Historia del primer carnicero kasher que hubo en Nueva York.
Cuando Portugal acabó venciendo a los Países Bajos en Brasil, los judíos de Recife, Pernambuco, temieron la llegada de la Inquisición y abandonaron el lugar. Fue así como algunos de ellos -otros regresaron a Amsterdam o se quedaron en Jamaica- llegaron a la aún entonces localidad holandesa de New Amsterdam, que después de conquistada por los ingleses pasa a llamarse New York. Uno de aquellos primeros judíos sefardíes que fundan la comunidad neoyorquina fue Asser Levy.
No sabemos muchas cosas sobre él, pero se cree que nació en Amsterdam, donde vivió durante algún tiempo, pero no consiguió el status de «burgher» (habitante de un burgo, esto es, ciudadano). En los archivos de la ciudad de Amsterdam consta que el 26 de abril de 1660 reclamó ante la justicia cobrar una deuda que no se le había saldado y que, al mes siguiente, anunció que se iba a vivir a Alemania (probablemente a Hamburgo, que era la comunidad sefardí más cercana) No le debió ir bien allí, así que regresó a Amsterdam y con su esposa, Miriam, se embarcó en la aventura de ir a América para establecerse en Recife, entonces en manos de los holandeses. Y como hemos dicho, fue uno de los 23 judíos que en 1654 desembarcaron en Nueva York.
En 1655, Peter Stuyvesant, el gobernador de la colonia neerlandesa -que en principio rehusó el desembarco de los judíos- recibió la orden de atacar Nueva Suecia -la colonia sueca en el río Delaware. En consecuencia, Stuyvesant ordenó el alistamiento de todos los adultos varones. De entre los judíos, unos cuantos se presentaron a filas, pero para su sorpresa se encontraron con un flagrante caso de discriminación: Stuyvesant había ordenado que a los judíos no se les permitiera alistarse, sino que en su lugar lo que debían hacer era pagar una contribución mensual por la exención de servicios militares. Levy, que formaba parte del contingente judío dispuesto a luchar en el ejército junto con sus camaradas judíos, se negaron a pagar; el 5 de noviembre de 1655 solicitaron licencia para ser eximidos del pago del impuesto. La petición fue rechazada diciéndoles que si no estaban satisfechos con la ley, podrían ir a otro lado. Levy, como buen judío, no desistió en su empeño y apeló a las autoridades de Holanda, que le autorizaron, a él y a sus colegas, a formar parte de las tropas como cualquier otro ciudadano de los Países Bajos. Y con los mismos derechos para todas las cosas.
En Nueva Amsterdam se dedicó a ser shojet (carnicero que sacrifica las piezas según la Halaká) Su carnicería, en donde hoy se levanta Wall Street, fue la primera carnicería kasher que hubo en Nueva York. También fue el primer judío en ser propietario de una vivienda en Norteamérica, pero no en Manhatan, sino en Albany, entonces llamada Fort Orange, capital del estado de N.Y. Le fue muy bien en la vida, como demuestra el hecho de que en 1664 se solicitara de los más ricos habitantes una contribución para construir defensas contra el acoso militar ingles y que Levy, el único judío rico de la localidad, aportara cien florines. En 1671 prestó el dinero para construir la primera iglesia luterana en Nueva York.
Uno de los más grandes recuerdos que se le han tributado fue dar su nombre a un parque público en el barrio de Coney Island, Brooklyn. También lleva su nombre un colegio de primaria en Nueva York. Peo quizás el más destacado recuerdo sea el Centro recreativo entre las calles 23 y 25, que incluye unos baños públicos con piscina, construidos en 1905.
Bibliografía:
- «לִיוַואי, אשר», יהודה דוד אייזנשטיין (עורך), אנציקלופדיה אוצר ישראל, ניו יורק: פרדס, תשי»ב, חלק ו, עמוד 38, באתר היברובוקס