
Marcelle Niño -Ninio- z´´l, a punto de cumplir 90 años, fue enterrada la semana pasada. Su vida no es para no recordarla.
Nacida el 5 de noviembre de 1929 en El Cairo, su padre , Ya´akov Ninio, sefardí de Bulgaria, dejó la Península Balcánica cuando la Primera Guerra Mundial; su madre, Fany (Jaím de soltera) dejó la Península de Anatolia cuando tras la misma guerra se desmoronó el Imperio Otomano. Y ambos decidieron empezar desde cero en Egipto.
Su padre se desempeñó técnico en una empresa francesa para el desarrollo de sistemas de agua y fue responsable, entre otras cosas, de la instalación de fontanería del Hotel King David , en Jerusalén, construido por el banquero egipcio Ezra Mosseri.
Marcelle quedó huérfana de padre a la tierna edad de nueve años (1939) Su hermano mayor decidió irse de casa y entonces ella y su madre decidieron mudarse a Heliópolis, donde vivieron de subalquilar habitaciones. Daba bastante como para que Marcelle estudiara en la Escuela Inglesa y progresara como jugadora de baloncesto (también era gran nadadora) No obstante, con la llegada del año de la independencia de Israel, las actividades baloncentísticas se surpimieron, como tantas otras cosas, y ella se puso a estudiar hebreo con el objetivo de emigrar a Israel. Pero dado que su madre estaba enferma, se quedó en Egipto, estudió taquigrafía y consiguió empezar a trabajar como secretaria de una empresa inglesa.
