Reseña biográfica de una mujer sefardí que se dedicó al arte, al ejército y que pasó a la historia de la cultura de Israel como una pionera de la vida cultural de Israel.
Shmuel Táyer, aunque según tradición familiar provenía de Toledo, fue a nacer, tras pasar por los Países Bajos, en Sofía, Bulgaria -entonces bajo administración del Imperio Otomano. Llegó a Eretz Israel en el año de 1879, con tan sólo diez años de edad , acompañando al rabino principal de Sofía. Un año después , cuando ya estudiaba en el emblemático colegio de la Alliance en Jerusalén, llegó su padre. En 1890, Shmuel , con 22 años, se casó con Sultana Bejar, también de origen búlgaro, hija de r. Isaías Bejar , director del hospital de la Ciudad Vieja y, por supuesto, miembro del Consejo Sefardí de Jerusalén. Tras un tiempo viviendo en Najalat Shivá, entonces barrio emergente, Shmuel y Sultana abandonaron Jerusalén para vivir junto al mar, en Yafo, donde con las dos mil monedas de oro de la dote podían desde el puerto administrar más fácilmente su floreciente negocio de muebles de importación . También tuvieron un negocio de marroquinería y hasta una tienda de dulces.
Y allí, en 1900, nació su primera hija, a quien llamaron Siona.
Los Táyer , en retrato familiar de la época:
En 1906, en Yafo, se creó -por iniciativa de Akiva Arie Weiss, la asociación Ajusat bait, אחוזת בית, destinada a la compra colectiva de terreno para la fundación de una ciudad hebrea moderna. Los Táyer , que se dedicaban a la importación de muebles europeos, eran miembros de esta asociación, que es el germen de Tel Aviv. El once de abril de 1909 se realizó el sorteo de los solares de Ajuzat Bait, que cambia el nombre a Tel Aviv, y los Táyer reciben lo que sería el número 3 de la avenida Rothschild. La primera casa de dos pisos que hubo en este lugar entrañable.
Los Táyer criaron allí a diez retoños , de entre los cuales Siona era la primogénita.
Siona empezó a estudiar en el colegio para señoritas de Nevé Tzedek, el primer barrio construido fuera de las murallas de Yafo, y luego empezó magisterio en la Alliance, pero lo dejó para pasar en 1921 a estudiar Arte en la emblemática academia de arte de Jerusalén, Betzalel, de reciente creación cuando ella la frecuentó. Su inmersión en el mundo artístico la llevó incluso a dejar Israel para irse a estudiar al París de la época de la muerte de Modigiliani y la segunda llegada de Marc Chagall. En París llegó a colgar en el exclusivo Salón de los Independientes, que era entonces lo más moderno que había.
Siona regresa a Israel en 1929. De ese entonces son los retratos de algunos de los grandes nombres del mundo de la cultura de entonces, la actriz Jana Rovina, la gran dama del teatro hebreo, Uri Tzvi Greenberg, máximo representante del expresionismo lírico, o Abraham Slonsky, Premio Israel de Literatura 1967. También es miembro fundador de la Asociación de Pintores y Escultores de Israel.
En una de las famosas veladas culturales en casa del crítico de arte Yitzjak Katz y su esposa, Batsheva -que entonces era un importante epicentro del ambiente cultural telaviveño e incluso israelí- Siona conoció a quien pronto sería su marido -entonces sólo era el hermano del anfitrión de la velada.
Mordejai Katz. y Siona fueron padres en 1934 de un niño, a quien llamaron Abraham; con el tiempo , este niño rubicundo sería un conocido diputado de la Kneset e incluso ministro de agricultura.
Tres años después de haber sido madre, la ciudad de Tel Aviv, que Siona ha pintado innumerables veces, decide distinguirla otorgándole el premio Disingof, uno de los más importantes galardones del mundo de la cultura en Israel y que es el premio de mayor trascendencia que la pintora recibió en vida.
A partir de este momento hay un gran paréntesis en su mundo creativo, pues -a pesar de tener 42 años y de ser madre de un niño pequeño- se alista como voluntaria y piloto aéreo en el ejército británico, trabajando para distintas organizaciones de ayuda a la mujer en el complejo contexto de la Segunda Guerra Mundial. Fue licenciada en 1944 y entonces pasó en Israel a formar parte de la milicia judía Haganá, uno de los tres fundamentos de lo que hoy son las Fuerzas De Defensa de Israel (FDI)
En 1948, año sionista donde los haya llevó su obra al pabellón de Israel en la Bienale de Venecia.
Regresa al óleo y la acuarela en los magníficos años ´60, cuando abandona la localidad galilea de Tsfat, donde vivía en una iglesia decimonónica abandonada. Gracias a ella se creó la cada vez más floreciente comunidad artística de Tsfat, en cuyas sinagogas aún cuelgan algunos cuadros suyos. Regresa a la ciudad blanca para pintar la ciudad que sus padres ayudaron a fundar, Tel Aviv. Su estilo, heredado de su estancia parisina, fluctúa entre el cubismo y el naïf con una clara tendencia a la representación orientalista de las nuevas corrientes israelíes, anteriores a Nuevos Horizontes.
Siona falleció en 1988 y la ciudad de Tel Aviv tuvo a bien nombrar con su nombre una calle de la ciudad, cosa que ya había hecho antes con su padre. En 1977 también había sido nombrada Hija Predilecta de Tel Aviv. El estado de Israel también ha editado sellos estampados con reproducciones de sus cuadros.