SHLOMO BEN YAISH

Historia de un converso del sur de Portugal en el S XVI que retornó al judaísmo una vez llegó a Salónica y se encontró con la comunidad sefardí allí instalada en diferentes oleadas desde 1492.


Alvaro Mendes -que así fue como le llamaron en su casa sus padres- fue un cripto-judío nacido en 1520 en la pequeña localidad portuguesa de Tavira, en El Algarve, muy cerca de la frontera española con la provincia de Huelva.

Tras adiestrarse en el arte de la orfebrería, en 1545 partió hacia la India. Allí pasó una década y amasó una gran fortuna personal  administrando las minas de diamantes del reino de Narsinga, también llamado por los portugueses Bisnaga, y los propios indios, Vijayanagar . Diez años después de haberse ido de allí Alvaro Mendes, la ciudad fue destruida por los musulmanes;  hoy pueden visitarse sus ruinas.

Al regresar a Portugal,  el rey Juan II lo armó caballero por  Orden de Santiago de La Espada, fundada cinco siglos antes en Castilla , pero con una rama en Portugal desde casi el principio de su existencia. Y fue así como comenzó su carrera en la diplomacia renacentista, ejecutando misiones del monarca luso en Madrid, Florencia, Londres o París; en esta última ciudad residió 16 años, contactando como consejero con  la misma reina madre Catalina de Médecis, que tenía por médico personas a otro judío, ELI DE MONTALTO

En 1580, el rey portugués Sebastián muere sin dejar heredero al trono. Alvaro Mendes tomo partido por un nieto del rey Manuel, el prior de Grato, de madre conversa; pero  en medio de las discusiones de la corte, Felipe II invadió Portugal. Y entonces dejó Portugal para irse a cortejar al Imperio Otomano, enemigo recalcitrante del español. Llegó a Salónica en 1585, cuando la comunidad sefardí ya estaba más que establecida, y entonces retornó al judaísmo, despreciando su nombre de cristiano nuevo y abrazando el de Shlomo Ben Yaish.  Un linaje toledano del S XII que en ese mismo siglo pasó a Portugal , en donde un Ibn Yaish fue consejero de Alfonso I de Portugal. En el mundo de las lenguas románica,  el nombre que usan es  Salomón Abenaes.

Murad III, sabedor de las andanzas de Ben Yaish por las cortes europeas, le integró en su  diván de Constantinopla y sus servicios diplomáticos fueron recompensados nombrándole Duque de Mitilene -la antigua Lesbos- en una maniobra que recuerda a la del entonces ya fallecido el  yerno y sobrino de Doña Gracia Nasi, Yosef Nasí , que el Imperio Otomano nombró Duque de Naxos. De hecho, fallecidos ya «La Señora» y «El Duque», Ben Yigash solicitó de Murad III ser el gobernador de Tiberias, la localidad galilea que Doña Gracia quiso recuperar en lo que se ha dado en llamar una acción de proto-sionismo.

 

Ben Yigash mandó a administrar Tiberias y las siete ciudades de su entorno a su hijo Yaakov -nacido Francisco-  quien a pesar de que sí construyó algunas edificaciones, decepcionó a su padre en las tareas de gobierno porque se dio al estudio de La Torá más que al de reconstruir murallas, leproserías y batei midrash. El padre, sin embargo, pasará a la historia como el verdadero artífice del pacto turco-inglés contra Felipe II, manteniendo excelentes relaciones con Isabel de Inglaterra y su médico personal, el converso Rodrigo López.

No obstante, estas relaciones dieron en tragedia en 1593, cuando Rodrigo fue denunciado por estar implicado en un presunto complot para envenenar a la reina. Fue ahorcado en público. Ben Yaish trató de salvarlo, pero no lo consiguió, y murió diez años después, en Constantinopla.