LOS CONVERSOS QUE FUERON MARQUESES

Historia del linaje de los Da Silva Solís,  conversos portugueses retornados al judaísmo que, por el camino, se hicieron con un marquesado.


En la pequeña población de Alter do Chao, en la comarca del Alentejo, junto a la llamada Raya de Portugal con España, se asentaron muchas familias hispano-hebreas cuando el desastre de 1492.  Cuando el rey de Portugal decide instaurar el tribunal de la Inquisición, se provoca en estas familias judías una gran oleada de conversiones al cristianismo, que adoptan nombres y apellidos no hebreos. Es el caso de la familia Da Silva.

Diogo Pinto da Silva nació hacia 1570 en Lisboa, pues sus padres, Duarte y Beatriz habían abandonado el campo por la ciudad. Diogo casó con Catalina Henriques, medio hermana de Isabel de Solís. El matrimonio tuvo cuatro hijos; el primogénito, Duarte, se convirtió  en uno de los comerciantes portugueses más opulentos  e internacionales de su época: era dueño absoluto de varias agencias en Amberes, Rouen, Roma, Venecia, Londres y Livorno. Importaba desde América mercancías a amplia escala, que vendía por toda la vieja Europa. Además, mantenía estrechas relaciones con la corte portuguesa, a la que prestó grandes sumas de dinero par sufragar campañas de todo tipo. Por ejemplo, cuando Portugal mantuvo el conflicto bélico contra Holanda en el Brasil, Diego da Silva proporcionó  a la Corona portuguesa numerosos barcos, llenos de víveres y municiones, contribuyendo así a la victoria lusa y la estampida de los judíos de Recife, en Pernambuco (antaño hsipano-lusos refugiados de las inquisiciones en Amsterdam y emigrados a Brasil)

Por supuesto, tenía enemigos y detractores. En muchas ocasiones, lo habían denunciado a la Inquisición como judaizante, pero por alguna razón nunca se le abrió proceso alguno. En 1647, sin embargo,  fue  implicado en las confesiones de los hijos de su pariente, Brites Henriques, que fue martirizado en ese año. La noticia de su inminente arresto por parte de los inquisidores alcanzó sus oídos, pero él logró mantenerse escondido hasta que pudiera poner sus asuntos en orden.  La noticia de su arresto causó una gran conmoción en Lisboa.  En Amsterdam, el tráfico comercial con  Lisboa se desplomó en un 5%.

El juicio se prolongó durante cinco años. El primero de diciembre de 1652,  en el mismo auto-da-fè en el que Manuel Fernández Villareal perdió su vida, Duarte da Silva apareció como un penitente; pero no quemado ni nada parecido, parece ser por intervención de sus contactos en la corte portuguesa.

A pesar del golpe recibido, en poco tiempo recuperó su posición en el mundo de los negocios. Cuando en 1662 Catalina de Braganza fue a Inglaterra como prometida de Carlos II, ésta  llevó consigo a Duarte da Silva, pues era el más indicado para administrar su dote. Desde Inglaterra, donde no sería apresado por la Inquisición, manifestó estar dispuesto a actuar y pagar las mejoras de los neocristianos portugueses.  Pero sin embargo, no podía renegar de su conversión forzada y retornar al judaísmo, a pesar de que ya desde 1656 era legal ser judío en Inglaterra. Ya mayor, se retiró a Amberes, donde murió en 1688. Alav ha´Shalóm.

Sus hijos, sin embargo, sí que sintieron la necesidad de retornar al judaísmo. Uno de ellos, Diogo, fue a Hamburgo, donde asumió el nombre de Isaac da Silva Solis; se convirtió en un pilar fundamental de la comunidad sefardí de esta ciudad, hasta el punto de que quería abrir en su propia casa una sinagoga. No pudo ser por la mera razón de que había al lado una iglesia y los burgueses de Hamburgo no estaban preparados para ello.

Su hermano Francisco,  que se había reconciliado en el auto del 1 de diciembre de 1652, y acompañó a su padre a Londres, estaba destinado a una carrera más refulgente. Se convirtió en un caballero de la Orden Militar de Cristo, así como al Consejero y Tesorero General de la Reina Catalina. En los Países Bajos, entró en el servicio de la monarquía hispánica. En recompensa por sus servicios,  el emperador lo ennobleció con la dignidad de Marqués de Montfort. Su hijo, Fernando, el segundo marqués, regresó públicamente al judaísmo, adoptando el nombre de su tío :  Isaac da Silva Solis.

En próximos artículos trataremos la rama familiar emigrada a los Estados Unidos.

Bibliografía:

Roth, Cecil. «A History of the Marranos» , Jewish Publication Society of America, 1959.