Considerado en todo el mundo y en todo tiempo como uno de los mayores intelectuales de la Edad de Oro del Judaísmo en Sfarad, su figura ha estado tergiversada, con datos erróneos y dada al olvido.
Es como si de sí mismo todo estuviera dicho en sus versos más conocidos :
-ליבי במזרח ואנוכי בסוף מערב, liví be´misraj ve´anojí be´sof maarav-
(…) mi corazón, en oriente y yo, al fin de occidente.
Este dualismo, polaridad, o como se quiera llamar, ya parte de que, para algunos, nació en Toledo y para otros nació en Tudela. RYh´al, acrónimo por el cual también es conocido en el mundo hebreo está ligado a ambas localidades, pero nacer – lo que se dice nacer- lo hizo en la aljama de Tudela, en el reino de Navarra, por la que pasaron celtas, celtíberos, romanos, visigodos, musulmanes y judíos. Hacia el año 1075, fecha admitida para el nacimiento de Yehuda Ha´Levy, Tudela era un reino de taifa independiente que acuñaba su propia moneda. Y su familia, de las más prominentes entre las hebreas del lugar, no sólo en riqueza material, sino también intelectual, tanto por el conocimiento de lo religioso como de lo profano. Así, pues, recibió esmerada educación de rabí Yaakob ben Alfasi, gran posek -estudioso de la halajá, formado en Argelia al final de la era rabínica de los Gaones -los genios- y a principio de los Rishoním – los primeros.
Aunque formado como rabino y médico -fisio, conocedor de los remedios y prevenciones de la medicina medieval- él destacaba por poeta y era codiciado invitado de banquetes que se carteaba asiduamente con eminencias de países lejanos. Uno de estos interlocutores era el granadino Moshé Ibn Ezra -otra joya de la Edad de Oro- quien a finales de S XI le invitó a sus aposentos en Granada y por quien conoció a los sabios de Sevilla. Pero la llegada cruenta de los almorávides hacen caer el reino zirí de Granada y es entonces cuando Yehuda Ha´Leví se refugia en Toledo para subsistir practicando la medicina.
En una carta a David de Narbona confiesa que la medicina no le gusta nada y que, además, la ejerce en un medio social escasamente agradable en estos términos:
(…) piensan que su dinero es el árbol de la vida y por eso tienen miedo de acercarse al árbol del conocimiento.
En Toledo frecuentó el trato con Yosef Ferrusiel , alias Cidelius (el señorito, o pequeño Cid, Saíd), nasí de la judería toledana y médico privado de su majestad Alfonso VI. Le dedicó panegíricos en algunas moaxajas – metros islámicos con jarcha final ya en romance (proto-castellano) que son las primeras muestras de lírica castellana. Cidelius acumuló poderes que incitaban a la envidia y el recelo y un sobrino suyo, Yosef, fue asesinado viniendo de una misión en el reino de Aragón. Entonces, el poema laudatorio que le tenía preparado para el recibimiento se convirtió en una endecha contra sus verdugos cristianos y prorrumpiendo en apasionado látigo verbal contra Edom (el pueblo que descendía de Esaú, el del plato de lentejas, defenestrado de la familia)
Vierta Dios lluvia de cólera sobre la gente cristiana,
sea asolada su raíz, y sus vástagos, cortados,
sobre su seno vengue El con esterilidades y viudez,
y derribe a sus multitudes a lo largo de los surcos de sus campos,
envíe una hoz que vendimie todos sus viñedos,
y en lagar pisotee toda su gente hasta el último rebusco,
apresure El el oráculo de sus videntes, convirtiendo en pez sus valles
y, a lo largo de sus tierras, con azufre cubra sus pimpollos.
Trad. MILLAS VALLICROSA, J.Mª
Acto seguido, abandonó Toledo y se instaló en Córdoba, donde escribirá una de sus mayores obras -de las más relevantes dentro del judaísmo medieval hispánico. El Kuzarí, un diálogo filosófico-teológico entre un rabino y un gentil – la dualidad- dividido en cinco partes para exponer las diferencias entre la sabiduría de los griegos vs. la sabiduría de los hebreos; tuvo una notable incidencia incluso en su propio tiempo, llegando hasta los ortodoxos de nuestros días. Una gran apología del judaísmo.
