El Año Nuevo de los Arboles, la renovación del ciclo vegetal como renovación de la maravilla creativa de Dios.
En el calendario hebreo todos los plenilunios son día 15 -y todos los novilunios son primero de mes, rosh jodesh. En la lengua hebrea, donde no existen los números, los símbolos del alefato cumplen esa función: así, por ejemplo, álef, es uno, bet es dos. Quince se escribe tet-vav, y eso puede leerse como TU. Por eso el nombre de la fiesta Tu Bi´Shvat, el 15 de Shvat. También conocida como Rosh Ha´Shaná La´Ilanot, el Año Nuevo de los Arboles. (Ilán, e Ilana, ambos nombres populares en Israel, significa Arbol)
¿Pero qué celebramos exactamente?
En el S XVI, los cabalistas de Tzfat (la ciudad de Safed) organizados alrededor del rabino Ari crearon un ritual para celebrar Tu B’Shvat llamado la Fiesta de las Frutas. Inspirado en el Seder de Pésaj, los participantes leían selecciones de la Biblia hebrea y de la literatura rabínica mientras comían frutas y nueces ,tradicionalmente asociadas con la tierra de Israel, puesto que el fruto de la tierra también es una creación de D-os. Los cabalistas también dieron un lugar prominente a las almendras en el seder de Tu Bi’Shvat porque los almendros son el prime árbol que florece en Israel tras el invierno, el primer árbol en renovar el ciclo anual -de ahí lo de Año Nuevo. La algarroba también se convirtió en otra fruta popular para comer en Tu B’Shevat, ya que podía sobrevivir al largo viaje entre Israel y las comunidades judías de Europa. Los participantes en el seder kabalista también beberían cuatro copas de vino: vino blanco (para simbolizar el invierno), blanco con algo de tinto (un presagio de la llegada de la primavera); tinto con algo de blanco (principios de primavera) y finalmente sólo rojo (primavera y verano).
A mediados del S XVIII ya existía una Hagadá de Tu Bi´Shvat (un manual para la cermonia ) Su título, “Pri Etz Hadar” .
Con la llegada de las primeras oleadas de inmigración sionista a fines del S XIX y principios del S XX, el interés por la agricultura de Eretz Israel fue muy grande -por eso se construyeron los primero kibbutz- y se usó la efemérides para celebrar el trabajo incansable de todos aquellos agricultores que veían que al igual que la semilla daba grano, así el nuevo Israel fructificaba. Lo dice el Deuteronomio: el hombre es un árbol más del campo.
En nuestros tiempos , Tu B’Shevat continúa siendo la mejor ocasión para plantar árboles en Israel y en otros lugares, dondequiera que vivan los judíos. Muchos judíos estadounidenses y europeos observan Tu B’Shevat y también adquirieron la tradición de aportar dinero al Fondo Nacional Judío, una organización dedicada a la reforestación de Israel.
De entre todos los árboles mencionados en el Tanaj -algunos de suma importancia , como la vid, el olivo, la higuera o el granado- hay dos que, pese a estar emparentados por una misma raíz (lingüística) – la raíz semítica “El“, divinidad- son traducidos sin embargo como árboles de especies diferentes: el roble y el terebinto, Alón y Elá. (Ilán, árbol, también comprende la raíz semítica El, pero en vez de llegar por el ugarítico El lo hace por el acadio Ilu. )
El Alón, el roble -nombre común para hombres y mujeres en Israel (femenino, Alona) es el primer árbol con el que se encuentra Abraham al llegar a Canaán; junto a él, en Jebrón, montó su tienda . Ahí sigue, moribundo desde 1996 pero haciendo honor a su fama de fuerte, rebrotando….. Junto a los robles de Mamré compró después Abraham la Cueva de Majpelá, donde está enterrada toda la familia patriarcal (excepto Raquel
La Elá -el Terebinto (también llamado Lentisco en castellano) del cual se extrae la trementina, el disolvente de la pintura- además de parte integral de la Historia del Arte en Occidente es el árbol a cuya sombra enterró Yaakob los ídolos de Labán; pero quizás la más famosa Elá sea la que se refiere al Valle del Terebinto , en la falda occidental de los Montes de Judea, frontera entre filisteos e israelitas; allí tuvo lugar, por un lado, la famosísima confrontación entre el Rey David y el gigante Goliat, y por otro, la trágica muerte de Absalóm, el tercer hijo de David, famoso por su belleza y su magnífica cabellera; fue el vengador del incesto de su hermano Amón contra su hermana Tamar, además de pretendiente al trono de su padre, que se decantaba por Salomón; se auto-proclamó rey y en la lucha derivada de esta osadía, su hermosa melena principesca quedó enganchada entre las ramas de un terebinto: fue tres veces asaetado hasta morir.
De estos dos árboles se hacían, parece ser, y en tiempos muy remotos, la mayoría de los ídolos cananeos que tanto se critican en la Biblia.
El , raíz de Elá y de Alón, fue una divinidad semita primigenia que tuvo más de setenta hijos divinos. Estaba casado con Ashera ( plural Astarot) , la cual recibía culto…en árboles ornamentados a tal efecto . El (que está en todos los nombres hebreos que termina como Daniel, Ezequiel, etc.) en ugarítico – esa fuente primigenia del hebreo, del arameo y del fenicio- significaba el padre de todos los dioses, el superior. Y de ahí el plural Elohím. En otra lengua semítica como el árabe, dio Alá. Se representaba como un toro. Por eso al primer signo del alefato, aléf (de El) se le presupone un origen de toro. Su grafía tiene la forma de una cabeza con dos cuernos. Cuando el mundo hebreo abraza el monoteísmo, el, el alef, pasa a ser el Uno, el número uno.
Tanto la elá como el alón, el terebinto y el roble, eran usados en el culto del Templo en Jerusalén, como nos cuentan Oseas e Isaías, quien a menudo los recuerda como metáforas de la fuerza que perdura -son árboles de hoja perenne- incluso después de haber sido talados en holocaustos forestales.
Aunque todos los judíos celebramos el Año Nuevo de los Arboles el día 15 del mes de Shvat, en el Talmud hay una discusión entre las escuelas de Shamay y de Hilel acerca de la fecha. Hilel sostiene que la fecha es el primero del mes de Shvat, pero nunca se ha celebrado en esa fecha, en el novilunio, sino a mediados de mes, en el plenilunio de Shavat.