La tecnología israelí de ultrasonidos estudia instalarse en la localidad turolense de Andorra, creando puestos de trabajo.
Andorra, en la Sierra de Arcos, muy cerca de poblaciones como Albalate del Arzobispo, donde hay numerosa documentación de vida judía hasta el SXV, es la villa donde estudia levantar una empresa israelí una planta de fabricación de ultrasonidos. El número de puestos de trabajo directos previsto es de 200, lo cual para una localidad de apenas siete mil habitantes y alto índice de paro, es bastante significativo.
La empresa israelí EGTE, especializada en tecnología de ultrasonidos, es clave para la lucha contra los daños de los roedores en el mundo agrícola. Esta compañía es filial de la empresa de Ya´akov Gur Arie, G. A. Electro Sonic LTD, lleva varios meses negociando con el Gobierno de Aragón las condiciones de la implantación de la planta.
La inversión pretende paliar el cierre de la central térmica a mediados de 2020, ya no depende de Aragón, sino del ministerio de fomento, pero las negociaciones están muy bien encaminadas y los directivos tienen un verdadero interés en instalarse en Andorra.
Los ultrasonidos son la forma más inteligente de evitar los daños producidos por los roedores en instalaciones como subestaciones eléctricas, líneas de ferrocarril e incluso hospitales. La tecnológica israelí ha sido la responsable de las unidades instaladas por ejemplo en los túneles y edificios técnicos del AVE Tel Aviv-Jerusalén y de la autopista 6 Norte, la bolsa de Tel Aviv o el estadio Sammy Ofer, en Haifa.