R. SHAUL MATLOUB-ABADI

Apunte biográfico en memoria de un rabino indispensable para el desarrollo del sefardismo norteamericano.


Arám Tsobá, que es como los judíos de Alepo llaman a su ciudad, es una de las juderías no sólo más antiguas del mundo, sino que en su continuidad en el tiempo ha legado al desarrollo del judaísmo infinidad de grandes nombres ineludibles para la comprensión del sefardismo (que va más allá de la superficialidad de las recetas de cocina o las cantigas con aires como medievales , pervertidas con pianos y demás incongruencias. El sefardismo no es el folclore sino el rabanismo sefardí)

Uno de esos nombres, surgido a finales del S XIX, cuando el Imperio Otomano está inmerso en su urgente proyecto de modernización -La Tanzimat- es el nombre del rabiono Matloub Abadi. Ni que decir tiene que esta autoridad dominaba desde la infancia los fundamentos de La Torá y El Talmud, convirtiéndose en un «ilui», un alumno elevado (de laalot, ascender)

 A la edad de 20 años, que enotnces no eran los veinte de ahora,  Matloun Abadi abandonó Arám Tosobá por razones de imperante sionismo y emigró a Eretz Israel, donde tuvo ocasión de  continuar  sus estudios superiores. Era un amigo cercano y colega del rabino Ezra Attieh, Z»L, quien más tarde se convirtió en el fundador y Rosh Yeshiá de Porat Yosef, el buque insignia de la Yeshivah Sefaradi en Israel y en todo el mundo. En ese momento, también conoció y se casó con  Esther Nahoum, hija de Ezra Nahoum,  judío de Bujaria (siempre  dispuestos a la confraternización con los sefardíes)

A principios del siglo XX, sin que sepamos por qué,  el rabino Abadi emigró a los Estados Unidos y comenzó allí  a formar la vida espiritual de su comunidad. Nada más llegar,  comenzó a enseñar en  el Talmud Torá de  Bensonhurst, Brooklyn, N.Y.  y finalmente se convirtió en su director. Su extremo conocimeinto de La  Torá, como una jarra de agua fresca, se vertió en los vasos de muchos de los jóvenes neoyorquinos a los  que  ayudó a encaminarse hacia un estilo de vida religioso y tradicional, a salvo de bandas callejeras y delincuencia en potencia. Hoy, muchos abuelos dicen que están vivos por haberse encontrado en su juventud con él.

El rabino Abadi nunca aceptó ningún título rabínico oficial o asignación de púlpito en la comunidad. Muchos grandes nombres del judaísmo rabínico huyen de la sola idea de obtener dinero de La Torá. Su enfoque y objetivo principal siempre fue el mismo: enseñar Torá y educar a la comunidad. Solía ​​decir que está encadenado con el Talmud, el Rambam, el Shulján Aruj y las máximas autoridades sefardíes y nunca puede desviarse de sus decisiones.

Magen

En Magen David de Bensonhurst,  en la década de 1930, comenzó su famosa clase vespertina de Shabat con laicos prominentes y eruditos de la comunidad. Esta clase creció y continuó cuando la comunidad se mudó a Shaarei Zion. Durante cuarenta años,  Rabí Abadi tuvo un grupo leal de estudiantes que aprendieron de él y siguieron sus caminos. Todos estos hombres prominentes se convirtieron en fundadores y líderes de todas las instituciones comunitarias importantes de Nueva York (sefardi) , incluidas las sinagogas, el Talmud Torá, las yeshivot, etc. El rabino los guió y los ayudó entre bastidores en todas las decisiones importantes en la construcción de estas instituciones. Muchos de estos hombres siguen activos en proyectos comunitarios hasta el día de hoy.

Hacia el final de su vida, el rabino Abadi escribió «Magen Baadi»,  te temática halájica. . En 1970, a la avanzada edad de 83 años,  se reunió con sus padres  en Brooklyn. Su funeral se llevó a cabo en la copngregación de Magen David y en él  hubo elogios de rabinos prominentes, así como de  líderes laicos de la comunidad.. Fue enterrado, no obstante,  en Israel,  en el cementerio de Har Hamenuhot, el Monte de los Reposos.  Hasta el día de hoy, los libros y los escritos personales se  guardan de forma segura en una «Biblioteca del rabino Matloub Abadi» .

Que su memoria sea bendecida por siempre jamás y que nadie la borre de la faz de la humanidad.