LOPE DE VERA Y ALARCÓN: YEHUDÁ EL CREYENTE

Historia de un valiente converso al judaísmo en el s XVII


D. Lope de Vera y Alarcón nació en la villa de S. Clemente (Cuenca) -en lo que se llamaba La Mancha Alta. Su familia, en la que había tanto cristianos viejos como nuevos,  pertenecía a la nobleza menor (hidalgos, escuderos, infanzones, sin rentas) Su padre, también llamado Lope de Vera, viudo,  era el regidor de la villa. Tenía Lope otros dos hermanos, Pedro y Diego, y una hermana que se metió monja.

Para el curso de 1634, Lope se matriculó en la universidad de Salamanca, junto a su hermano Pedro, para estudiar Derecho Canónico y Letras Sacras. Dicen que allí, en 1639,  fue donde se convirtió al judaísmo, después de toda una infancia en la casa del padre profesando el cripto-judaísmo. Se presentó a ganar la cátedra de Letras Hebraicas, pero no la obtuvo.

Lope no tenía problemas en airear su judaísmo -en los peores momentos de la Inquisición- y denunciaba en público conceptos cristianísimos como la Trinidad; o explicaba cómo convertir una gallina en carne kasher. La Inquisición rápidamente dio cumplida cuenta de sus actividades judaizantes, pues Lope de Vera representaba para ellos una de las peores herejías posibles: la del cristiano que decide abrazar el judaísmo.

Lo apresaron en Valladolid y estuvo en calabozos durante cinco años, sometido a interrogatorios infames en los que, primero, negaba todo, hasta que las torturas y tormentos le llevaron a gritar con orgullo que sí, que era judío, que se había auto-circuncidado en la misma cárcel con un hueso de gallina y que su nombre era Yehudá El Creyente. Le condenaron a ser asesinado en la hoguera, en el auto de fe celebrado en la ciudad de Valladolid, el 25 de julio de 1644. Sus últimas palabras, en la pira inquisitorial, fueron «Viva La Ley de Moshé»

Auto de Fe en Valladolid Hulk, Abraham Jacobsz Biblioteca Digital de Castilla y León

Pedro, después del martirio de su hermano Lope, se convirtió al judaísmo, como consta en una carta que envió al rabinato de Venecia en 1672, declarando que el judaísmo era la única religión verdadera.

Antonio Enríquez Gómez, converso de Cuenca, en otoño de 1644 o algo más tarde, escribió su obra literaria más judaizante, el «Romance al martirio y felicísimo transito de Don Lope de Vera y Alarcón«. Tras huir a Francia, regresó a España con el nombre de Rodríguez de Zárate, y también murió en la hoguera.