
Parashá: רְאֵה, Reé , Mira. Deuteronomio 11:26–16:17. Haftará: Isaías 66:1-24 -23; Samuel I 20:18; Samuel I 20:42. Darshan: Morenu Verabenu, Ribí David Jananiá Pinto, shlita
“Indefectiblemente, diezmarás
todo el producto del grano
que rinda tu campo cada año”
(Devarim 14:22).
De aquí aprendemos la mitzvá que tiene cada persona de separar el diezmo del producto de su campo, separando las terumot y los maasrot. El cohén recibe la llamada terumá guedolá (‘gran diezmo’), que, de acuerdo con la ley de la Torá, no tiene una medida fija, pero los Sabios establecieron tres grados de donación: “buen ojo”, el que da una porción de cada cuarenta; “ojo mediano”, el que da una porción de cincuenta; y “ojo malo”, el que da una porción de sesenta (v. Mishná, Terumot 4:3).
Aparte de separar la terumá guedolá, hay que separar el maaser rishón (‘primer diezmo’), el cual se le da al leví y consiste en una décima parte de toda cosecha. El leví, por su parte, tiene también que separar la terumat maaser (‘donación de diezmo’) de lo que recibió, y dársela al cohén; así dice el versículo (Devarim 18:26):
“Y hablarás a los levitas y les dirás: «Cuando toméis de los Hijos de Israel el diezmo que os he dado de ellos como vuestra heredad, levantaréis de éste una ofrenda a Hashem, el diezmo del diezmo»”.
Y del noventa por ciento que quedó de la cosecha, el israel tiene que separar también el maaser shení (‘segundo diezmo’) [aparte del maaser aní (‘diezmo del pobre’), que se les da a los pobres]. Este maaser shení no se le entrega a nadie en particular, solo que la Torá prescribió que cada hombre de Israel debe tomar ese maaser shení y llevarlo consigo hasta Jerusalem, donde debe comerlo en cualquier lugar dentro de las murallas de Jerusalem, como dice el versículo (Devarim 14:23):
“Y comerásdelante de Hashem, tu Dios, en el lugar que [Él] escoja
para posar Su Nombre allí, el diezmo de tu grano, de tu
vino y de tu aceite, y las primicias de tus vacadas y de tus
rebaños, para que aprendas a temer a Hashem, tu Dios,
todos los días”.
El Midrash (Yalkut Shimoní, Reé 893) dice: “Si tenéis el mérito, al final, saldréis a sembrar vuestro campo. Si no, al final, el que salga al campo será atentado. ¿Por quién? Por Esav el Malvado. Es decir, si vais a separar los diezmos como lo establece la ley, entonces, el campo dará su cosecha con abundancia; pero si no seréis meticulosos en separar los diezmos, entonces, Esav será el que saldrá al campo para atentar contra vosotros y os castigará por lo que hayáis hecho en el campo”.
Al respecto, el Zera Shimshón objeta: ¿qué “medida por medida” es ésta de la que habló el Yalkut Shimoní de que si los Hijos de Israel no cumplieren con la mitzvá de la separación de diezmos como se debe, vendrá Esav el Malvado y atentará contra ellos? ¿Qué relación guarda una cosa con la otra? Lo comprensible sería que cuando los Hijos de Israel no cumplieran con la separación de los diezmos, el campo no produzca cosecha, lo que les insinuaría que deberían separar el diezmo. A esto se lo puede llamar uncastigo “medida por medida”. Y, además, sobre este mismo tema: ¿por qué la mitzvá de los maasrot depende de la tierra [de Israel] (v. Tratado de Kidushín 1:9; Tratado de Bejorot 53a), y no se practica en elexterior?
Para esclarecer esas objeciones que propuso el Zera Shimshón, pensé responder que Jazal dijeron (Yalkut Shimoní, Toledot 110; Bereshit Rabatí, ibíd. 25:22) que Yaakov Avinu y su hermano Esav, aun desde que estaban en el vientre de su madre, se repartieron los mundos. Esav tomó el mundo terrenal, porque a él le importa solo lo material y los deleites mundanales; mientras que Yaakov Avinu tomó para sí el Mundo Venidero, el cual es todo espiritual. Y, ciertamente, para merecer la vida en el Mundo Venidero, antes que nada, necesitamos cumplir con la Torá y las mitzvot en este mundo. No obstante, la mayoría de las mitzvot de la Torá están conectadas con este mundo terrenal, el cual le corresponde a Esav el malvado. Siendo así, ¿cómo puede una persona deleitarse del mundo que le corresponde a Esav?
Por ello, Hakadosh Baruj Hu les dio a los Hijos de Israel mitzvot como aquellas que Esav odió tanto. Y todo lo que los Hijos de Israel se deleitan del mundo terrenal no es en absoluto por el mérito de Esav, ya que Esav no tiene ninguna relación con las mitzvot conectadas con el mundo terrenal. Más bien, es por el mérito de la Torá y las mitzvot que cumplen en este mundo.
Ahora podemos entender muy bien que cuando los Hijos de Israel cumplen las mitzvot de separación de losmaasrot de la cosecha del campo, Esav no puede siquiera tocar a los Hijos de Israel por el hecho de que ellos toman de su porción (de Esav) y se deleitan de ella. Porque los Hijos de Israel cumplen las mitzvot del campo y Esav no tiene ninguna relación con esas mitzvot. Así, solo los Hijos de Israel tienen dominio de la Tierra Sagrada con el cumplimiento de las mitzvot que dependen de la tierra