Parashá: Pinjas,פינחס, Números, 25:10–30:1. Haftará : Jeremías 1:1–2:3. Darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita.
“Pinejás, el hijo de Elazar, hijo de Aharón Hacohén, retrajo Mi ira de sobre los
Hijos de Israel con celar Mi celo en medio
de ellos, y no aniquilé a los Hijos de Israel
con Mi celo” (Bamidbar 25:11).
Nuestros Sabios, de bendita memoria, dicen al respecto de este versículo (Bamidbar Rabá 21:1) que Hakadosh BarujHu dijo: “¡Por ley, [Pinjás] se merece una recompensa!”. Hace falta comprender esto, ya que nuestros Sabios, de bendita memoria, dijeron (Tratado de Kidushín 39b): “No hay recompensa por las mitzvot en este mundo”. Siendo así, ¿cómo pudo ser que Pinjás recibiera su recompensa en este mundo por la mitzvá que hizo?, ¡si el hombre, por las mitzvot que hizo en este mundo, solo puede recibir su recompensa en el Mundo Venidero!
Aún más dificultoso es el hecho de que cuando Pinjás ajustició a Zimrí ben Salú, el jefe de la tribu de Shimón, con dicha acción Pinjás detuvo la plaga que estaba causando muertes en el Pueblo de Israel. Si Pinjás no hubiera hecho su acto heroico, la plaga habría continuado tomando vidas del Pueblo de Israel, y la tribu de Shimón habría podido llegar a ser exterminada por completo. Y quién sabe si dicha plaga se
hubiera extendido a otras tribus, porque a la hora en que el Acusador tiene poder, incluso los Tzadikim que no han transgredido pueden recibir un castigo por el pecado dela congregación. Siendo así, quién podríaevaluar o imaginarse la gran recompensade Pinjás por haber evitado una tragedia muchísimo mayor. ¡Y cómo se podría medir la recompensa que le corresponde en este mundo por un acto de salvación que afectaba a todo el Pueblo de Israel!
Se puede objetar, además, que el versículo le ordena al Pueblo de Israel quedeben enemistarse con los midianitas yatormentarlos, porque ellos fueron la causa de que pecaran los Hijos de Israel con la prostitución:
“Atacad a los midianitas y heridlos, por cuanto ellos os afligieron a vosotros engañándoos con sus ardides en lo tocante a Báal Peor, y en lo tocante a Cozbí, hija del príncipe de Midián, hermana de ellos, la cual fue muerta el díade la mortandad que vino por lo de BáalPeor” (Bamidbar 25:17-18).
Es necesario entender esto, ya que hay muchas naciones en el mundo que están sumergidas en la inmundicia y, aun así, no tenemos ninguna orden de afligirlas, porque no tenemos ninguna fricción con ellas. Aquellas naciones podrán hacer lo que les placiera, y nosotros no tenemos que tomar la iniciativa de ir a atormentarlas o atacarlas. Siendo así, aparentemente, tampoco deberíamos afligir a los midianitas porque los Hijos de Israel fueron los que pecaron, habiendo sido atraídos por las malas acciones de los midianitas; pero los midianitas mismos no fueron los culpables.
Asimismo, hace falta comprender cómo pudo ser que el jefe de una tribu de Israel, que era grande en Torá, llegó a un nivel tan bajo como el de pecar con una trasgresión abominable a los ojos de la nación. Se puede esclarecer de acuerdo con lo que dice la Guemará (Tratado de Sanhedrín 106a):
Dice el versículo: “Se asentó Israel en Shitim, y comenzó el pueblo a prostituirse con las hijas de Moav” (Bamidbar 25:1).
¿Y qué quiere decir el nombre “Shitim”? Dijo Ribí Yehoshúa que se dedicaron a tonterías, a insensateces, y por eso, de inmediato se procedieron a prostituirse con las hijas de Moav. Se entiende de las palabras de la Guemará que primero se dedicaron a tonterías —ya que el nombre Shitim (טיםִ ש (proviene del término shetut (שטות’ :tontería, insensatez’)—, y fueron esas tonterías las que los llevaron a la prostitución. Así dicen nuestros Sabios, de bendita memoria (Tratado de Sotá 3a): “El hombre no peca a menos que se le haya introducido un espíritu de insensatez”. Es decir, a la persona primero se le introduce un espíritu de insensatez y solo después llega a pecar. Hace falta esclarecer cuál fue aquella insensatez a la que se dedicaronlos Hijos de Israel que los llevó a pecar conprostitución.
