LA JUDERÍA DE MEDINA DE POMAR

 Medina de Pomar, en la comarca de Las Merindades (hoy, provincia de Burgos) fue aljama famosa desde el S XI , que es desde cuando se tienen las referencias más antiguas.


Donde converge la meseta castellana con la cornisa cantábrica y el valle del Ebro -Castilla, País Vasco y La Rioja- se extiende la comarca de Las Merindades, una agrupación de 27 ayuntamientos con más de 300 localidades.  Una de ellas es Medina de Pomar, nombre híbrido, semítico-románico, que traduce por «Ciudad de los Manzanos» , a una jornada de viaje de Burgos y a otra de Castro Urdiales -puerto final de la Ruta de la Lana hacia el norte de Europa- pero también a otra de Logroño y por tanto   del camino francés de Santiago.

Medina, 1961, con la judería en azul

Alfonso VIII (1155-1214) que la repobló, fue quien llevó a los primeros hebreos a esta localidad -huidos de la invasión de los almorávides en el califato de Córdoba. Aunque aún seguían vigentes las normas antijudías de la legislación visigoda, ya los nuevos monarcas cristianos las ignoraban. En Medina se registraba la mercaduría de ultramar, gravada con el diezmo. Los muleros debían pasar por la calle del Rey (calle principal de la judería) para abonar el  portazgo. De hecho, algunas calles de la villa refleja todo ese comercio: Herrerías, Platerías, Curtidores…Y en este ambiente florecían los judíos. Del primero que hay noticia , en 1289 , mencionado junto con otros judíos de Briviesca, es Mayor Abraham de Medina, que vendía propiedades en Moscardero.

Los Velasco, caciques lugareños, se servían de los judíos de Medina como recaudadores de impuestos. E incluso como asesores financieros para transacciones económicas de envergadura. De hecho consta que Isabel la Católica prohibió a los judíos medinenses comerciar con el señorío de Vizcaya.

Judío notable de Medina fue don Yusaf al Nayi,  hábil financiero y con  fama de mujeriego,  rodeado de criados, tanto judíos como cristianos, que le acompañaron en sus constantes viajes por toda Castilla.  Uno de los hechos más graves en los que se vio involucrado fue el «inducimiento y circuncisión de un hombre cristiano y otros crímenes deshonestos cometidos por los judíos» de la sinagoga de Medina de Pomar. La causa tuvo lugar en 1430, pero los hechos habían ocurrido tres años antes. En realidad fue una encerrona contra el poderoso Yusaf al Nayi para acusarlo de mantener relaciones ilícitas con mujeres cristianas y permitir el que Barcilay de Ribacardo circuncidara a cierto cristiano andaluz al que pusieron por nombre Raby Abraham.

Puerta de la Jdería de Medina

La aljama medinense estaba extramuros, pero con la ampliación de la muralla, a comienzos del siglo XV,  quedó intramuros, a un extremo junto al muro más occidental del nuevo recinto. Una puerta, antes llamada del Arco y hoy de la Judería, recuerda la salida sur de la calle Nuño Rasura (o antiguo barrio judío) que por entonces llevaba el nombre de calle del Rey; tras  la expulsión, se le conoció por calle Nueva.

Como cabeza de todas las juderías de la comarca  en Medina de Pomares había gran  sinagoga y además conocemos su emplazamiento exacto por  un documento fechado en 1445. Se debió hallar cerca de la desaparecida puerta de San Andrés y entre las casas de la población judía adosadas a la muralla, ya que a menudo se habla de heredades situadas tras la Sinagoga y en contacto con el campo. Sin embargo, los vecinos la sitúan actualmente en el lugar donde están las Escuelas profesionales, esto es, entre la calle de la judería y la del Mercado (hoy Laín Calvo) afirmación que don Fernando Suárez Bilbao, uno de los mayores expertos en la historia de los judíos sefardíes, no comparte.
El 8 de julio de 1488 los judíos Jaco Hayn y Hosua de Arroyuelo se quejaban ante el Condestable de varios excesos del regimiento medinés. En primer lugar (y al igual que ya había ocurrido en Burgos en 1485), de que se prohibía a las mujeres cristianas, tanto de Medina como de su comarca, ir a comprar a la judería. El señor de la villa ordenó se permitiese su entrada, pero acompañadas de su marido o padre. También se quejaban de querérseles hacer pechar más de lo debido y de que en caso de disputas entre cristianos y judíos se les encarcelaba a éstos sin oírseles previamente. Finalmente se quejaban de los regidores, en caso de pena, les hacían pagar más de 60 maravedíes, cosa que prohibió el Condestable.
Castillos de los Velasco

El cementerio, según los documentos que nos han llegado, se situaría a la derecha de la carretera que de Medina va a Incinillas, cerca del monasterio de Santa Clara, hacia el final de la Revilla. Este punto fue reducto fusilero durante las Carlistadas y después «Cementerio Viejo», clausurado en 1900. Con ese historial difícilmente puede confirmarse nada.

Era tal la importancia de esta judería que de ellas dependían otras más pequeñas:  Ampuero (Cantabria) 1379 , el judío Santo Haín compraba, en nombre de los Velasco, una herrería y un molino en el valle del mismo nombre. A fines del siglo XV el comercio desde los Llanos de Castilla hacia los puertos del norte, a través de Ampuero, debía ser activo. Los mulateros se quejaron ante el Consejo Real de intentar el pueblo cobrarles peaje, cosa prohibida por pertenecer también a la Merindad de Castilla la Vieja.
Arroyuelo: Lugar del señorío del monasterio benedictino de Oña, a pesar de lo cual su aljama contribuyó con la de Medina. Cierto judío llamado Hosua de Arroyuelo figura como procurador ante el Condestable.
Espinosa de los Monteros: Una ley de las cortes de Burgos de 1379 prohibía cualquier percepción extraordinaria de los judíos «salvo que los judíos del lugar donde nos llegaremos que den a los monteros de Espinosa doce maravedís cada Torá, y que quienes que guarden los judíos que no reciban mal ni daño ni desaguisado». El privilegio sería renovado en adelante hasta que de nuevo lo hicieron los Reyes Católicos en 1477. Los mismos reyes extendían diez años después una carta de seguro a favor del judío medinés Santo Maña, amparándole contra los atropellos del alcalde de Espinosa que «le dio de palos e le arrastro por los cabellos e le dio de puñadas e con el pomo de su espada le dio ciertos golpes en la cabeza e en el rostro del e diz que llego dello a punto de muerte».