LOS JUDÍOS DE KOS

La hoy isla griega de Kos también tuvo una comunidad sefardí que no debemos olvidar-


 Kos es una de las principales islas del archipiélago del Dodecaneso -las doce islas del Mar Egeo, muy cercanas a la costa de Asia Menor. Kos, patria chica de Hipócrates el médico,  está a tan sólo cuatro kms de la localidad turca de Budrum, la antigua Halicarnaso. En época bizantina ya había allí una comunidad judía romaniote que según Flavio Josefo databa del tiempo de la diáspora del Segundo Templo.  Los genoveses se la arrebataron a los venecianos y en 1306 se la vendieron a los Caballeros de la Orden de S. Juan del Hospital, asentados en Rodas cuando los expulsaron de Tierra Santa. Esta orden religioso-militar expulsó a los judíos romaniotes de la isla. En 1522 Solimán El Magnífico la tomó para el Imperio Otomano y es entonces cuando es repoblada con sefardíes. Para 1685 hay datos de una comunidad dependiente del rabino mayor de Rodas.

En 1747,  Eliezer Tarsia  corrió con los gastos de la construcción de una pequeña pero impresionante sinagoga. Luego vinieron los problemas derivados de la cruenta Guerra de Independencia de Grecia y las matanzas perpetradas por los otomanos.  En 1850, ya sólo 40 familias vivían en Kos, que se redujeron a 25 en 1872. Se dedicaban a la exportación de uvas y pasas, el comercio de objetos metálicos y, cómo no! el mundo de los textiles. Pero la comunidad mermaba de año en año: en 1901 ya sólo quedaban 10 familias. No obstante la comunidad creció  significativamente durante la guerra greco-turca (1918 -1922) cuando llegaron los refugiados de Asia Menor,  particularmente de Esmirna cuando el triste evento de la Gran Catástrofe: la expulsión de la recién nacida Turkía.

Desgraciadamente, el terrible terremoto de 1933 -y no nos estamos refiriendo a Hitler- destruyó la antigua sinagoga sefardí de la isla. Dos años más tarde se construyó otra en el mismo lugar, de estilo Art Dèco. Puesto que no hay judíos ya viviendo en la isla, el ayuntamiento la usa como centro cultural en el que organizar eventos. La comunidad desapareció cuando tras la rendición de los italianos, llegaron los alemanes:  el 22 de julio de 1944 110 judíos de Kos fueron embarcados, con los judíos de Rodas, para llegar al puerto del Pireo y desde allí, en tren, durante seis días, llegar a Auschwitz. Sólo un judío de Kos sobrevivió y, además, regresó a vivir en la isla.

Quedan dos cementerios: el viejo y el nuevo, uno al lado del otro, pero mantenidos de muy diferente manera. El antiguo está hecho un desastre, aunque en 2010 un grupo de voluntarios israelíes estuvio trabajando en su adecentación, aunque sin muchos medios. El último judío enterrado fue Mijael Mensahe, en 1995.

© Christian Hermann