Tras siete años de parálisis y sin gran presupuesto, el ayuntamiento de Estella reanuda la rehabilitación de la Judería Nueva.
El ayutamiento estellés, que como sabemos este año está a la cabeza de municipios adheridos al consorcio de la Red de Juderías de España, retoma el proyecto arqueológico de la rehabilitación de la Judería Nueva, con el asesoramiento del Centro de Estudios Tierra Estella (CETE-LI) y dirigida por el gabinete de arqueología Navark.
Mikel Ramos, -arqueólogo de Navark-, explica que esta intervención permite retomar los trabajos realizados en los años 2009 y 2010 para “restaurar, consolidar, limpiar, mantener y facilitar el acceso a la llamada Judería Nueva, de las pocas de Europa, o la única, que conserva una muralla propia e independiente”.
Tras una primera etapa de desbroce por personal del Empleo Social Protegido se ha realizado una primera cata de sondeo para empezar a recabar información del posible acceso a la judería y del estado actual del tramo de muralla; se quiere averiguar qué son esos elementos constructivos y, a partir de ahí, “se redactarán más proyectos: si creemos que merece la pena otra intervención arqueológica, un proyecto para rehabilitar la muralla y que no sea un peligro…” También se colocará un panel informativo.
Los judíos abandonaron la vieja judería de Elgacena en la primera mitad del siglo XII y se instalaron en la ladera Norte de una terraza del río Ega situada al Sur de la ciudad, sobre uno de los meandros del río y bajo la colina donde en el último cuarto del siglo XIII se construiría el castillo de Belmecher.
El concejal de Cultura, Regino Etxabe (EH Bildu), anunció ayer que este proyecto ha seducido de alguna forma al Ejecutivo foral, tanto es así que hay un compromiso para que en 2018 haya un campo de trabajo internacional, con jóvenes de entre 18 y 30 años, que realizarán trabajos de arqueología en la zona, unos trabajos todavía por determinar.