Historia del que probablemente sea el más conocido símbolo salmantino, la rana judía de la fachada de la Universidad de Salamanca.
Ahora que se celebran los fastos por los ochocientos años de la mayor universidad española -y la tercera en antigüedad en toda Europa- es buen momento para saltar hacia atrás y llegar a las orillas del río Tormes….
Es 1529 y nos encontramos ante la magnífica fachada plateresca de la Universidad, que acaba de ser construida, aunque la institución académica esté en pie desde 1218. La fachada plateresca fue ordenada construir por los Reyes Católicos, con profusión de símbolos y alegorías.
Entre todo lo que hay que ver, aparece una calavera, en referencia al infante D. Juan, hijo de los Reyes Católicos, muerto a los veinte años, y a la rana que se posa sobre el cráneo se la llamó Parrita, en referencia al nombre del Dr. Parra, Juan de la Parra, judío converso, posible familiar del secretario real, Alvárezde Toledo; era natural de Guadalupe, donde se había formado como «físico», se encargó infructuosamente de la salvación del infante. El infante d. Juan falleció el 4 de octubre de 1497, seis meses después de haberse casado. Iba de paso a los esponsales de su hermana , Doña Juana, que se casadaba con Felipe el Hermoso y le sobrevinieron unas fiebres que acabaron con su vida. Su hermano, que fallecería en 1502, daría paso a que heredera las coronas de Castilla y Aragón, doña Juana La Loca, también tratada por Juan de la Parra.
Sobre el origen hebreo del de la Parra, localidad extremeña, aunque él era toledano, no hay duda porque Francisco de Villalobos, también médico de la Corona y de origen judío él mismo, lo afirma en uno de sus escritos
Los alumnos de Salamanca (cuya facultad de matemáticas, y concretamente su Biblioteca, está levantada sobre la antigua sinagoga mayor) creían -o siguen creyendo- para disgusto de Unamuno, que si no encuentran la rana en esa fachada el día en que se matriculan nunca llegarán a obtener un doctorado.
Benjamín García-Hernández, catedrático de Filología Latina en la misma Universidad -ese Palacio de Anaya, donde está la Facultad de Filología actual!!!- ha escrito todo un trabajo de investigación sobre el batracio más famoso de España, sobre los portones de las Escuelas Mayores, temblando entre los pupitres del converso Fray Luis de León. Su título, ‘El desafío de la Rana de Salamanca: cuando la rana críe pelos’ , obra en la que es la misma rana en primera persona del singular, muy singular, quien narra su propia historia….UN tratado a caballo de la novela histórica y el opúsculo filosófico para narrarnos la secularización de la universidad en tiempos de los monarcas católicos, en cuyo escudo ya hay una rana. El libro se enmarca en la programación de una reunión científica internacional que pretende, como la propia publicación, acercarse a la visión del mundo desde la tradición humanística.