PARASHAT HA´SHAVÚA: «VA´YISHLAJ»

Parashá: וַיִּשְׁלַח , Va´Yishlaj, «Envió «. Génesis 32:4–36:43. Haftará sefardit:  Obadia 1:1–21. Darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita


“Les encomendó, diciendo: ‘Así
han de decirle a mi señor Esav:
«Así dijo tu siervo Yaakov: ‘Con
Laván viví y he permanecido
hasta ahora’»’.” (Bereshit 32:5)

Nuestros Sabios, de bendita memoria, estudiaron que Yaakov envió a que le contaran a Esav todo lo que le había sucedido, que había residido con Laván y que, a pesar de ello, había observado las 613 mitzvot. Y Yaakov destacó que debían decirle a Esav que había “obtenido toro y asno”; sobre esto, Rashí explica (Bereshit 25:34): “Siendo así, ¿qué le importaba a Esav las dificultades espirituales de Yaakov y las angustiasque lo habían atormentado y que, después de todo, había superado? ¿Y qué provecho vio Yaakov en relatarle todo eso a Esav?”.

Al contrario, al parecer, hubiera sido preferible que Yaakov cumpliera con la máxima de “es preferible no hacer nada”, pues, como vemos, la respuesta de Esav al respecto fue inmediata, ya que salió a su encuentro, dispuesto a guerrear contra él. Eso es lo que Esav había entendido del mensaje, que era una provocación, porque todo ello le recordaba que él era un pecador en comparación con la rectitud de su hermano Yaakov. Además, para agravar la provocación, Yaakov le relató que tenía mucho dinero, lo cual Esav codició. Aparentemente, fue Yaakov Avinu quien se provocó todo este mal a sí mismo.

Al profundizar, veremos que Yaakov quiso transmitir un mensaje, no solo a Esav, sino a todas las naciones del mundo –y cabe destacar que todas las naciones del mundo son consideradas como Laván y Esav–. Yaakov quiso transmitirles a todas las naciones que deben saber que la congregación de Israel siempre permanecerá íntegra ante la asimilación y no van a mezclarse con ellas; esto a pesar de que los Hijos de Israel vivieran en medio de ellas durante el largo exilio.

Para transmitir este mensaje, Yaakov Avinu le detalló con precisión a Esav todo por lo que él había pasado durante su estancia con Laván, y que, a pesar de ello, había permanecido íntegro en cuanto a la Torá y su cumplimiento. Y, además, le relató a Esav que había “obtenido toro y asno”, para insinuarle que no solo el Pueblo de Israel estará separado de las demás naciones, sino que incluso tendrá Sabios sobresalientes en Torá y en el cumplimiento de las mitzvot, como, por ejemplo, Yosef Hatzadik e Issajar.

Por otro lado, ese fue también un mensaje para el Pueblo de Israel mismo de que cuando salieran en exilio, no probaran el sabor del “descanso”. Además, para advertirles que cuando las demás naciones vieran que los Hijos de Israel estaban viviendo según la sagrada Torá, de inmediato, saldrían a guerrear en su contra. Eso fue lo que hizo Esav el Malvado, que salió con un campamento pesado de 400 guerreros a batallar contra Yaakov inmediatamente después de que escuchó que éste todavía observaba las 613 mitzvot, debido a su odio y sus celos por los Tzadikim que no se quieren asimilar entre las naciones. Así es con las naciones del mundo, ya que la Torá no está a su alcance —pues ella los obliga a vivir de forma elevada, superior a un simple animal— y no están dispuestos a soportarla. Hasta la fecha, las naciones tratan de seducir al Pueblo de Israel por medio del materialismo y todo tipo de deleites y vanidades mundanales con el fin de que se mezclen con ellas. Pero el mensaje es claro, el Pueblo de Israel observará su nivel elevado de “pueblo atesorado” y no le importa si se le oponen con fraudes, como lo hizo Laván, o con maldad, como lo hizo Esav. La advertencia es que, aun cuando las naciones del mundo salgan a guerrear en su contra con todo tipo de armas, o con artimañas astutas — bajo la imagen de la “cultura y educación” de los griegos—, el Pueblo de Israel permanecerá inamovible ante la maldad por el mérito de la Torá que porta en las manos.

El hombre debe aprender de Yosef Hatzadik cómo protegerse de la influencia de las naciones. Cuando toda la compañía de Esav llegó al encuentro de Yaakov, dice el versículo (Bereshit 33:7):

“Y luego se acercó Yosef, y Rajel,
y se prosternaron”,

sobre lo cual dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria, que Yosef se puso delante de su madre Rajel para ocultarla de la mirada de aquel malvado; y aprendemos de este hecho dos cosas: La primera es no hacer cálculos de cuánto pueda servir nuestro esfuerzo, pues, a pesar de la iniciativa de Yosef, Esav habría podido observar a Rajel de costado. Lo principal es que la persona tenga la intención correcta de hacer la voluntad de Hashem y proceder con todo lo que sus fuerzas le permiten en favor de dicha meta. La segunda cosa que debemos aprender es que él se preparó y previó qué era lo que podría representarles un tropiezo en el servicio a Hashem, y se puso de pie enfrente de su madre para cuidarla, antes de que llegara Esav el Malvado. Esto es también un mensaje para toda la congregación de Israel, para todas las generaciones, que deben estar preparados para proteger sus almas de cualquier peligro espiritual a lo largo de todo el exilio, permanecer firmes en el cuidado de sus almas —la cual es considerada como Rajel Imenu—, y ponerse de pie ante Esav el Malvado de modo que no moleste al alma sagrada