Reseña biográfica sobre el más famoso impresor judío en la comunidad de Híjar, Teruel.
Híjar , villa de la provincia aragonesa de Teruel, es localidad muy antigua; pero la primera mención histórica de una comunidad judía en el lugar data de 1410 -dos decenios después de las matanzas en cadena de 1391 y cuatro años antes de la Disputa de Tortosa, dos eventos que provocaron sendas oleadas de conversiones. Sin embargo, en este clima, el documento de 1410 nos habla de que AÇa Chinillo -Isaac Chinillo- adelantado de la aljama de Ixar, solicitó ampliar la sinagoga, que hoy está ocupada por la ermita de San Antonio y sometida a un gran proyecto arqueológico que pretende recuperar lo que quedare de su antigua naturaleza hebrea.
¿Tanto judío hebreo había en Hijar que no cabían en aquella sinagoga? No es Hijar gran aljama en cuanto al número de personas, sino que su fama le viene dada porque fue el lugar donde se instaló la primera imprenta exclusivamente hebrea que hubo en la Península Ibérica. Y el impresor al que debemos esta entonces novedad vanguardista es rabí Eliezer ben Abraham Alantansi. Y actualmente se está rodando un documental sobre su importancia cultural.
¿Pero quién era este señor que montó la primera imprenta hebrea en la península? (Y la segunda en general de toda la Península, después de la de Guadalajara, impulsada por otro judío, Abraham ben Isaac ben Gartón) Aunque durante un tiempo se le creyó originario de Murcia, al final se supo que Alantansi era natural de Huesca y era pariente de dos conocidos judíos, Jehudá, que fue asesinado en 1385, y Baruch, que murió víctima de un complot en 1465. Se cree que estos nefastos entuertos y las actividades inquisitoriales en Huesca son lo que motivan que Eliezer se mude a Híjar, donde tenía parentela (el tío Yaakov y el tío Sentó -corrupción de Shem Tov) Su abuelo en Huesca, de mismo nombre, era regidor de las finanzas de la aljama oscense, y sobrino de del shamash de la sinagoga, que luego fue dayán (juez del tribunal rabínico o beit din)
En un momento dado de su vida se asoció con otros dos judíos: Salomon ben Maimón Zalmati, orfebre y poeta, y Abraham ben Isaac ben David, corrector. El primero no se sabe de donde era, unos dicen que del norte de Africa y otros que de Murcia. Lo que sí parece cierto es que su familia era de origen magrebí y que se asentaron en tierras de Valencia para dedicarse al comercio de telas en la judería de Játiva.
La imprenta, aunque de intensa producción, no duró en funcionamiento mucho tiempo: fue cerrada dos años antes de la promulgación del Edicto de Granada (1492) ¿El motivo? Parece ser que se debió a la muerte del Duque de Híjar, que era su valedor (aunque no esté demostrado científicamente que fuera su patrocinador o que la imprenta estuviera instalada en dependencias del castillo ducal)
El primer libro -ya podemos hablar de libros y no de códices- salió a la luz bajo los ardores y bakashot del mes de elul de 1485 -para celebrar Rosh Ha´Shaná. Su título: «Arbaá Turím. Primera Parte», Las Cuatro Columnas, una compilación halájica compuesta por el toledano de adopción r. Yaakov Ben Asher, fallecido a orillas del Tajo en 1340. Esta obra fue un auténtico best seller de la época y no es extraño que se eligiera para ser el primer libro hebreo impreso en Sfarad. Hay una copia en la Biblioteca Nacional de España (Madrid) Una particularidad de la obra es que en el colofón, la parte final en donde consta la información bibliográfica, no consta que Alantansi fuera el editor. Pero sabemos que es él porque va su emblema, un león rampante que los estudiosos españoles piensan que es muy parecido al del escudo de la ciudad de Zaragoza pero que para nosotros parece ser el León de Judea, también en el escudo actual de Jerusalén.
La segunda obra que sacó a la luz -ya en 1487- fue la segunda parte de la obra anteriormente mencionada. Y seguidamente, Nebiim Ajaroním (Los últimos profetas) , conservados en la Biblioteca de Pesaro y en la Palatina de Parma. Al año siguiente se publicó La Torá con todas sus Haftarot, más los cinco rollos (Esther, Rut, Cantar de los Cantares, Lamentaciones, y Eclesiastés). Una copia en verdadera vitela está en la Biblioteca Nacional de España. Al año siguiente, ya 1490, sacó a la luz otra Torá, ahora con el «Targún Onkelos», La traducción (al arameo) de Onkelos y el comentario de Rashi a tres columnas. En esta edición consta que la sufragó Ben Maimón Zalmati y la corrigió Ben Isaac ben David. Todo ello sigue siendo hoy objeto de estudio por los grandes filólogos del orbe semítico, porque son ediciones con una tipografía elegante dentro de los incunables del mundo hebreo.
Bibliografía:
- «Nuevos datos sobre Eliezer ben Abraham Alantansí, impresor oscense: su entorno familiar y labora», Asunción Blasco Martínez, historiadora retirada de la Universidad de Zaragoza.