BABA SALI

Nota biográfica sobre uno de los más decisivos rabinos sefardíes del S XX



Israel Abujatsira fue a nacer en Rosh Ha´Shaná del año 5650 (26/09/1889) en la localidad marroquí de Risani, distrito de Tafilalat, junto a las dunas de arena del desierto de Arg Shabi, que hace de frontera natural entre Marruecos y Argelia y que fue un cruce de caminos de prósperas rutas caravaneras en donde nació el fundador de la dinastía alauita, la que hoy reina sobre Marruecos.

En ese lugar existió una comunidad judía de unas setecientas almas alrededor de una gran yeshivá. Entre ellas, los miembros del importante linaje rabínico de los Abujatsira, descendientes  de r. Shmuel Elbaz; fue éste un rabino del S. XVI, primera generación de sefardíes, asentado en Jerusalén, quien cambió el nombre de la familia;  según la leyenda, rabí Elbaz voló sobre una estera desde Yafo a Constantinopla; Abu Jatzira significa «el dueño de la estera». Discípulo de Jaím Vital en Tsfat, pasó a Damasco, donde ser eunió con sus padres; en su famosa sinagoga de Jobar, está enterrado. Los Abujatsira siempre estuvieron envueltos en un aura sobrenatural, mistiquísima, inefable.

El abuelo de Baba Sali, r Yaakov, fue maestro de su propio hijo, Masaud, temprano líder comunitario y darshán de la comunidad de Tafilatet, famoso entre los de su generación por sus responsa y por su extremada piedad, llena de ayunos, estudios y mitzvot. No sólo fue padre de Israel, el Baba Sali, sino también de Yitzjak, Baba Jaki, y de r. David Abujatsira. Cuando éste falleció, Baba Sali tenía 18 años y le sustituyó en la dirección de la yeshivá de Risani.

En  1919 no sólo acababa la Primera Guerra Mundial, sino que también  se produjeron batallas entre los marroquíes y los franceses. En ese marco, se sospechaba de que algunos miembros de los Abujatisra habían colaborado con las fuerzas francesas. El Shabat del 14 de Kislev de  1919, el rabino David fue ejecutado por un líder local. Después de eso, Baba Sali y su hermano, el rabino Yitzhak Abuchatzira, huyeron a la ciudad . Al mismo tiempo, Baba Sali fue nombrado rabino del distrito de Tefilalat.

Poco después, en 1922, cuando en Jerusalén había acabado el mandato otomano y empezaba el mandato británico, Baba Salí partió hacia la Tierra de Israel, con el objetivo de estudiar en la yeshiva de BET EL. Luego, regresó a Marruecos, pero volverá a Israel en 1933, para estudiar en PORAT YOSEF. Retornó a Marruecos para casarse con Miriam Amsalem. No obstante, en 1951, con su esposa e hijos, la familia hace aliá y se instala en el barrio de Baka, en Jerusalén. Pero no se quedó mucho tiempo allí, sino que vivió en Francia, en Túnez y otra vez en Marruecos, donde se volvió a casar con Simi bat Shimon.

En 1964, la familia retorna a Israel y se asienta, primero en Yavne y en Ashkelon después. Finalmente, en 1970 llegaron al destino final: Netivot. Fue allí donde la fama de su santidad comenzó a recibir peregrinos que buscaban su milagrosa bendición.  Ya de avanzada edad y con la salud minada, tuvo que abandonar el voto de no comer carne para poder sobrevivir. Falleció el cuarto día del mes de Shevat del 5574, y fue enterrado ese mismo día en un funeral de asistencia masiva. Su tumba hoy es lugar de peregrinación, en especial el día de su hilulá (su enaltecimiento) En Netivot hasta hay todo un barrio a nombre del Baba Sali, además de numerosas calles en diferentes localidades israelíes y sinagogas por todo el país.

Su fama obrando milagros se hizo inmensa. Durante la Guerra de Yom Kipur, fue a verlo un soldado en una silla de ruedas, herido de bala en la espalda, a punto de que le cortaran una pierna. Baba Sali le preguntó si se ponía todos los días Tfilín y si guardaba el Shabat como se ordena. El soldado fue sincero y contestó que no. Enonces el rabino le preguntó:  «Si yo te bendijera y fueras capaz de ponerte de pie, entonces observarías las mizvot?» «Sí» , respondió el joven soldado. Y tras ser bendecido, se pudo poner en pie sin ayuda alguna. El milagro corrió como la pólvora y creó un gran movimiento general de tshuvá.

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