Podemos responder de la siguiente forma: el hombre puede estudiar mucha Torá y cumplir muchas mitzvot, pero lo hace con motivos ulteriores e intereses creados y no en Nombre del Cielo. Estudia para recibir algún puesto de distinción como rabino; hace actos de bondad para que se lo agradezcan y lo alaben por lo quehace; y así, sucesivamente. De esta forma, toda la vida espiritual del hombre no es verdadera, sino solo para engrandecer su nombre; pero dicho hombre se encuentra vacío, sin contenido, y siente desolacióninterna. Porque al momento en el que desaparezcan los elogios y los admiradores de sus actos, no le quedará nada de todos losactos que hizo. Y ya dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria (Tratado de Ketubot 59a) que el ocio y la desolación llevan a la persona a la prostitución.
Eso fue lo que le sucedió al Pueblo de Israel, cuando llegaron a Shitim. Ellos continuaron estudiando Torá y cumpliendo mitzvot, pero aquel estudio no era uno con extenuación; no lo hacían en Nombre del
Cielo. Por ende, pasaron a la insensatez, y de la insensatez al pecado de la prostitución. A pesar de que Zimrí ben Salú era unjefe de tribu y grande en Torá, su estudio deTorá no era verdadero; surgía de los intereses personales que tenía. Por eso, a pesarde su grandeza y de la gran personalidad que era, fue atraído por aquel pecado de la indecencia, que realizó en público, sin la menor vergüenza o recato. Cuando todo el pueblo vio el acto de Zimrí, no supo qué hacer y comenzaron a llorar, como dice el versículo (Bamidbar 25:6):
“Y he aquí que un hombre de los Hijos de Israel acercó hacia sus hermanos a la midianita, a los ojos de Moshé y a los ojos de toda la congregación de los Hijos de Israel. Y éstos lloraban a la entrada de la Tienda de Reunión”.
Esto se debió a que incluso los Hijos de Israel no realizaban sus actos en Nombre del Cielo, y se avergonzaron de expresar su opinión por los intereses ulteriores que tenían. Solo hubo uno que actuó e hizo lo que había que hacer, sin miedo y sin hacer cuentas: Pinjás el hijode Elazar. Y su acto sirvió de expiación por el pecado del Pueblo de Israel. Y aun cuando la recompensa de Pinjás no era apta para ser recibida en este mundo, porque la recompensa por las mitzvot no se recibe en el mundo material, Hakadosh Baruj Hu lo recompensó con el título decohén. De esa forma él podía participar en el servicio del Mikdash y vivir de forma milagrosa por orden de Hakadosh Baruj Hu.
Una vez viajé de Londres a Zúrich para encontrarme con una persona rica y pedirlesu donación para las instituciones sagradas. Todo el vuelo pensé en la mejor forma de dirigirme a él, qué decirle, de qué forma
comenzar a hablar con él, de qué forma continuar, etc. Cuando me presenté dondeél, él comenzó a hablar de sus muchos negocios, y cada vez que yo quise comenzar a hablar acerca de lo que había pensado respecto de la donación que esperaba de él, él continuaba hablando de todos sus negocios afiliados. Cuando terminó nuestra cita, no había podido decir siquiera una palabra de lo que había preparado respecto de la donación. Cuando salí de su casa sentí que el viaje había sido en vano. No obstante, luego de un tiempo hice una introspección: no quería pedirle su donación para mis asuntos personales, sino para las necesidades del mantenimiento de la Torá y el sostenimiento de las instituciones sagradas. Siendo así, mis actos fueron únicamente en Nombre del Cielo. ¿Qué diferencia hace si hablé ono? Yo puse de mi parte, e hice lo que teníaque hacer, y Hakadosh Baruj Hu ya hará lo Suyo, como dice el Profeta (Yirmeiá 17:5):
“Maldito el hombre que confía en el hombre y hace carne de su brazo (‘confía en sí
mismo’), y de Hashem desvía su corazón”.
Puesto que esta es la primera Haftará de Las Tres semanas, incluímos la lectura de la Haftará de Jeremías en la voz de Itmar Malk, nosaj Marruecos