LA JUDERÍA DE TAUSTE

Judería zaragozana de las muchas que hubo en el Valle del Ebro.


Donde Aragón ya casi es Navarra , en la ribera del Ebro, se encuentra la comarca de las Cinco Villas, formada por las localidades de  Ejea de los Caballeros -la capital- , Sádaba, Uncastillo,  Sos del Rey Católico y Tauste, en la ribera de un río llamado Arba (como el número cuatro en hebreo) afluente del Ebro -en cuyo nombre hay quien ve algo como «ivri» , de laavor, pasar, como hebreo.

Interior de casa medieval en la judería de Tauste

Romana y musulmana, la pequeña localidad de Tauste se incorpora al Reino de Aragón en 1121 (reinando Ramiro II, que la erige como plaza que frenara los deseos expansionistas de la vecina Navarra)  La judería de Tauste no aparece como tal en la Historia hasta casi mediados el S XIII -lo cual obviamente no quiere decir que antes no hubiera judíos en ella- pero la primera mención documental es cuando el arzobispo de Zaragoza  da licencia para que, en 1280,  los judíos pudieran construir una sinagoga. No obstante, según el estudio ‘La Judería de Tauste’, coordinado por Margarita Castillo, las primeras noticias de la comunidad hebrea en Tauste se remontan a la conquista de la villa por Alfonso I en 1.105.

No constan datos censales   de la población de  la judería en el S XIII, pero en el último cuarto del S XV -es decir, en tiempos de la expulsión de Aragón- estaríamos hablando de unas 130 personas, de entre las cuales por archivos notariales se han identificado a unos cuarenta pater familias: Levý, Albalá, Amato, Sumiel, etc. Unos, desde Zaragoza, se irán por el puerto de Tortosa hacia Nápoles. Otros, incluso de mismas familias, preferirán irse a la cercana Tudela, que está en Navarra, donde no aplicaba el decreto de expulsión de la corona castellano-aragonesa. Familias con nombres como Abendaut, Abenrogat, Aflat, Albalá, Albó, Alfrangil, Amato, Aruesti, Benforat, Benjamín, Cohen, Gotina, Levi, Pexquer, Sumiel, Yaym Y no olvidemos que algunos incluso regresarán a Sefarad, convertidos: los Ribas, Gotor, Ortiz, por ejemplo)

En oscuro, la judería

En el recuento fiscal encargado por las Cortes de Maella (1404) se censan 22 fuegos judíos , es decir, 22 familias, que se calcula era entre el 12 y el 14% de la ploblación total, unas 700 personas (que para la época es bastante)  En los años anteriores a la expulsión el número de familias era de entre 25 y 30 familias, es decir, un incremento respecto a los datos anteriores.

Según actas notariales, a mitad del S XV la mitad de la población estaba vinculada al trabajo con la madera y el barro.  Entre los primeros , cabe señalar a Gento Amato, fabricador de cubas de pino o roble. Las mujeres disponen de telares donde hilan para ayudar a la economía familiar desde la propia casa, sostenida por curtidores de pieles, como los Alfrangil, que surtáin a otras localidades comarcales. O los Artatox (Ribas en la rama conversa) que eran los grandes comerciantes de la lana pirenaica. Y los grandes clásicos de físico y prestamista, por supuesto.

Si bien no queda nada tangible que enseñar, el entramado de las calles de la población permanece prácticamente intacto. Los judíos vivían junto al mercado, y según señala M. Angel Motis, en la la calle de San Bartolomé —denominada en ocasiones como la Carrera Mayor de la Judería- con la calle hoy llamada de Pedro IV,  con sus edificios de ladrillo enlucido con cal. Había un hospital cerca de la sinagoga, que fue reformada en 140o, al menos en su mobiliario, que no en su estructura.