Notas sobre la que un día fue la sinagoga más grande del mundo.
El 12 de diciembre de 1670, la comunidad sefardí de Amsterdam es ya lo suficientemente numerosa y próspera como para poder comprar un solar sobre el cual el 17 de abril de 1671 empezar a construir una sinagoga que estuviera a la altura de las circunstancias. El dos de agosto de 1675, que era ni más ni menos que 10 de Av de 5435, el arquitecto Elias Bouman, inspirándose en el Templo de Jerusalén, daría por finalizada la construcción de lo que ellos llamaban, en judo-español, la esnoga.
La inscripción sobre la entrada principal es un versículo del Salmo 5,
«En la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa».
El letrero también indica el número «1672», el año en que se pretendía terminar el edificio, y el apellido de «Aboab», el nombre del rabino principal que inició el proyecto de construcción. Era, entonces, la sinagoga más grande del mundo. Y la más imitada: El diseño y la distribución espacial han servido como ejemplo para la sinagoga Mikvé Israel-Emanuel en Willemstad, Curazao, y la sinagoga Tzedek ve-Shalom, en Paramaribo.
La ceremonia de dedicación, siguiendo a la del Templo de Jerusalén, duró ocho días.
El ya mencionado arquitecto Elias Bouman basó su proyecto arquitectónico basándose en una maqueta de madera que existía en Amsterdam para representar el Templo de Jerusalén; esta obra, de 1641 y del rabino Yaakov Yehudá de Leon, siguiendo la reconstrucción queprimeramente hicieran dos jesuitas españoles, Juan Bautista Villalpando y Hieronymo Prado. Una réplica del modelo se exhibe hoy en el Museo Bíblico. R. Yehudá de León publicó una extensa descripción de su modelo de templo bajo el título «Imagen del templo Salomón». El libro ha sido traducido a muchos idiomas, incluidos alemán, inglés, español, hebreo y latín.
La sinagoga carece de instalación eléctrica. Cuando procede, se encienden 100o velas sobre cuatro grandes candelabros. La luz de estas velas reverberan juntas sobre las 72 ventanas que existen en el edificio. Durante la renovación de 1955-1959, el antiguo auditorio del seminario rabínico de Etz Jaím fue rediseñado como una sinagoga de invierno; se agregó allí calefacción central e iluminación eléctrica. Los bancos fueron tomados de una sinagoga originalmente construida en 1639 y su Hejal data de 1744. El arca está hecha de una pieza sólida de madera de jacarandá de Brasil.
La Galería de Mujeres está sostenida por doce columnas de piedra, cada una de las cuales representa una de las Doce Tribus de Israel.
Las ventanas rectangulares de hierro fundido, instaladas en 1853, fueron sustituidas en 1993, ya que las grandes ventanas arqueadas, compuestas por cuatro elementos separados, habían sido aplastadas por el óxido. Hoy han sido sustituidas por acero inoxidable. Se limpió todo el mobiliario, incluido el hejal y la tebá, las paredes exteriores, así como las vallas circundantes. La restauración costó aproximadamente 8,5 millones de florines. El gobierno pagó aproximadamente 3,8 millones de florines, mientras que el resto fue recaudado por la Fundación Amigos de la Sinagoga Portuguesa Israelita y por instituciones privadas. Una nueva restauración comenzó en enero de 2010 para hacer que el Esnoga sea más accesible a un público más amplio. El 20 de diciembre de 2011, la reina Beatriz asistió a la reapertura tras la reforma.
La sinagoga portuguesa posee una de las bibliotecas judías más antiguas del mundo, llena de textos originales y raros de suma importancia para la investigación académica y rabínica. Fue fundada en 1616 y se encuentra en el complejo histórico de la comunidad judía portuguesa de Amsterdam desde 1675. En 1889 la biblioteca privada del entonces bibliotecario David Montezinos fue donada a la comunidad de Ets Haim y la biblioteca se conoce desde entonces como Ets Haim/ Librería Montezinos. En 1940, los contenidos de la biblioteca fueron enviados a Alemania por los nazis pro los libros fueron devueltos a los Países Bajos después de la guerra; los libros fueron enviados a Israel en 1979 y devueltos a Amsterdam en 2000. En 2014, en asociación con la Biblioteca Nacional de Israel, la mayoría de los manuscritos fueron digitalizados, haciendo que el catálogo esté disponible en línea y de forma gratuita.