Historia del primer judío en ser ennoblecido y su papel como protector de la comunidad de Viena.
Al nordeste de Portugal, a la sombra de la Hª templaria en la frontera con la provincia castellana de Zamora, se levanta la villa de Mogadouro. De hecho, el nombre de esta villa ya habla de su nacimiento como frontera: una muga (de donde Moga en portugués) es un mojón, hito, la señal de una linde, en este caso muga del río Duero. Apenas dista una cuarentena de kms. de Fermoselle, de copiosa judería y rico vino, por lo que es fácil entender que Mogadouro fuera, primero, refugio de judíos zamoranos , luego, sede de no pequeña comunidad de neocristianos por necesidades vitales: los anusím. (En este lugar nació el converso Luis de Carvajal, conquistador y fundador de Nuevo León en el vireinato de Nueva España, aunque cuando fuera detenido adujo que era nacido en Fermoselle)
Es el caso de Antonio Martín, orfebre, casado con Isabel Pereira, que fueron padres de Francisca, casada con un zapatero llamado Francisco Lopez. Estos, en 1593, fueron los progenitores de una niña, Isabel, alias «La Mansa» , procesada por la Inquisición de Coimbra en 1651, y ajusticiada en auto de fe al año siguiente. Reconciliada, huyó a Francia -suponemos que a Bayona o Burdeos- con todas las hijas que había tenido con Gaspar Lopez. Sin embargo, el mayor de los hijos, Francisco -el tercero de su prole- se fue, primero a Granada, y luego a Sevilla, posiblemente por negocios, ya que se dedicó al comercio del tabaco y Sevilla era desde el S XVI donde se fundaron las primeras tabacaleras de Europa. En Sevilla tuvo que pagar una multa a la Inquisición y quizás por eso acabe pasando los últimos días de su vida en Madrid, con su esposa María Díaz, que fueron padres de Manuel. Este, casado con Branca será el padre de Diego Pereira d´Aguilar.
En 1722, ocurrirán dos cosas importantes para Diego. Por un lado, se casa con Donna Simja de Fonseca, con la que será padre ni más ni menos que de 15 criaturas. Por otro lado, los recién casados parten para Londres. De allí pasaron a Amsterdam, donde Diego comienza a trabajar con el familiar negocio del tabaco ya como retornado al judaísmo con el nombre de Moshé.
Pero no se quedó mucho tiempo en Amsterdam, pues pasó a un lugar que le sería más propicio: Viena. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos VI de Habsburgo -el archiduque Carlos, para entendernos- tan dado a los gustos ibéricos, lo mandó llamar a su corte imperial. En 1725 , D´Aguilar tuvo el privilegio de que se le otorgara el monopolio del mundo del tabaco. Y no sólo eso, sino que en 1726 fue ennoblecido por el propio káiser, concediéndole una baronía.
El archiduque Carlos tuvo una hija, María Teresa, que será en su tiempo la mayor regenta de Europa, ya que, además de archiduquesa y soberana de Austria, de Hungría, de Bohemia y de Croacia, fue duquesa de Mantua, Milán, Galitzia y Lodomeria, Parma y los Países Bajos Austríacos . Por su matrimonio con Francisco I, fue también emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico. Pero no tenía ni un florín. El barón D´Aguilar, sin embargo, a fuerza de poner a todos los europeos a echar humo por la boca y las narices, había amasado tal fortuna que le apodaban el Rey Chico; puesto que Carlos arruinó el imperio con su política bélica, el pequeño rey hebreo prestó a María Teresa de Austria 300.000 florines para que la archiduquesa remozara el palacio de Schönbrunn (el versalles vienés y , por tanto, uno de los monumentos más visitados de Viena hasta día de hoy) . Mª Teresa, hay que decirlo, fue una déspota morrocotuda de impudicia antisemita. Tal es así que, ante la obsesión con la expulsión de los judíos, su hijo -José II- la amenazó con renunciar a la corona de los Habsburgo si no cejaba en su empeño de amenazar a los hebreos. D´Aguilar, por su parte, amortizó los trescientos mil florines y la cercanía cortesana para que se impidiera que la comunidad judía sufriera más de lo tolerable (Los Habsburgo habían acabado por vencer al Imperio Otomano y en Viena había una comunidad considerable de sefardíes) Fue así como, además de frustrar la expulsión de los judíos de Moravia en 1742, se consiguió una ratificación que garantizara la protección de los súbditos judíos del Imperio todo. Los askenazíes de Bohemia, y en especial de Praga, salieron beneficiados , pues estaban acusados de enredar la sucesión imperial de los Habsburgo. (Acabaron expulsándolos de Praga en 1745 mientras que el resto de la judería de Bohemia permaneció impertérrita ) La emperatriz hasta prohibió las conversiones forzadas y castigó a los clérigos que imponían impuestos a los judíos. Quedó todo expuesto en el Codex Theresianus.
Según el biógrafo del barón D´Aguilar , Ludwig August Frenkl (fallecido en Viena en 1894) , también fue el responsable de la fundación de la sinagoga de Timisoara, hoy en Rumanía.
Al final, con una petición de extradición por parte de España, y dado que en Austria el asunto fiscal no le era ni cómodo ni favorable, regresó a Londres, donde frecuenta a los Mendes da Costa hasta el punto de que casa a una de sus hijas con un miembro de esta aristócrata familia. D´Aguilar morirá a orillas del Támesis en 1759.
En la sinagoga de Viena, construida en 1885 y destruida en la Noche de los Cristales Rotos, se conservaba una corona y sus rimoním de Sefer Torá, de plata, en la que habían grabado su nombre.
La baronía fue heredada por su hijo Efraím, un excéntrico aristócrata que vivía con 30 criados a su servicio ,tesorero (gabay) de la comunidad sefardí de Londres , de la cual fue elegido director en 1765, pero se negó a servir y además se negó a pagar la multa por el desaire . Se le dieron ocho días para retractarse y parece ser que lo hizo, ya que el 5 de marzo de 1767 se casó por segunda vez en la singagoa de Bevis Marks ( lo cual no habría podido hacer si hubiera estado sometido al jerem) . D’Aguilar fue elegido nuevamente para el cargo en 1770 y durante algunos años siguió siendo miembro de la sinagoga. Casó con Caterina Mendes Da Costa, cuya primera hija casó con el sexto conde de Earl.
El importante estudio de «Los españoles sin patria», de A Pulido, en el que a fecha de 1905 se retrata mediante diversas informaciones internacionales toda la judería sefardí del momento, cuando habla de la fundación de la comunidad de Viena recoge una antigua leyenda en la que se cuenta una presunta historia referente a Diego Lopes Pereira D´Aguilar