YEMÍN MOSHÉ, JERUSALÉN EXTRAMUROS

Historia del primer barrio judío que se construyó fuera de las murallas de Jerusalén, y que lleva -como otros barrios- el nombre de su impulsor :Moshé Montefiore-


Al principio, a  última la hora de la tarde -cuando según el calendario hebreo comienzan los días y el Sol mira hacia oriente para que todo sea de oro- todas las puertas de Jerusalén se trancaban hasta que llegara el alba, pues las inmediaciones de los Montes de Judea, en la segunda mitad del S XIX,  estaban en manos de bandas y bandidos. Intramuros, el hacinamiento y dejadez general de la administración otomana eran cada vez más insoportables, no sólo por desidia gubernamental sino también porque por ejemplo,  entre 1831 y 1918, por si fuera poco, hubo una serie de epidemias de cólera.

Al principio, la población judía de esa Jerusalén intramuros era básicamente sefardí -unas tres mil almas, que luego fueron muchas más, porque los terremotos de 1837 hicieron que unos dos mil-  abandonaran  Tsfat y Tiberias para radicarse en la Ciudad de Oro. Y además, a mediados de siglo, comenzaron a llegar muchos peregrinos. Las condiciones de vida decimonónicas eran muy  insalubres. Los judíos sefardíes , pobres. El futuro, una desesperante incertidumbre.

Al principio, los Rothchild habían intentado una solución -un parche temporal- construyendo unos edificios -Batei Ha´Majse-  en la década de 1850. Poco después llegó de visita a Jerusalén el yerno de los Rothschild, Moshé Montefiore -rico por sí mismo- y quedó impresionado con las condiciones en que vivían los judíos.

Un día a  finales de 1853, sir Montefiore recibió  una carta remitida desde Nueva York  por el rabino SM Isaacs, co-fundador con el sr. Sampson de la «Sociedad de Socorro de América del Norte». Le escribía para decirle que le enviaba 145 $ con el propósito de que se usaran para la la lucha contra la pobreza en Tierra Santa; durante el resto de su vida, el r. Isaacs envió esa cantidad una vez al año. Pero, además, en la carta se informaba de la reciente pérdida de un gran judío y filántropo, el sr. JUDAH TOURO, que había dispuesto en su testamento que  a la Sociedad de Socorro de América del Norte se le entregaran 10,000  $ y una suma adicional de 50,000 $  para beneficio de los hebreos pobres de Palestina; la última suma sujeta al control de Sir Moses. Por supuesto, Montefiore contestó de inmediato al rabinio Isaacs para expresarle su total conformidad y disposición.

 Montefiore, que acababa de recibir noticias sobre la insoportable situación de miseria de los judíos de Jerusalén, también escribió al rabino jefe del Reino Unido, el sr. Adler, para pedirle que escribiera una circular a todas las comunidades británicas alertando de la situación. Adler le contestó que había recaudado casi 20.000  libras. No sólo hubo donaciones de los judíos de Londres. Montefiore fue a visitar a Sir Culling-Eardley, cuyo padre, sefardí de Hamburgo,  había  llevado una vida judía  pero,  para nombrarlo caballero,  el hijo se convirtió al anglicanismo; le prometió aportar una sustanciosa suma y además pedir a sus amigos que le secundaran. También había gente de la alta sociedad inglesa y de la cultura que donaban de forma anónima y de forma paradójica a lo que expresaban en público respecto a los judíos.

Los Montefiore, en uno de sus viajes ya quisieron comprar tierra para  ellos, pero se encontró con que el gobernador otomano de Jerusalén le ofrecía una colina cercana , al otro lado de la Puerta de Yafo y de la vaguada conocida como Brejat Ha´Sultán, la Piscina del Sultán. Esto ocurría 16 años antes de que se construyera Mishkenot Shanaaním. Este emblemático edificio, el primero que se construyó extramuros, se creó como una casa de beneficiencia, pero los judíos a los que se les propuso vivir allí no estaban dispuestos a exponerse al pillaje nocturno. Montefiore incluso ofreciói dinero para que aceptaran la propuesta de vivir con sus hijos en una notable mejor calidad de vida. Además de una muralla, el edificio contaba con la cercanía de un molino para que pudieran tener trabajo y que los judíos pudieran comprar harina a bajo precio. Más tarde se convirtió en parte de Yemin Moshe, que se estableció en 1892-1894, en principio para estudiantes de Torá sin medios económicos.

 

Poco a poco fue poblándose con rabinos famosos, como Samuel Miyujás, Shmuel NIsim;  en los tumultos de los años 20, el barrio tuvo problemas con el acoso de los árabes y sus piedras contra los vecinos, entrando en alguna casa para desvalijarla, en especial la de los Yajin. Los tumultos se repitieron en 1936, tras el asesinato de un judío. Con la Guerra de la Independencia el barrio fue abandonado. Después se eligió  el lugar para vivieran en él los judíos que venían de Turquía. El vecindario comenzó a desarrollarse, y otros residentes, Ashkenazim y sefardíes,  se establecieron allí. Yosef Malki abrió la primera tienda de ultramarinos de Yemin Moshe en la calle Malki (que lleva su nombre) frente a la sinagoga sefardí, que fue renovada con la ayuda del Sr. Frank, el rabino vecino. Yosef Malki y su esposa iniciaron la apertura de una mikve y una casa de baños, un edificio alto en la calle Hatikva. Durante la semana, la mikve fue designada para mujeres, y la Sra. Malki fue responsable de ella; el viernes servía como una casa de baños para hombres. Yosef Malki transfirió la responsabilidad de la tienda de  ultramarinos  a otros residentes, y más tarde la tienda se travasó  a la calle Turo, la calle principal del barrio.

 

En 1949, se fundó la «Escuela Yemin Moshe Mizraji», una escuela estatal religiosa para niños y niñas, que durante muchos años estuvo a cargo de Zipora Diskin (y más tarde de Shmuel y Shlomo Tzachi.)  Al prinicpio, la institución estaba ubicada en varias casas del vecindario, y en 1950 el ayuntamiento les asignó una casa  con cinco aulas (paralelas a las aulas restantes). Más tarde, los residentes del barrio pidieron cambiar su nombre a «Monte Sión». En 1968, la institución se fusionó con la escuela Yehuda Halevi,  en Katamon.

Un año antes de la Guerra de los Seis Días, el gobierno decidió comenzar una reforma de toda la zona que mira hacia las murallas y decidió querer cambiar el carácter del barrio, que quería como una colonia de intelectuales (askenazíes)   La expropiación dada por el gobierno a sus habitantes  no era muy sustanciosa y algunos residentes pidieron créditos para poderse comprar casas en otro lugar, llegando a casos de ruina total. Otros vecinos se negaron en rotundo a abandonar la zona, en la que estaban desde el ´49 cuando vinieron de Turquía.  Llegaron incluso al Tribunal Supremo.   No se les admitió a trámite la querella. Era también la época de los Panteras Negras, el grupo de rebeldes sefardíes que cometían actos vandálicos en protesta por un caso de racismo entre sefardíes y askenazíes.

Acabaría siendo un barrio para gente de alto nivel académico y notorios medios de subsistencia.

Mishekenot Shana´aním permanece como sede del Centro para la Etica, dirigido por Yitzjak Zamir, juez retirado del Tribunal Supremo. Además, como albergue para académicos e intelectuales , el Centro de Música,