LOS JUDÍOS DE JÁTIVA

Notas sobre la judería de la ciudad de Játiva/ Xátiva , en el Antiguo Reino de Valencia, en la que nacieron algunos judíos famosos.


Xàtiva, al sur de Valencia, patria chica de los Borja -que la historia quiso llamar Borgia- y tierra de los Cremats (Los Quemados) -por el incendio borbón del S XVIII por apoyar a la Casa de Austria- fue poblado ibero (que llamaron Saiti, llamada por los romanos Saetabi, por los moros Shatabi y luego ,en valencià Xàtiva)

En el Antiguo Reino de Valencia, la judería mayor era la de Valencia, pero a su vera florecían también juderías más pequeñas, como la de Játiva (Xátiva) pero que era mucho más antigua que la de Valencia. De hecho, nada más empezar el S IV d.e.c, cuando tuvo lugar el Concilio de Elvira ( que luego sería Granada)  ya mencionan  en dicha villa una judería, lo que nos indica que debía ser lo suficientemente importante para haberse hecho eco de ella. Y más tarde, entre los años 1050 y 1147, con la conquista de los almorávides, hay un constatado movimiento migratorio de judíos setabenses hacia Barcelona.

Hospital Luis Alcañiz

Pero nada sabemos de los judíos de Játiva hasta la época de Jaime I de Aragón (y de Valencia) que en el S XIII, para no variar su carácter benéfico con los judíos, decide repoblar con hebreos aragoneses las aljamas valencianas, para lo cual además de amonestar a los cristianos que el día de Viernes Santo apedraean las moradas de los judíos, concede en 1274 una Carta Puebla por la cual quedan exentos los judíos de pagar tributos.

Según Hinojosa Montalvo, posiblemente el historiador que mejor conozca la realidad históricos  de la judería  de Játiva, hay tan sólo unos pocos  datos  en  El Libro del Repartimento, donde consta la administración de territorios tras la conquista  de Jaime I. Estos datos exiguos nos dan cuenta de unos cuantos nombres de los que habrían sido después importantes cabezas de familias judías de la ciudad. Los datos en concreto , segín Hinojosa, son los siguientes:

 

En 1248 se dan a Pere d’Odena unas casas en la calle que fue asignada a los judíos.
Se dan a Benet Gil casas y tres jovadas de tierras contiguas a la honor de mestre Guido y de Aarón, judío.
El 25 de septiembre de 1248 se dan a Bono Abingalel, Jucef Abingalol, Abrahim Abingalel, Aarón Abinlatram y Musa Abingalel cuatrocasas, que ya tenían, y una jovada y media de viña.
El 6 de marzo de 1249 se entregan a Salamó, alfaquí, unas casas francas

También de esta época conocemos el nombre de otro judío que, en  1273,  habiendo transcurridos los cinco años de exención fiscal , tuvo tal entuerto por ello que  el monarca tuvo que intervenir personalmente en defensa de Isaac ben Yanah, judío de Toledo, para que  se le aplicara dicha franquicia, a lo que se negaba la aljama.

De esta época -s XIII-  sería la sinagoga de Játiva, que no se sabe a ciencia cierta donde estuvo, pero en el año de 1941 se desmoronó una pared del convento de  la Santísima Trinidad, apareciendo una yesería con inscripción en hebreo, datada entre los ss. XII y XIV,  en la que reza «Entre Jerusalén y El se alcanzará la solución» Se conserva en el Museo Municipal de Játiva.

Pero poco sabemos de todos esos judíos emigrados desde Aragón, alfaquís y trujumanes, médicos (de aquí era Lusi Alcañiz) y traductores que conocían el entonces incipiente castellano para servir como diplomáticos en un mundo donde abundaba lo mudéjar; sí sabemos que la primera época de Jaime I era próspera y relativamente tranquila y que luego , a partir de 1276, con la llegada al trono de Pedro I de Valencia, Pedro El Grande, hijo del rey Jaime, se fueron deteriorando las cosas hasta los pogromos del verano de  1391, en los cuales si bien no murieron asesinados por haberse refugiado tras las murallas del castillo , sí hubo una gran conversión en masa por no perecer de hambre.

En 1281, cuando la judería está completamente consolidada, fue gobernador del lugar y  de  otros lugares aledaños, don  Judá Manasseh, hijo de Abraham ben Najmias; este mismo señor   también desempeñó el cargo de canciller de árabe, sustituyendo a su  hermano Samuel ben Manashe cuando estuvo junto al rey  Pedro III en Sicilia, conquiistada por el Reino de Aragón.

De la masacre general de judíos perpetrada el 9 de julio de  1391 Hinojosa dice que tan sólo murió un judío en Játiva, y que eso ocurrió porque, al esatr encadenado, no pudo huir. No obstante, muchos judíos se convrtieron al cristianismo en esas fechas, como en el resto de juderías. Otra gran conversión tuvo lugar, claro está,  en 1492 con la expulsión, aunque sí sabemos que 248 judíos de Játiva decidieron no convertirse y salir de Sfarad por el puerto de Denia, hacia Italia y las juderías norteafricanas, con las que siempre se había mantenido contacto comercial importante. Y no sólo eso: por ejemplo, en Játiva se hacía el papel con el que las imprentas como la de Hijar, en Aragón, se convirtieron en señeros focos difusores la imprenta.

El 7 de mayo de 1492 se firmó el contrato de embarque entre los judíos de Sagunto y Xátiva, a cargo de dos comerciantes genoveses, hermanos entre sí, los Franquis. (Junto a Játiva hay una población llamada Genovés) Hinojosa nos aporta los nombres de los que actuaron como procuradores: Abraham Abendavid, Mahiz Alpegri (Alpegui), Mossé Abenzaydon, Yucef Capago, Salamó Castelli (en otro lugar lo cita como Jacob Gastell), Mossé Almcarem, Gento Cohén, Yucef Cohén, Salomó Duran. La nao estaba atracada en el puerto de Sagunto el 20 de junio de 1492, dispuesta a embarcar hasta 1500 personas (25 niños de pecho exentos de pago. Eran tres ducados por persona, más cinco sueldos de tasa al rey) de Xativa embarcaron 248 judíos – El primer puerto de llegada sería Pisa, donde hicieron escala durante ocho días.

En el año 2010, tantos siglos después, un rabino, Moshe Armoni , de Jerusalén, descendiente de judíos cabalistas de Sfarad, visitó la villa de la mano del entonces  presidente de Tarbut Valencia, Yossi Estrugo, para recordar por ejemplo a  Mosí Castellí , que vivía en la calle Vera, junto al abrevadero del Portal de Sant Jordi,  vecino del último rabino de Xàtiva, Mair Rotí, que para exiliarse vendió su casa a Antoni Candel. Labrador de Xàtiva, el 6 de junio de 1492.

La ruta de este  rabino se había iniciado en Sant Feliu, en el nacimiento de la Font Salada o alcavó, que suministraba agua a la sinagoga vieja y que bajaba por la calle de las Ánimas. «Seguramente -elucubra Ventura- en ese punto debía estar la mikve o baño ritual. La sinagoga vieja, tras la conversión forzada de los judíos -en 1391- se convirtió en la ermita de San Salvador; después en la de las santas Anastasia y Basilisa. Fue derruida en mayo de 1961 para edificar en su lugar el bloque de 38 viviendas de las trabajadores de la papelera de Gregorio Molina, inaugurado el 19 de agosto de 1962. El rabino se descalzó en ese punto y pronunció en voz baja unas oraciones.