LOS JUDÍOS DE CORFÚ

Breve reseña de una judería que fue prácticamente aniquilada en Auschwitz .


Antaño, para viajar a Oriente, la ruta tradicional era embarcar en Brindisi -donde está enterrado Virgilio- y atracar, en primer lugar, en el puerto de Corfú. BENJAMÍN DE TUDELA a finales del S XII, dejó constancia de que sólo había encontrado allí a un judío. Tres siglos después, esto es, acabada la Edad Media, la isla estaba bajo dominio de la república de Venecia. Los judíos que entonces empezaron a vivir en la isla, los expulsos de la Península Ibérica,  eran tantos que los confinaron en distintos guetos.

En 1869, el Tratado de Londres convirtió a las Islas Jónicas en parte del reino de Grecia. Pero el mundo cristiano de los griegos no olvidaba que los judíos, en la Guerra de Independencia (1821) se habían puesto del lado de los otomanos.Y además les iba bien económicamente. Para 1891 estalló el escándalo de un Libelo de Sangre: se acusó a los judíos del asesinato de una niña para hacer con su sangre matsot de Pesaj. Tras esto, muchas familias abandonaron la isla, como la del famoso escritor Albert Cohen, que se radicó en Marsella. Se quedaron 1800 familias.

Luego Corfú estuvo bajo dominio italiano, pero cuando los italianos se rindieron en 1943, Alemania invadió la isla, bombardeándola el 13 de septiembre del ´43. Destruyeron las sinagogas -sólo queda una- y el Talmud Torá. Al llegar la primavera de 194 todas las familias judías fueron detenidas el 9 de junio de – a punto de acabar la Segunda Guerra Mundial- y tras un angustioso viaje de nueve días  en tren llegaron a Auschwitz. Ese mismo nueve de junio zarpó del puerto de Heraklion, Creta, un barco lleno de prisioneros que fue hundido en mitad del Egeo por el bombardeo de un submarino británico. Se hundió una comunidad judía de más de 2500 años. De las 1600 personas que acabaron en Auschwitz, sólo 200 fueron seleccionadas para trabajos forzados. El resto entró directamente a las cámaras de gas. Muy pocos fueron los que consiguieron sobrevir a semejante atrocidad.

De las cuatro sinagogas que existían en Corfú, sólo queda una, la «Scuola Greca», construida en el siglo XVIII. Pintada de amarillo en el exterior, la sinagoga fue construida en estilo veneciano. Fuera de la sinagoga, una placa recuerda que el escritor Albert Cohen nació aquí y que muchas de sus obras están ambientadas en su isla natal. Una placa, colocada tardíamente en 2002, recoge también los nombres de todos los judíos de Corfú deportados por los nazis. Por desgracia, las autoridades no promueven suficientemente el patrimonio judío de la isla…

Desde 1930 solo se utiliza el cementerio ubicado en la colina de Avrami. Según testimonios, existió al menos hasta 1949. En la década de 1950, finalmente fue destruido y en su lugar se construyeron un hospital, un jardín de infancia y unas escuelas. No está claro exactamente cómo la Comunidad hizo su «concesión» al Municipio. Sin embargo, se pueden encontrar similitudes con la historia del cementerio judío de Tesalónica, dada la fuerte corriente antisemita que existía en ambas ciudades y el empeño de las autoridades por «helenizarlas» bajo el pretexto de su «higiene» y «pulcritud»; hecho respaldado por las pocas fuentes archivísticas existentes.

El número de judíos de Corfú en la actualidad es de 60 tan sólo.