¿DEBO CONVERTIRME AL JUDAÍSMO?

Este artículo va dirigido a aquellos que piensan en convertirse al judaísmo.


Convertirse al judaísmo significa aceptar la religión judía y ser parte del pueblo judío. El judaísmo acoge a los que están convencidos de querer enseñar a sus hijos la filosofía judía y vivir según los preceptos y actitudes sociales que describe el judaísmo. De hecho, Abraham y Sara, fundadores del pueblo judío, no nacieron judíos.

A través de los siglos, muchas personas se han convertido al judaísmo. Actualmente en los EE.UU., por ejemplo, hay más de 200.000 personas que han escogido aceptar la fe judía. Si consideras hacerte judío, te damos unas sugerencias, mientras exploras el judaísmo poco a poco.

 Considera por qué quieres convertirte.

Las personas que eligen el judaísmo lo hacen por distintas razones. Algunos llegaron al judaísmo después de una larga búsqueda espiritual. Muchos que se han convertido, lo han hecho por razones del corazón, al enamorarse de un judío o una judía.

Los motivos más corrientes por los que se desea abrazar la fe judía son:

  • El judaísmo aporta creencias lógicas.
  • El ser judío le permite compartir la religión de su pareja (si la pareja o cónyuge ya es judío).
  • El hacerse judío une a la familia religiosamente (si uno de los conyuges ya es judío).
  • El ser judío les da a los niños una identidad religiosa bien clara.

Considera detenidamente el porqué de querer ser judío.

Recuerda que la conversión debe hacerse por voluntad propia, no porque alguien te lo requiera. Ser judío ha de ser un deseo genuino.

Aprende todo lo posible sobre el judaísmo.

Hay una lista inimaginable de libros para su lectura (*). Acude a conferencias y clases de judaísmo básico que son impartidas por las comunidades judías que sean ortodoxas, conservadoras o reformistas. Usa todos los medios para interactuar con otros judíos: por internet, por correo normal, por teléfono o en las comunidades. Suscríbete a revistas judías y a listas electrónicas que tratan temas judíos, por ejemplo, encontrarás sinagogas que ahora tienen su boletín mensual en internet. Recuerda que pretendes ser miembro de un pueblo que lleva un importante componente étnico cultural, no es sólo una religión. Debes aprender todo lo que puedas acerca de los diferentes aspectos de la cultura judía y de Israel.

Pregúntate si las creencias y costumbres tienen sentido para ti.

El judaísmo es una religión de buenas obras y no de creencias forzadas. En el judaísmo se enfatiza más el actuar moralmente, que el creer en dogmas específicos. Todos los judíos creen muy fuertemente en mejorar el mundo, Tikún Olam.

Es imposible resumir la religión judía en un artículo breve, pero para que puedas orientarte, presentamos unas generalizaciones:

  • El judaísmo introdujo el monoteísmo con un sólo Dios que es bondadoso, misericordioso y personal. Se reza directamente a Dios sin intermediarios de ninguna clase. Recibes ayuda, sosiego, dirección y compasión directamente de Dios. Puedes rezar solo, con la comunidad o en grupos reducidos.
  • Es impensable que un ser humano nazca en un estado espiritualmente mancillado. Los seres humanos nacemos con libre albedrío para saber elegir entre el bien y el mal.
  • El judaísmo es pluralista no universal. El judaísmo alienta la libertad de pensamiento religioso.
  • El judaísmo avala un fuerte sentido de familia y el valor de una comunidad unida.

Vive el judaísmo como es vivido.

Visita una comunidad judía para asistir a una ceremonia judía, ya sea en la sinagoga o en una cena de Pesaj o del Shabat. Mientras que las ceremonias varían mucho entre los judíos alrededor del mundo, todos los judíos tienen sus rituales que celebran los días de fiestas judías y la familia internacional judía. Si hay organismos judíos cerca de donde vives, intenta visitarlos, es decir, librerías, museos, centros comunitarios, la asociación Macabím, etc.

Habla de tus pensamientos y sentimientos.

