LOS MANUSCRITOS HEBREOS DE LA COMPLUTENSE

Manuscritos hebreos

  Vº Centenario del nacimiento del Cardenal Cisneros:  la Universidad Complutense de Madrid  ha reeditado el Catálogo del Fondo Cisneriano.

La Universidad Complutense de Madrid -de donde salieron los siete premios nobel de los ocho que España ha tenido- dispone de 32 bibliotecas diseminadas en distintos edificios por distintos campus, pero de entre todas ellas destaca la Biblioteca Histórica «Marqués de Valdecilla».

En esta Biblioteca mayúscula, entre otras muchas joyas, se conservan y estudian  los  Manuscritos del Colegio Mayor de San Ildefonso –una de las instituciones académicas que fueron reagrupadas para formar la universidad. Este Colegio Mayor , fundado por el Cardenal Cisneros en Alcalá de Henares y en el S  XV, estaba consagrado a la labor de la edición de la Biblia Políglota. Fue por eso que el centro fue acumulando un importante número de códices que se conoce con el nombre de Fondo Cisneriano. También hay que decir que desde el S XVI el Fondo Cisneriano ha mermado en profundidad. Hoy sólo se conservan 149 códices de la biblioteca idelfonsina. Había 160. El valor de estos manuscritos, copiados durante la Edad Media y hasta el S. XV inclusive, no solo reside en su antigüedad en tanto que objetos librarios, sino que son, además de transmisores de una serie de textos, testimonio arqueológico de una sociedad, por lo que encierran el misterio de la creación de conocimiento. 23 de esos códices son en hebreo.

Dentro del marco de las celebraciones del 5º Centenario del nacimiento del Cardenal Cisneros la Universidad Complutense ha decidido a editar el Catálogo del Fondo Cisneriano. El calendario de entrega fija el año que viene como para la presentación final de una labor en la que están implicadas dos decenas y pico de autoridades académicas en la materia.

 

La Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid es la segunda biblioteca de Madrid en cuanto a volumen de libros anteriores al siglo XIX, después de la Biblioteca Nacional, y ocupa indudablemente un puesto entre las cinco primeras bibliotecas de España. La colección bibliográfica está compuesta de unos 3.000 manuscritos, 741 incunables, y un volumen de impresos de los siglos XVI a XVIII que se aproxima a los 100.000.

Posee también una pequeña colección de grabados sueltos y libros de estampas.

 

En imagen, el manuscrito BH MSS 1, datado en 1280,  de 340 folios de pergamino de gran calidad, a tres columnas en caligrafía  sefardí,  la puntuación – nikud- es tiberiense, guardando gran similitud con los mejores códices orientales representantes de esta tradición. Las parashot  -en español perícopas- están indicadas al margen por medio de la abreviatura parash o de la letra  con un Pei, en ambos casos decoradas, y el orden de los libros bíblicos coincide con el prescrito en el Talmud de Babilonia. La masora magna es ornamental en muchos casos, sobre todo en los márgenes externos de los primeros libros del Pentateuco, formando micrografías con motivos vegetales y geométricos que en algunas ocasiones recuerdan a grandes candelabros. Esta característica ha suscitado las dudas en cuanto al lugar de la copia, ya que las micrografías en forma de candelabros son más habituales en Biblias catalanas de la segunda mitad del s. XIV. No obstante, resulta claro que esta Biblia no puede adscribirse a la escuela catalana del s. XIV, por un lado debido a su datación en el s. XIII, y por otro debido al estilo diferente que los candelabros de este códice presentan en comparación con los de las Biblias catalanas. El manuscrito reproduce una nota de compra que hasta época muy reciente se tomó por el colofón, donde se afirma que lo adquieren los hermanos Isaac y Abraham ben Maimón en Toledo en 1280.

El manuscrito formó parte de la colección del converso Alfonso de Zamora (ca. 1474-ca. 1545), profesor de hebreo en Salamanca y Alcalá de Henares, quien lo utilizó y anotó. Así se aprecia, por ejemplo, en su característica forma de numerar los capítulos o de poner el nombre de los libros bíblicos. Está aceptado que fue el manuscrito utilizado de forma mayoritaria para la composición del texto hebreo de la Políglota de Cisneros…Presenta encuadernación complutense en piel, del s. XVI, con el correspondiente escudo en dorado de dicha universidad.

También de Alfonso de Zamora, el Tanaj de 1482,  de Tarazona-Fue utilizada por el equipo del cardenal Cisneros para la composición del texto hebreo de la Biblia Políglota Complutense por su excelente calidad textual. Se trata de una Biblia completa, escrita sobre pergamino avitelado y formato mediano, con bellas iluminaciones al comienzo de cada libro bíblico, con la primera palabra o letra en dorado, encuadrada en viñetas en oro y colores, salvo en algunos casos en los que se ha recortado la decoración.

El códice BH MSS 2 fue escrito en letra cuadrada sefardí para uso del propio copista, como indica el colofón. Éste se refiere a la Biblia como miqdashyah (santuario) uno de los términos utilizados para referirse a los manuscritos bíblicos, derivado de identificar las Biblias con el Templo; aparece con frecuencia entre los judíos sefardíes y se utiliza en otras Biblias de los siglos XIV y XV. Se completa el manuscrito con la meguilla de Antíoco al final del códice. El texto está dotado de vocalización y acentuación tiberienses, con masora parva en los márgenes intercolumnales y magna en los márgenes superior e inferior . Lo habitual en las Biblias de tipo masorético.   El orden de los libros bíblicos difiere de otros manuscritos tiberienses y coincide con el usual en las Biblias medievales copiadas en Sefarad. El texto está escrito a dos columnas, y las parashot -o perícolas-se indican al margen por medio de la letra peh o de la abreviatura parash, respetándose los espacios en blanco reglamentarios de las secciones abiertas y cerradas.

Los manuscritos propiamente bíblicos  se completan con tres códices;  comentarios bíblicos a cargo de Abraham Ibn Ezra (BH MSS 8) y David Quimji (BH MSS 9 y BH MSS 10) Además, hay un diccionario etimológico de nombres propios del antiguo y nuevo testamento, obra de Alonso de Zamora (BH MSS 14). Obras de David Quimji  con anotaciones de Alfonso de Zamora:  dos diccionarios hebraicos rabínicos, Sefer Ha-Shorasim, (BH MSS 17 y BH MSS 21) y tres gramáticas hebreas, Sefer Ha-Miclol (BH MSS 18, BH MSS 19 y BH MSS 20).

Para terminar, existen dos códices litúrgicos: un Majzor o libro de oraciones, según el rito sefardí, Selihot y otros poemas litúrgicos, (BH MSS 15) Por otra parte,  una obra compuesta por Hayyim bar R. Semuel Meir de Tudela, Seror Jaim (BH MSS 16).