PARASHAT HA´SHVÚA: «YITRÓ»

Parashá: Yitró , יִתְרוֹ‎, Jetró,  Exodo 18:1–20:23. Haftará: Isaías  6:1–7:6 and 9:5–6 .Darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita


“Yitró, sacerdote de Midián,
suegro de Moshé, escuchó.”
(Shemot 18:1)

El Profeta (Shemuel I 15) dice que los descendientes de Yitró —llamados “los hijos del Kení”— habitaban al lado de Amalek. Se podría objetar que es sabido lo que dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria (Tratado de Avot 1:7): “Aléjate de un mal vecino y no te apegues al malvado”. Entonces, ¿cómo pudo ser que Yitró fuera a habitar al lado de Amalek? ¡Si era sabido que Amalek fue el primero que tuvo el descaro de hacer guerra contraIsrael cuando Israel salió de Egipto!

La respuesta es que Hashem le había dicho a Moshé en el evento en el Monte Sinai que debía ordenarle al Pueblo de Israel que no se acercaran al Monte y ni siquiera tocaran su ladera. Moshé hizo tal como le dijo Hashem, y, a pesar de ello, Hashem le dijo: “Vuelve y ordénales que no se acerquen”. Moshé le respondió a Hashem: “Ya les dije”, pero Hashem le dijo: “De todas formas, vuelve y diles”. La explicación es que el Monte simboliza la Inclinación al Mal, como dijeron Jazal (Tratado de Sucá 52a), que en el futuro la Inclinación al Mal les parecerá a los Tzadikim como una montaña. De aquí, la Torá nos enseña que laInclinación al Mal tiene un gran poder; ella trata en todo momento de hacer tropezar a la persona de todas las formas posibles; y aun si no lo consigue, no desiste de seguir intentándolo hasta tener éxito en otro momento. Y esta guerra es la más grande de todas, pues se extiende a lo largo de toda la vida de la persona.

Los versículos “y subió al Monte” y “y bajó del Monte” nos enseñan que debido a que el poder de la Inclinaciónal Mal es tan grande, siempre hay subidas y bajadas en la vida de la persona. A veces, la Inclinación al Mal gana unas batallas, y otras, la victoria es de la persona. Por ello, Hashem le dijo a Moshé que, a pesar de que él ya les había ordenado al Pueblo de Israel que ni siquiera tocaran el Monte, de todas formas, debía volver a advertirles una vez más que no transgredieran la prohibición Según lo dicho, se puede responder también a la dificultad que expusimos al principio, de por qué Yitró habitó al lado de Amalek, pues, es sabido lo que dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria, y que citó Rashí en su explicación, al principio de esta parashá: “¿Qué ocasionó que Yitró se despertara y saliera al desierto para convertirse al judaísmo? Yitró había escuchado acerca de la partición del Mar Rojo y de la guerra que le opuso Amalek a Israel”. Esta explicación, en sí misma, es difícil, porque indudablemente, la partición delMar Rojo es un milagro gigantesco que rompe todas las barreras de la naturaleza, con el que se pudo ver la mano de Hashem; no cabe duda de que esto es suficiente para causar un despertar en la persona. Pero ¿cómo puede la guerra de Amalek causar ese mismo efecto en la persona? Más bien, Yitró vio hasta qué punto había descendido Amalek, al grado de estar tan corrupto que, mientras todos los demás pueblos tuvieron miedo de acercarse al Pueblo de Israel, él no lo tuvo. Entonces, Yitró comprendió hasta qué punto la Inclinación al Mal puede hacer caer a una persona. De aquí, Yitró aprendió el gran poder de la Inclinación al Mal, por loque la guerra de Amalek lo llevó a moverse y llevar a cabo una acción.

Por ello, a pesar de que es importante alejarse de un mal vecino, Yitró pensó que, en cuanto a él en este caso, precisamente, era preferible habitar cerca de Amalek, de modo que siempre tuviera la posibilidad de recordar el motivo que lo había llevado a llevar a cabo una acción, y ello lo reforzaría todos los días de su vida a vencer a la Inclinación al Mal. La persona debe saber que no es fácil tener el mérito de dedicarse a la Torá; ello se logra por medio de una fuerte y constante guerra contra la Inclinación al Mal. Este es el motivo a través del cual se puede comprender por qué, en efecto, Yitró tuvo el mérito de que toda la parashá llevara su nombre; y aprendemos que si la persona tuvo el mérito de ver algo que lo llevó a despertarse, tiene que hacerseasí misma un recordatorio que le haga rememorar aquel despertar, de modo que pueda continuar reforzándose contra la Inclinación al Mal.

Una de las artimañas de la Inclinación al Mal es la de destacar y embellecer los acontecimientos mundiales —lasvanidades de este mundo— con mucho brillo, a pesar de que, internamente, no es esa su realidad; a lo sumo, esos eventos solo lucen externamente agradables y atractivos. Eso provoca que la persona vaya en pos de ellos. No obstante, en lo que concierne a la Torá y a las mitzvot, la persona no ve tanta belleza; pero internamente ellas son indudablemente hermosas. Es aquí donde la persona tiene que probar el sabor de la Torá por sí misma para poder sentirla, como dice el versículo (Tehilim 34:9):

“Prueben y vean cuán bueno es Hashem”.

No basta con verlo, pues el deleite de la Torá no se puede reconocer por su apariencia, sino, más bien, la personatiene que venir y probar la Torá por sí misma. Entonces, sentirá el buen sabor que tienen la Torá y las mitzvot.