Una de las más antiguas copias conocidas del canón hebreo del Tanaj, de la comunidad sefardí de El Cairo en el S XIV.
En 1848, el etnógrafo y viajero Jacob Saphir -entonces un joven de unos 20 años- fue enviado como emisario para recaudar fondos con los que rehabilitar la maltrecha situación de los judíos en Jerusalén. En 1854, repetiría la experiencia -para construir la sinagoga de la Jurvá- y fue así como llegó a El Cairo (donde descubrió la guenizá de la sinagoga de Ben Ezra, que dejó intacta) y también al Yemen. Allí, en la ciudad de San´a, adquirió un manuscrito importantísimo, del S XIV, que hoy está conservado en la Biblioteca Nacional de París.
La pieza -en dos volúmenes- contiene los 24 libros canónicos del Tanaj, en escritura cuadrada sefardí, con el nikud (Vocalización sublineal) de estilo tiberiano, y con abundantes Masora Magna y Parva (glosas hebreas en los márgenes)
El origen de la composición no es Yemen, pues carece de todos los rasgos distintivos de la producción literaria yemenita, mientras que presenta todos los relativos a la tradición sefardí. Se sabe que antes de aparecer en el Yemen estuvo en El Cairo; el colofón, la ficha bibliográfica final indica que perteneció a Sar Shalom Ha´Nasí, presidente de la comunidad sefardí de El Cairo, que lo encargó. Luego fue adquirido por Yosef Ha´Kohén Iraki -Al Ousta (el artesano) – ministro de finanzas del rey del Yemen en una visita a Egipto.
Jacob Saphir lo compró a un nieto de David ben Saʻīd al-Ṣārum, que lo había heredado de su abuelo David, quien lo había comprado en 1795 a un tal Abraham al-Manzeli, que se lo compró a un nieto del ya mencionado Yosef Ha´Kohén.
El primer volumen del libro está adornado con un frontispicio iluminado y otras páginas decorativas, mostrando un candelabro impreso de siete brazos y sus accesorios, utilizando una antigua técnica de exprimido para producir un efecto de relieve con calcos dorados.
El comienzo del códice contiene un registro genealógico que se cree pertenece a su propietario original, Sar-Shalom Ha´Nasí , quien remonta su linaje al Rey David . El mismo registro genealógico aparece en la p. 768 en el Tanaj de Shem Ṭov, de los SS XIII-XIV , y del cual habló el bibliófilo David Solomon Sassoon. Los estudiosos se inclinana a pensar que estas genealogía puede haber sido una forma estándar de la época para los códices.