FARHUD

En recuerdo de la masacre de los judíos de Irak el primero de junio de 1941.


 En el año 1535 el sultán otomano Suleimán El Magnífico -llamado así por la magnífica expansión del imperio- toma Bagdad, entonces en manos de la dinastía irania de los safavidas. Los judíos del Imperio Otomano -romaniotes y sefardíes- a partir de entonces también se asentarán en lo que hoy llamamos Irak. En 1623 los persas reconquistan el territorio perdido y lo volverán a perder en 1638. En esa reconquista otomana el ejército estaba compuesto por un 10 % de judíos. Al día de la victoria lo llamaron Yom Ha´Nes, lit. el Día del Milagro en hebreo, instituido como día festivo. Todo esto coincide con el auge de las expediciones comerciales europeas hacia la India, que atraviesan el Mediterráneo hasta el puerto de Alejandreta y siguen por tierra desde Aram Tsobá (Alepo para los cristianos) para llegar a Bagdad y , desde el puerto de Basora, por el Golfo Pérsico, llegar a la India. Esto hará florecer de nuevo la comunidad judía en lo que había sido Mesopotamia. Pero en 1733 la comunidad judía es asolada por una epidemia que diezmó considerablemente la población y los que quedaron con vida pidieron auxilio a los judíos de Arám Tsobá para reconstruise. R. Shmuel Leniado (Leñado) tomó cincuenta familias sefardíes de Alepo y se fue para allá. Muchos de ellos  formarán el nuevo Beit Din de Bagdad.

La vida de los judíos irakíes comenzó a complicarse después de la Masacre de Jebrón en 1929. En septiembre de 1934,  Arshad al-Umari  es el  nuevo ministro de Economía y Comunicaciones: decenas de judíos fueron destituidos de sus puestos en ese ministerio. Luego hubo cupos para que los judíos ocuparan puestos en la administración pública o numerus clausus en las universidades. Y entonces vino la desposesión violenta, o en árabe, Farhud.

El primero y segundo día junio, año 1941, los judíos estaban celebrando la fiesta de Shavuot; pero también era el tiempo inmediatamente  posterior a la  victoria británica en la guerra anglo-iraquí, esto es,  el colapso del gobierno pronazi de Rashid Ali.  Los judíos fueron acusados de haber ayudado a los británicos. El pueblo, enfervorecido, saltó sobre los judíos y más de 180 de ellos murieron asesinados ; 1.000 resultaron heridos, y  entre 300 y 400 manifestantes no judíos murieron en el intento de sofocar la violencia . Paralelamente a la pérdida de estas vidas, se perpetraron  numerosos  saqueos en  propiedades judías. Desaparecieron por completo 900 casas judías. En dos días. Mientras el mundo miraba para otra parte.

Entre 1932 y 1941, la embajada alemana en Irak, encabezada por el Dr. Fritz Grobba, apoyó significativamente los movimientos antisemitas y fascistas en Irak.  Intelectuales y oficiales del ejército  irakí fueron enviados a Alemania como invitados del partido nazi para aleccionarlos en la barbarie y se publicó material antisemita en los periódicos para que el pueblo también fuera incendiado por dentro con el fuego del mal. La embajada alemana compró el periódico Al-alam Al-arabi («El mundo árabe») que publicó, además de propaganda antisemita, una traducción de Mein Kampf en árabe. La embajada alemana también apoyó el establecimiento de Al-Fatwa, una organización juvenil basada en una orden de caballería medieval musulmana reconvertida  según el  modelo de las Juventudes Hitlerianas.

Winston Churchill envió un telegrama al presidente Franklin D. Roosevelt, advirtiéndole de que si Oriente Medio caía en manos de Alemania, la victoria contra los nazis sería  » dura, larga y sombría» dado que Hitler tendría acceso a las reservas de petróleo. Pero no hablaba de lo que estaban viviendo los judíos en las calles de Irak en ese momento.

El 25 de mayo, Hitler emitió su Orden 30, intensificando las operaciones ofensivas alemanas: «El Movimiento de Libertad Árabe en el Medio Oriente es nuestro aliado natural contra Inglaterra. En este sentido, se concede especial importancia a la liberación de Irak … Por lo tanto, he decidió avanzar en el Medio Oriente apoyando a Irak.

Según el gobierno iraquí y fuentes históricas británicas, la violencia comenzó cuando una delegación de judíos iraquíes llegó al Palacio de las Flores (Qasr al Zuhur) para reunirse con el regente Abdullah, y fueron atacados en el camino por una turba árabe iraquí  al cruzar el puente Al Khurr. .la violencia  violencia se extendió  rápidamente por  los distritos de Al Rusafa y Abu Sifyan, y empeoraron al día siguiente cuando elementos de la policía iraquí comenzaron a unirse a los ataques contra la población judía, en los que se incendiaron  tiendas  y una sinagoga fue completamente destruida.

El orden civil se restableció después de dos días de violencia en la tarde del 2 de junio, cuando las tropas británicas impusieron un toque de queda.