YEHUDÁ BENSENYOR

 En recuerdo de uno de los olvidados funcionarios e intelectuales  hebreos de la Corona de Aragón en el S XIII.


 Hacia 1250 -reinando Jaime I El Conquistador -Astruc ben Yehudá Bonsenyor,  trujumán (traductor) de documentos árabes para la Corona de Aragón, es padre de un niño al que llama como el abuelo, Yehudá. El hijo continuará la carrera del padre en la administración de la  corte aragonesa, primero con Alfonso III (1285-1291), a quien acompañó a la reconquista de la isla de Menorca,  y luego  con Jaime II, (1291-1327) para quien ejercería como notario general, además de traductor del árabe.

  En 1305, según la Enciclopedia Judía, el rey Jaime le concedió la gracia de ir a Provenza a estudiar -posiblemente Torá- y el 4 de noviembre de 1310, por el bien que le hacía a la corona,  el monarca le eximió de toda carga fiscal en la aljama barcelonesa;  y también ordenó que no se le molestara, ni él ni a sus hijos, por deudas tributarias no saldadas anteriormente.

 Jaime II necesitaba muchas traducciones del árabe: no sólo porque extendiera la Corona de Aragón hasta Murcia -y por todas las islas  del Mediterráneo occidental, Sicilia, Cerdeña, etc.- sino que  también pretendió una alianza con el sultán de Egipto y procuró la expansión aragonesa por Tremecén, Bugía y Túnez.

   El rey no sólo necesitaba traducciones de embajadas y demás, sino que también le encargaba la traducción de famosas obras de las ciencias de los árabes. Por ejemplo, le mandó traducir el «Kitab Al Tasrif», un tratado de medicina. Y también El Libro de dichos y palabras de los sabios y filósofos. Este título no es real, sino que, según la Enciclopedia Judía,  fue dado por el conquense  Yaakov Tsadik de Ucles  al traducirlo al español en 1402 con el título «Libro de Sabios e Philosofos». Mucho más tarde ya en el S XIX, el historiador malloquín Gabriel LLabrés lo editó en el  S XIX para  «Documentos Ineditos de la Corona de Aragon,» vol. xiii. y la  «Revista Catalana» (1889) y publicándolo como libro ese mismo año en Palma de Mallorca. 

  La obra de Bonsenyor consta de un prólogo y 775 proverbios con una macro-estructura de 70 rúbricas que no son del autor, sino de los copistas de los manuscritos. Tratan sobre tópicos medievales como el temor a Dios, la educación de los príncipes, el actuar con sabiduría, o de la vida cotidiana, como el control de los vicios, las artes de la vestimenta, etc. Algunos filólogos catalogaron su obra injustamente como literatura popular no notable, pero parte de la obra, según M. Steinschneider (1993) está fundamentada en la colosal obra de Ibn Gabirol, Perlas Escogidas, «Mibjar Pnimím». El hebraísta Ignasi González-Llubera sostuvo en 1931  que el libro de Jafudà Bonsenyor procedía del «Mukhtar al-hikam»,  obra del historiador y médico egipcio, de origen sirio, Mubashshir Ibn Fatic (1019-1097), que a su vez -para la mayoría de los filólogos- es una ampliación del Kitab adab al-falasifa, del médico  bagdadí  Hunayn Ibn Ishaq (809-873), el cual había compendidado sentencias de los sabios griegos. Yisjak Baer en A History of the Jewish in Christian Spain (1978) no duda: la obra está basada en fuentes árabes, sí, pero también latinas y hebreas.

Bonsenyor falleció alrededor de 1334, presumiblemente en Barcelona.

Su hijo -algunos dicen que su nieto- cuando la gran masacre de 1391, se convirtió al cristianismo y tomó el nombre de Ferrario Gracia de Gualbis.

 

Bibliografía:

  • J. Bonsenyor, Llibre de paraules e dits de savis e filosofs, ed. by G. Llabrés y Quintana (1889)