Después, decidió abandonar Sfarad y se embarcó -quizás en Sevilla- para cumplir un reiterado deseo que aflora en su poesía: retornar a Sión. Tras una tempestad, el barcó atracó en Alejandria, Egipto, donde fue recibido con los brazos abiertos por las más altas autoridades de la comunidad judía. Y si bien la dualidad de su nacimiento le hacía de Tudela o de Toledo, su muerte también está marcada por lo doble: mientras que la leyenda le hace morir asesinado por un árabe a las puertas de Jerusalén, la verdad es que todo apunta a que murió de muerte natural en Egipto. Lo de morir en Jerusalén dicen fue obra literaria de Guedalia ibn Yajía, en el S XVI, que escribía libros cabalísticos de no poco predicamento.
La dualidad que marca su vida, también subraya su obra. Verso y prosa. Verso sagrado y profano, con prosa filosófica y mística.
Por un lado, su poesía es sacra pero también profana: cultiva los himnos y los penitenciales, pero también cultivó la poesía hedonista, tan del gusto musulmán de la época. De entre la poesía religiosa destaca Kedushá, (santidad) , que se canta como rezo en la sinagoga en Yom Kipur. Pero ante este grupo, que es de inspiración tradicional , se levanta la producción no religiosa ni profana que le es propia, pues fue quien inventó este género: las Siónidas, cánticos de nostalgia diaspórica -generalmente en la estrofa lllamada Kasida- cuajados de hipervínculos bíblicos, en los que el sujeto lírico manifiesta melancolías por la lejanía de su sueño en Sión.
Mi corazón está en oriente, y yo, al final de occidente.-
¿cómo podría saborear mis manjares y cómo me regalarían?
¿Cómo cumpliría mis votos y propósitos, mientras
Sión esté en la coyunda de Edom y yo bajo el arábigo yugo?
Ciertamente leve a mis ojos será abandonar todo el bien de Sfarad,
como caro a mis ojos será contemplar las glebas del ruinoso Santuario.
Y aquí, la gran cantante Etti Ankri, que le dedicó todo un disco ; este tema en concreto set titula , Yafe Nof, Hermoso paisaje. (La foto principal de este post es la portada de este disco)
99. Hermosa Colina, alegría del mundo, ciudad del gran Rey,
¡por ti suspira mi alma desde los confines de Occidente!
Mis entrañas se conmueven cuando me acuerdo de antaño,
de tu Gloria que fue desterrada, y tu Templo destruido.
¡Ojalá pudiera volar sobre alas de águila
para regar con mis lágrimas tu polvo, mezclándolos!
Te busco aunque falte tu rey, y aunque en lugar de tu
bálsamo de Galaad hay ardientes serpientes y escorpiones.
¿Cómo no me conmoveré ante tus piedras y no las besaré, si es
a mi boca el sabor de tus terrones más grato que la miel?
104. ¡Yo te saludo, monte ‘Abarim!
¡Te saludo desde todos los confines!
En ti murió el más escogido de los hombres,
tú albergas la más selecta de las tumbas.
Si no le conoces, pregunta
al Mar de los Juncos que se hendió en dos partes,
pregunta a la zarza y pregúntale al monte
Sinaí, y te responderán estas palabras:
«El que fue fiel a la misión que le confió
el Señor, aunque no era un hombre de palabra fácil».
¡Si Dios me ayuda,
hago voto de ir a visitarte!
Bibliografía básica:
Jewish Encyclopedia, Richard Gottheil, Max Schloessinger, Isaac Broydé
Millas Vallicrosa, J. Mª, «poesía sagrada hebraicoespañola», Madrid, Escuela de Estudios Hebraicos, 1942
Antello Iglesias, A, «Judíos Españoles de la Edad de Oro», UNED y Fundación Amigos de Sefarad, Madrid, 1991