EL ULTIMO BARÓN DE BOMBAY

Reseña biográfica de Sir Victor Sasoon, el último magnate de este importante linaje sefardí.


David S. El patriarca.

El muy aristocrático, opulento y filantrópico linaje de los Sasoon -que tiene origen ni más ni menos que en los poderosos Ibn Shoshán de Toledo- llegó a Bagdad (de donde procedían cuando llegaron a Sfarad) cuando el Imperio Otomano conquista las tierras que hoy llamamos Irak, esto es, desde 1534 (y hasta 1920) Pero los Sasoon dejaron Bagdad a mediados del S XIX, asociados al mundo británico que embarcaba en el puerto de Basora para poder llegar fácilmente a la colonia de la India. El imperio económico que los Sasoon levantaron en Bombay y Calcuta se extendió hacia oriente y alcanzó Shanghai. Pero luego, abandonarán la India y radicarán en Inglaterra. Fruto de ese dinamismo comercial a la vera de los británicos es la baronía de Bombay, creada en 1909 para sir Jacob Elías Sasoon, el primogénito de Elías David Sasoon, segundón del patriarca fundador de los Sasoon en India. Jacob Elías falleció sin descendencia y el título nobiliario lo heredó su hermano pequeño, Edward, el constructor de la magnífica sinagoga de Bombay, así como la de Hong Kong y la de Shanghay. Sir  Edward sí tuvo descendencia: en pleno viaje de Inglaterra a la India, en Nápoles, el 20 de diciembre de 1881, nació su hijo primogénito:  un niño al que llamaron Victor.

Victor, que con el tiempo heredaría la baronía de su progenitor, fue educado en las más prestigiosas instituciones académicas del Imperio Británico, sobre todo para su enseñanza superior, que cursó con laudes en el Trinity College (Cambridge) Sirvió en la R.A.F (la Royal Aire Forces) durante la Primera Guerra Mundial y en 1916 sobrevivió a un accidente de su aeroplano, aunque las consecuencias sobre una pierna las arrastraría para el resto de su vida. Luego, en 1924, hubo otro momento de inflexión en su existencia: su padre muere y él hereda la baronía mumbaikar (de Bombay, no existe gentilicio en español) Fue entonces cuando abandona Inglaterra y se traslada a la India para hacerse con las riendas de los negocios textiles de la familia.

Pero el manejo de la empresa familiar no la dejó quieta en Bombay sino que la trasladó a Shanghay. De hecho es uno de los millonarios inversores que desarrolló el espectacular progreso económico del lugar tal como lo concebimos ahora. Adquirió más de 50 compañías, de las cuales quizás las más conocidas del gran público fueron Cathay Line Company y el Cathay Hotel Company (hoy the Peace Hotel) También era propietario de grandes edificios para oficinas internacionales en the Bund, el paseo a la vera del mar, uno de los símbolos del frenesí económico de esta ciudad china. El llamado Gheto de Shanghay era prácticamente obra suya, pues se ocupó mucho de la vida de los judíos del lugar.

Pero a él lo que le gustaba era la fotografía, entonces una afición para gente de la clase alta, la única que se podía pagar buenas cámaras fotográficas en los años ´20. El no compraba cámaras: montaba estudios. Coleccionaba marfiles de caballos de carreras -hoy en el British Museum. Sus amigos eran Charlie Chaplin, Marlene Dietrich, Bette Davis, a los que a menudo fotografió no sin muy buen gusto. Usaba las fotografías para ilustrar sus diarios personales, no para publicarlas. También de las amistades aprendemos quién era.

Dejó Shanghay -muy a su pesar- en 1941, cuando China y Japón entraron en guerra. Luego, con la llegada del comunismo a China, lo vendió a todo y se afincó en las Bahamas, en el lujoso resort de Cable Beach. Pero tenía un ranchito en Nuevo México, que llamó «El Refugio», hoy un bed&breakfast. Y como aún permanecía soltero y ya tenía una edad, se casó con su enfermera, Evelyn. Ella , ya baronesa viuda, continuó la labor filantrópica de Victor después de que éste falleciera el 13 de agosto de 1961. Como tampoco tuvo descendencia ni dejó poderes notariales para transferir la sucesión, la baronía de Bombay se extinguió.