R. YITZJAK COBO

Breve reseña biográfica de un Rishon Le´tsión decimonónico cuyo rabinato fue de no poca actividad.


El linaje rabínico de los Cobo -que tendría su origen en la comarca de La Montaña, Cantabria, en tiempos de la Reconquista- es conocida en el orbe sefardí por haber  dado a la comunidad judía de Salónica durante trescientos años una cadena interrumpida de grandes líderes comunitarios.. Durante ocho generaciones entre 1637 y 1929 la familia ostentó el honor de tener seis  rabinos mayores, más que cualquier otra familia de Salónica. Y como pocas dinastías sefardíes pueden decir.

No obstante, la  familia tiene también una rama en Jerusalén.

R. Yitsjak bar Jizkía Yosef Cobo, nacido en Salónica hacia 1740, subió a Jerusalén siendo aún muy joven para estudiar con r Rapahel Meyujás. Fue tal su su aprovechamiento académico que se convirtió en uno de los tres dayaním de la corte rabínica del Rishon Le´Tsión r. Yomtov Algazi. Su nieto, que se llamó exactamente igual que el abuelo, todavía alcanzaría un puesto mayor al ser nombrado el Rishon Le´Tsión de Jerusalén durante la primera mitad del S XIX.

En muchas fuentes se menciona que empezó a cultivar la literatura rabínica a la inaudita edad de nueve años. Y en su primera juventud pasó un tiempo en Polonia, que también es un destino inusitado para rabinos jerosolomitanos de los sefardíes decimonónicos. Pero no sería su único viaje, pues en 1808 fue designado emisario (shadar) para recaudar fondos en Constantinopla; y como ya conocía la tierra de Askenaz, también fue enviado allá.

Retornado a Jerusalén, se le designó dayán y poco después, presidente de la yeshivá de Kneset Israel, fundada a mediados del s XVIII por r Jaím Ben Atar, y que hoy es la sinagoga de Or Jaím, en el barrio judío de la Ciudad Vieja. También presidió la yeshivá de Yaakov Pereira, que era una de las más importantes de entonces. Por un tiempo estuvo en la comunidad de Jebrón, que para esa época era mucho más desarrollada y cómoda que la de Jerusalén, a donde regresó como uno de los «siete buenos de la ciudad», esto es, miembro de lo que en el orbe sefardí se denomina «mahamad», o gestores político-administrativos de la sociedad sefardí tanto para los propios miembros de la comunidad como para representarlos ante las autoridades otomanas.

En 1848, a una avanzada edad, sucedió como Rishon le´tsion a r Jaim Abraham Gaguin. El cargo implicaba mucho trabajo, pues la comunidad jerosolomitana estaba entonces en una situación de notoria precariedad económica e incluso sanitaria, azotada por pandemias de cólera; aun así, es época de gran afluencia de sefardíes, sobre todo magrebíes, la mayoría sin medios económicos. Fue por esto por lo que, a pesar de su edad,  fue enviado como shadar a Londres y a Egipto. En este lugar logró recaudar una gran cantidad de dinero, pero estando en Alejandría enfermó de gravedad y falleció allí el 24 de av del año de 1854. Zt´l.

Dejó tras de sí un gran número de obras escritas que conservó su nieto, que también fue quien las publicó en parte en dos antologías distintas.

Carta de r Cobo a sir M. Montefiore

Hombre de mentalidad abierta y consciente de que debía aportar a la comunidad todo su esfuerzo en desarrollarla, fue un gran apoyo para la consumación de la compra de terrenos extramuros por parte de sir M. Montefiore. Aunque por desgracia no vivió lo suficiente para ver finalizado el proyecto de lo que se dio en llamar «la salida de las murallas», comenzando con el barrio de Mishkenot Saaním la construcción de lo que hoy conocemos como la Ciudad Nueva de Jerusalén.

También encabezó la lista de 80 rabinos sefardíes que solicitaban de Montefiore la construcción de instituciones académicas y sanitarias kasher para no ser asimilados por las misiones. Se crearon así, además de un hospital,  colegios donde se empezaron a impartir clases donde los muchachos podían no sólo estudiar disciplinas judías sino también aprender oficios que les salvaran de la miseria.