R. AZRÍA FIGO

Nota biográfica de un rabino italiano del S XVII entre Pisa y Venecia.


En el Primero de Adar del año 1579, en el gueto de Venecia -el primero del mundo- r. Efraím fue padre de un niño al que llamaron Azarías, por lo que la criatura, llegado a la edad de Bar Mitsvá, leyó la parashá de Trumá para entrar a contar como varón en el quorum de  diez judíos necesarios para que el rezo se efectivo.

El firmaba Figo.

Sobre el apellido de la familia existen varias formas, unas más italianizadas que otras, pero nosotros conservamos la más cercana al origen y que es la que usaron también descendientes suyos en Esmirna: Figo, que quiere decir «higo», uno de los frutos sagrados de la Tierra de Israel. Pero también aparece como Piggio.

Su destino era la medicina, y en realidad empezó a curar estudios  en la universidad veneciana. Pero los abandonó cuando descubrió EL Talmud, que conoció como alumno en la yeshivá de Abraham Abohav. una vez fue ordenado rabino, pasó a ejercer su rabinato en la localidad de Pisa, donde liderará a su comunidad judía durante 20 años. Durante ese tiempo se dedicó, además, a la redacción de obras, complicadas porque el papa había mandado quemar todos los libros de El Talmud y carecía de biblioteca para tomar referencias. Pasados esos veinte años en Pisa, regresó a Venecia.

En la ciudad de los canales, conocida por su amplia y profunda afición a la imprenta, se editaron su drashot (sermones sobre la parashat ha´shavúa) con el título de Biná Le´Etim, La comprensión del tiempo. También salió a la luz una antología de sus Responsa, pero esta obra, por desgracia, está perdida por el momento.

También fue sofer stam, escriba de textos sagrados, oficio que sólo se permite a personas de una kashrut sobresaliente. Uno de los Muchos Sifrei Torá que caligrafió con esmero y pulcritud aún se conserva en la sinagoga principal de Gibraltar. De ese Rollo de La Torá habla Ha´Jida como que era conocido por su extremada perfección-

Se reunió con sus padres en el rosh Jodesh de Adar Alef del año 1547, en la ciudad de Rovido, en la región del Veneto, a donde había ido a poner orden sobre una polémica acerca del uso de la mikve. Por eso fue enterrado en esa localidad.  Tuvo dos hijos, también rabinos, a los que tuvo la desgracia de ver morir.

Descendientes de esta familia en algún momento -probablemente a fines del S XVII- pasaron a vivir en Esmirna, cuando esta localidad se convirtió en un importante puerto del Mediterráneo Oriental. Su más famoso miembro fue Mordejai Figo, nacido el 14 de julio de 1916, miembro de la asociación sionista Brit Ha´Jashmonaím, por lo cual adquirió una conciencia profunda por el retorno de los judíos a Israel y en 1935 abandonó Turquía para radicarse en Jerusalén y luchar en una de las milicias que combatieron a los británicos por su negativa a que los judíos llegaran a Israel. Su estadía en Israel le hacía ser «ilegal». Acabó siendo el director de la Agencia Judía tras una misión en Montevideo, Uruguay.