguió poniendo judíos a cargo de las finanzas y otras cosas de la casa real.
Pero lo peor estaba por venir: el horror de la matanza y destrucción del verano de 1391.