¿QUIÉNES ERAN LOS ESPINOSA?

Nota sobre lo que sabemos acerca de la familia de Baruj Espinosa.


 Espinosa es un apellido ibérico de origen toponímico (del griego «topos«= lugar y «onoma» = nombre) que hace referencia a la localidad hoy palentina de Espinosa de Cerrato y no a la burgalesa de Espinosa de los Monteros. El Cerrato es una comarca natural e histórica -una merindad, una tierra donde el rey designa a un merino a gobernar unas tierras, que en este caso fueron territorios de los orígenes del condado de Castilla. Según la investigadora del Archivo Nacional, Pilar León Tello, el asentamiento judío en esa zona -hoy palentina- data del reinado de Fernando I (1037-1065), como demuestra la lápida sepulcral del niño hebreo Samuel bar Saltiel el Nasí, esto es Samuel el hijo del presidente de la comunidad judía llamado Saltiel.

  Como bien sabemos, en 1492, el elemento hebreo de la población de la Corona Castellano-Aragonesa se vio obligado por edicto real a escoger entre la conversión al catolicismo o el destierro. La familia  Espinosa optó por refugiarse en la capital del Reino de Portugal, creyendo que allí estarían a salvo de presiones y  persecuciones. Y allí nació, en fecha indeterminada,  Fernando Espinosa, que  tuvo dos hijos, Isaac y Abraham. El primero, nacido en Lisboa hacia 1542, rico comerciante que de nombre cripto-judío adoptó el de Pero Roiz. El segundo, el de Manuel Roiz (esto es, Manuel Rodriguez, «hijo de Rodrigo»). Pero éste ya no nació en Lisboa, sino en la localidad de Vidigueira, en el Bajo Alentejo. Este cambio de residencia de los Espinosa hay que entenderlo desde el punto de vista de la coyuntura política contra los judíos.

  El acoso inquisitorial se hizo tan insoportable que, al igual que tantos otros judíos del momento, los Espinosa deciden abandonar Portugal. Los Espinosa decidieron radicarse en Nantes, al sur de la Bretaña francesa, donde se habían refugiado numerosos judíos sefardíes por gracia de Enrique IV de Navarra y luego de Francia. Pero la población nantesa temía por el monopolio del comercio con España y no dudaba en manifestar animadversión hacia los judíos. El 7 de diciembre de 1603 se decretó su expulsión. («Les Juifs de Nantes et du pays nantais»,  Léon Brunschwicg, Revue des études juives, 1888).

  Los Espinosa deciden entonces seguir rumbo al norte y se radican en la entonces emergente comunidad de Rotterdam, que por aquel entonces se encontraba inmersa en la Guerra de los Ochenta años, ya que las Diecisiete Provincias de los Países Bajos luchan por la independencia del Imperio de Felipe II.

  Abraham Espinosa tuvo, que sepamos, sólo una hija, a la que llamaron Raquel. Isaac, por su parte, con su esposa Mor Alvarez  -nacida en Vidigueira- fue padre de Mijael, Abraham y Manuel. Mijael, que había salido de Portugal siendo un niño de corta edad, se casó en Amsterdam con su prima Raquel. Pero ella falleció en 1627 y Mijael volvió a casarse con Jana Debora bat Enrique Garcés, judío originario de Porto. Mijael y Jana el 24 de noviembre de 1632 fueron padres de un niño al que llamaron Benedictus -en hebreo, Barúj- que será con el tiempo el polémico Baruj Spinoza. Jana también dio a luz a otros dos hijos, Gabriel y Miriam; pero ella, la madre, falleció muy joven, con unos 32 años, y Mijael volvió a casarse -por tercera vez- con Esther, que le dio una hija: Rivka (Rebeca). Todos ellos vivían en el barrio de Vlooienburg, que era en el que se habían radicado la inmensa mayoría de sefardíes. Según registros fiacales los Spinoza vivían concretamente en la esquina del Houtgracht y Leprozengracht. La casa ya no existe.  Mijael, siguiendo la tradición familiar, se dedicó al comercio de importación de frutas tropicales y otros ultramarinos que provenían, vía la Compañía Neerlandesa de las Indias orientales y occidentales, tanto de Recife, Pernambuco, como de lo que hoy es Yakarta, en Indonesia.

Archivos del cementerio judío de Amsterdam

 Mijael Espinosa murió en Amsterdam el diez de  Nisan del año 5414 (marzo de 1654, unos días antes de empezar la fiesta de Pésaj, a  los 65 años; fue enterrado en el cementerio judío de Ouderkerk aan de Amstel, como sus esposas. Su hijo Baruj en ese momento tiene 22 años y es a partir de entonces cuando hace públicas sus controvertidas posturas acerca del judaísmo. Como sabemos, la comunidad judía de Amsterdam bajo el rabinato de r. Menashe Ben Israel, le acabará aplicando una ley talmúdica -el jerem- por la cual queda expulsado de la comunidad a no ser que se arrepienta públicamente de su error. Y jamás se arrepintió, por lo cual ese jérem sigue aún vigente y así va a seguir estando, pues el fallecido obviamente no se puede arrepentir ya.

Miriam, la hermana de Baruj, había nacido en 1629 y en el verano de 1650 se casó con Samuel de Cáceres, que en tanto que «sofer», calígrafo hebreo y notario, tuvo el privilegio de escribir y leer el eulogio por la muerte del gran rabino Saúl Mortera. También fue bibliotecario de Ets Jaím, hoy llamada Biblioteca Montesinos, y traductor al español de la llamada Biblia de Ferrara, escrita en ladino y comandada por Doña Gracia Nasi. Su esposa Miriam falleció y, en virtud de la ley del levirato, Samuel se casó con su cuñada, Rebeca, medio hermana de Miriam.

Lápida de la tumba de Jana de Spinoza. En foto principal, la de su esposo Mijael, más reciente pero más deteriorada.

Al morir su padre, Mijael, Rebeca luchó por la herencia familiar. Solicitó permiso para que un funcionario realizara un inventario de los bienes, pero en la herencia resultó que había deudas. No por morosidad en los pagos, sino por cuentas pendientes del comercio internacional que manejaba Mijael, como por ejemplo pudieran ser el coste de los fletes, impuestos a pagar en tres meses, etc. Van der Spijck fue la persona elegida para ello y fue quien adelantó el dinero para saldar lo que Mijael debía antes de morir. Spijck sospechaba que Rebeca y su hermano Daniel, a pesar de las promesas, no le pagarían aquel adelanto. Acabaron en los juzgados y Rebeca acabó por rechazar la herencia. Spijck sacó a subasta los bienes en cuestión para recuperar el dinero que había pagado. Sobró una cantidad y el notario fue a llevárselo a Rebeca, como correspondía, pero ésta al ver tan poca cantidad decidió que ni aquello quería. De hecho estaba tan harta de todo -señalada por la comunidad como la hermana del hereje- que abandonó Holanda y murió el 25 de enero de 1695 en Curaçao, las Antillas Holandesas, donde en 1660 había fallecido su esposo, Samuel de Cáceres. Así que el linaje de los Spinoza, a través de los hijos de Samuel y Rebeca, se establece en la isla caribeña.