LA VIDA JUDÍA EN ERETZ ISRAEL TRAS LAS CRUZADAS

Notas sobre cómo se va re-construyendo la vida judía en Sión después de siglos sin poder retornar al punto de salida.


 Entre los años 1096 y 1291, la tierra de Israel fue ocupada por nobles y monarcas europeos, creando el Reino Cristiano de Jerusalén. Durante esta etapa de la Historia de Eretz-Israel -conocida popularmente como la de Las Cruzadas-  judíos y musulmanes fueron perseguidos con saña, no sólo en Tierra Santa y lo que hoy es Siria,  sino  ya durante los mismos viajes de los cruzados hacia Levante. No era buen tiempo para instalarse en Jerusalén. Benjamín de Tudela (1130-1173) dejó escrito que, en las ruinas de la Ciudad de David había unos doscientos judíos, dedicados al monopolio de la tintorería. Ha´Rambám intentó vivir en Eretz-Israel a fines del S XII, pero tuvo que dar la vuelta e instalarse en Egipto. Ha´Rambán, en 1267, llegó a Jerusalén, que por ser inhabitable tuvo que abandonar por Acre, donde murió tres años después. Todo viajes circunstanciales, tentativas frustradas por la coyuntura política. Pero aun así, a mediados del S XIV, con el aumento del antisemitismo europeo por la peste negra y la creencia de que en 1358 llegaría Ha´Mesiaj, algunos sabios hispano-hebreos se lanzaron a la aventura de retornar a Sión.

En el S XV,  la situación era tan en contra de los judíos que el papa Martín V, para solocionar problemas entre los judíos de Jerusalén y los cristianos por el edificio que unos creen el Santo Cenáculo y otros la Tumba del Rey David, decretó en 1427 prohibido llevar a bordo de las naos venecianas y genovesas pasaje judío hacia Palestina. Estuvo vigente hasta 1467. Pero la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, el fin del Imperio Romano de Oriente, provocó movimientos migratorios judíos por vía terrestre, incluso desde Askenaz.

Jerusalén era insegura: no había murallas en pie y estaba acosada por bandas de mamelucos dedicados al bandolerismo. La destrucción en 1474 de la sinagoga del Rambán había hundido  a la comunidad, pues había que  reconstruirla mediante préstamos de la iglesia ortodoxa. Pero en 1480, habiéndose ido muchos judíos de Jerusalén, las autoridades otomanas decretaron una exención de impuestos a los judíos y muchos judíos decidieron llegar a Ertz-israel aun antes de que se iniciara la etapa del mandato otomano. Ovadia de Bartinora, que llegó en 1488 a Jerusalén, dijo que apenas serían una 7o casas entre las de los judíos. Y todas ellas pobres. Incluso las de los karaítas.

Para 1508, los sefardíes ya eran mayoría en Tsfat. Algunos serían sefardíes refugiados por el Imperio Otomano, pero otros eran sefardíes que llegaron  por el Magreb y se asentaron en La Galilea  con la ayuda del naguid de la comunidad de El Cairo, Yitsjak Shulal (Jerusalén en esa época seguía teniendo su naguid en El Cairo, como en la época mameluca) El gerente que dirigió la creación de esa comunidad fue r Yosef Saragossi, que obviamente era de Aragón. En el plano espiritual será r Yosef Caro con la publicación del Shulján Aruj, guía halájica que inaugura la era rabínica de los Rishoním. Algunos de estos tsfatíes de origen sefardí intentarán recuperar la comunidad hierosolomitana, pero acaban claudicando ante lo altos que eran los impuestos otomanos para residir en Sión. Y aún estaba por venir lo peor: el S XVII.

Bibliografía:

  •  Y. Ben Tzci, «El yhishuv palestino del Imperio Otomano», Jerusalén, 1968 (hebreo)
  • Y. Hacker, «Lazos de los judíos de España con Palestina y las oleadas migratorias entre 1391 y 1492», Shalem, 1984 (hebreo)