LOS SEFARDÍES DE LA REPÚBLICA DE MACEDONIA

Dentro de las fronteras del Imperio Otomano en la Península Balcánica estuvo la comunidad judeo-española de la ciudad de Monastir, hoy llamada Bitola.


Entre Kosovo y Serbia, entre Bulgaria y Grecia, y al oeste, Albania: allí está la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

León Pardo
Estrella Kolomos

La comunidad judía macedonia data de los ss. IV y V, la época romana -judíos romaniotes-  pero a partir de la expulsión de 1492 los sefardíes se convirtieron en el grupo predominante en Monastir. En 1863, después de que un incendio destruyera  gran parte del barrio judío, la comunidad recurrió  al gran magnate sirio  de Londres, Moses Montefiore, para que les ayudara  en la reconstrucción. Fue entonces cuando  la hasta entonces cerrada comunidad de Monastir, con las nuevas vías de contacto con Tesalónica, incrementando el comercio y la prosperidad,  cambió su punto de vista respecto al mundo: se idiosincrasia se orientó entonces  hacia la cultura europea y  a la introducción paulatina de la educación  y los valores seculares en la población.

Paloma Kaladerón

Hasta que llegaron las convulsiones políticas de 1903, buscando la independencia del Im IMperio Otomano. La violencia étnica entre griegos, serbios y búlgaros sobre el futuro de Macedonia expuso a Monastir a la violencia política y la perturbación económica a lo largo de la primera década del siglo XX. Como resultado, miles de Monastirlis judíos (como los lugareños se referían a sí mismos) emigraron a América del Norte y del Sur, Jerusalén y la metrópolis sefardí de Salónica. Después del final de la Segunda Guerra de los Balcanes,  en 1913, la antigua Macedonia otomana se repartió entre Serbia, Bulgaria y Grecia. Monastir, luego renombrado Bitola, estaba en el territorio incorporado por Serbia. Sin embargo, la comunidad judía continuó llamando a la ciudad con el nombre que llevaba durante siglos de dominio otomano: Monastir.

La familia Kalderón

A comienzos del siglo XX, la población judía de Monastir alcanzó casi 11,000 almas, pero  con la emigración la comunidad  llegaba a poco más de 6,000. Durante la Primera Guerra Mundial, Monastir sufrió dos invasiones y dos años de bombardeo. Más de 5,000 judíos de Monastir huyeron de sus hogares y vivieron como refugiados en los alrededores. Cuando terminó la guerra, los judíos de Monastir sumaban poco más de 3.000. Bitola se convirtió en parte del nuevo estado de Yugoslavia, y en las décadas de 1920 y 1930 el sionismo surgió como la fuerza dominante entre la juventud judía local. Durante esos años, 500 de estos hombres y mujeres jóvenes emigraron a Eretz Israel.

Sin identificar

El capítulo final en la historia de la comunidad judía de Monastir se produjo en 1941, cuando los alemanes invadieron Yugoslavia y el aliado de Alemania, Bulgaria, una vez más ocupó Macedonia. Después de despojar sistemáticamente y poner en guetos a los judíos de Monastir, las autoridades búlgaras transportaron a toda la comunidad judía a un campo de concentración en Skopje. Desde allí, los judíos de Monastir fueron deportados a Treblinka entre el 22 de marzo y el 29 de marzo de 1943. Ninguno de los 3.276 judíos de Monastir deportados a Treblinka sobrevivió. Tan sólo unas  pocas docenas de Monastirlis habían logrado evitar la deportación, y cuatro escaparon del campamento de Monopol.

David Aruti

Hoy, en aquella Monastir ya llamada Bitola, tan sólo queda  un judío, el único que  permanece en la ciudad que, no hace tantos años,  fue el hogar y refugio  de una comunidad sefardí por más de 400 años.

No queda nada sino el recuerdo con su dos caras.

Queda, eso sí,  el impresionante archivo fotográfico del estado de Bulgaria.  Estas fotografías han sido preservadas e identificadas  recientemente y , ahora,  están disponibles en los Archivos Fotográficos del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos (USHMM) Para que no olvidemos jamás que nunca más.

Victoria e Isaac Assael