Un año más, en el día internacional del refugiado judío en países musulmanes, muchas sinagogas de todo el mundo recuerdan a quienes quedaron allí enterrados.
El próximo Shabat 30 de noviembre, numerosas sinagogas en distintas partes del mundo incluirán en sus servicios matutinos un kadish en memoria de los judíos enterrados en inaccesibles cementerios de países musulmanes. La Hasjabá de estos judíos tiene lugar el día internacional de los refugiados judíos en tierras de lengua árabe.
Este año, la experiencia -calificada como catártica por muchos- está previsto que el kadish se rece en cincuenta comunidades de distintos puntos del planeta, como pueden ser los que ya lo viene haciendo en anteriores ocasiones: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, México y Alemania .
Muchos cementerios judíos en todo el mundo árabe han sido destrozados o totalmente destruidos por los gobiernos. Según informes, el dictador iraquí Saddam Hussein plantó granadas entre las lápidas en el cementerio de la ciudad de Sadr por poner un ejemplo.
El 30 de noviembre, Israel y el mundo judío en general a lo largo y ancho de toda la diáspora, recuerdan el destino de más de 850,000 judíos que fueron expulsados de los países árabes e Irán en el siglo XX.
Este día conmemorativo conmemora la tragedia de las personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares y abandonar los países donde habían vivido durante milenios, únicamente debido a su identidad judía. Muchos fueron privados de sus pertenencias por expolios gubernamentales y muchos, además, sufrieron todo tipo de violencias, discriminaciones y persecuciones.