Con tu pareja, tus amigos y tu familia. Es importante que compartas tus sentimientos libremente. Es normal sentir momentos de duda o miedo a lo desconocido. Es importante también que te mantengas en contacto con tu familia. El convertirse no significa que abandones a tu familia, a los amigos o los recuerdos que forman parte de tu vida. Cuando hables de la conversión con tu familia, explícales las razones y asegúrales que les quieres tanto como siempre. Muchas familias, sin embargo, se sienten traicionadas y rechazadas. Tendrás que volver a explicarles una y otra vez con mucha paciencia los porqués de tu decisión. Habrá familias que no acepten la conversión por mucho que uno pretenda sosegar sus percepciones equivocadas de traición, rechazo y abandono.

Conversa con un rabino o una persona con la formación suficiente.

Tan pronto como sea posible has de conversar con un rabino/a o alguna persona preparada, acerca de la conversión. Cada rama dentro del judaísmo forma a sus propios rabinos, así que es importante entender las diferencias entre ellas. Normalmente la rama ortodoxa no reconoce las conversiones hechas por rabinos de las otras ramas. También, cada una tiene diferentes requerimientos para la conversión. A continuación hay una lista de los pasos que habitualmente hay que tomar:

  • Rabino/a. Encuentra un rabino/a que te convenga. Algunos rabinos tradicionales pueden tratar de disuadirte, rehusando a convertirte 3 veces como prueba de tu sinceridad; otros aceptan a los pretendientes desde el principio.
  • Estudio. Hay un periodo de estudio para aprender varios temas como las creencias, rituales y plegarias. Se puede emprender el estudio directamente con un rabino particular, en un curso de conversión, o en un curso de judaísmo básico.
  • Pasar la prueba por el Tribunal (Beit Din). El aspirante se presenta ante un tribunal religioso, el Beit Din, compuesto de 3 rabino/as, que le examinan y se aseguran de que cumple con todas las normas de la conversión.
  • La circuncisión. La Ley Judía requiere que a los varones se les efectúe la circuncisión. Si se ha circuncidado previamente, una gota de sangre será extraída simbólicamente (hatafat dam brit) durante la misma ceremonia en que se pasa por el Beit Din.
  • Mikve. Una vez aprobado por el Tribuna rabínico, se requiere que se sumerja en un baño, “mikva” o “mikve”, simbólico, mientras se recitan unas oraciones.
  • Elegir un nombre hebreo. El nuevo judío puede elegir un nombre hebreo acompañado, a veces, por una ceremonia para celebrar la conversión.

Autor: Dr.Lawrence J. Epstein, Suffold Jewish Communal Planning Council, Rm. #53 74 Hauppauge Roa, Commack, New York 11725 (EEUU) http ://www.convert.org

 

(*) Lista básica de lecturas:

Borowitz, Eugene B. “Para Comprender el judaísmo”. La Semana Publicaciones, Ltda. 1987.

Edery, Rabi Marcos. “Sidur: Ritual de oraciones para todo el año”. Consejo Mundial de Sinagogas, Seminario Rabínico Latinoamericano, Buenos Aires (Argentina), 1968, 1989.

Consejo Mundial de Sinagogas. “Torah y haftarot en versión castellana”.  Seminario Rabínico Latinoamericano, Buenos Aires, 1991, 1994. Distribuido por Editoria Sinai, 72 Allenby St, Tel-Aviv (Israel).

Dr Efraim Zadoff (Jefe de redacción). “Enciclopedia de la Historia y la Cultura del Pueblo Judío”. ISBN 965-222-847-8. 1998.

Haber, Prof. Heriberto. “Fiestas y tradiciones judías”.. ISBN 965-333-000-4, 1995. Se puede conseguir de Editorial Aurora

Johnson, Paul. “La historia de los judíos”. Vergara, Grupo Zeta. ISBN 950-15-2215-6.

Kukoff, Lydia. “Choosing Judaism (Eligiendo ser judío)”. Hippocorne Books, 1981. Escrito por alguien que se convirtió. (versión abreviada en español, traducido por Jerus Rozenwasser).

Prager, Dennis y Joseph Telushkin. “Ocho Preguntas sobre judaísmo”. Trad: Samuel Leyt, supervisor: Marshall T Meyer. Ediciones Seminario Rabínico Latinoamericano, BsAs (Argentina), 1979.

Trepp, Leo. “Una historia de la experiencia judía”. L.B. Publishing Co., 1962, 2001. ISBN 965-7082-03-x. Traducción de Samuel Leyt, 1980.

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