DIEGO HENRIQUEZ BASURTO

 Nota biográfica de un autor barroco y cripto-judío que no tenía buenas migas con otro de su misma condición.


Los avatares de los cripto-judíos hispánicos en aquella España mal llamada del Siglo de Oro fueron muchos;  pero de entre todos, destacan  los comandos inquisitoriales de los «familiares» y los LOS LINAJUDOS , los cuales tenían a la Inquisición bien atareada  con dos labores : sus pesquisas neurasténicas de índole piómana y , por otro lado, haciendo que  personas de mucho valor para el Imperio , en vez de continuar aportando a éste,  huyeran principalmente a los  Países Bajos ( donde se les grantizaba la libertad religiosa)

 Uno de tantísimo fue  Francisco de Mora ,  que en 1592 fue quemado vivo por la Inquisición en Cuenca. Su hijo, el cripto-judío Diego Henríquez, nacido en Quintanar de la Orden (Toledo) era mercader de paños; pues bien, en 1624,  sufrió una confiscación de bienes por parte de las autoridades inquisitoriales. Por ese entonces, su hijo, Antonio Henríquez, ya de 24 años, había escapado de Sevilla -donde estaba viviendo con un tío suyo que tuvo que huir de la Inquisición refugiándose en Burdeos- y vivía en Madrid, con su esposa, Isabel Basurto, y sus hijos, Catalina, Leonor y Diego. Antonio se dedicaba a las bellas letras, a la composición de tragicomedias en el círculo literario del delator de la Inquisición -familiar- Lope de Vega, y en un momento dado, entre 1643 y 1647,  escribe La Inquisición de Lucifer, texto abiertamente hostil al Santo Oficio. En 1636 se vió obligado a huir de Madrid y refugiarse en casa de su tío en Burdeos. Luego, el tío, marchó para Livorno, y el hijo de Antonio, Diego, con su primo, se marcharon a Ruán, donde entonces florecía no pequeña comunidad judía llena de sefardíes. La biografía de este dramaturgo la realizó el hispanista francés especializado en cripto-judaísmo, el dr.  Israel R. Revah (fallecido en 1973)

 Diego Henriquez Basurto también se dedicó a la literatura. Su obra más conocida es «El triunfo de la virtud y  paciencia  de Job», que dedicó a Ana de Austria , infanta de España, pues era hija de Felipe III y reina de Francia y Navarra por matrimonio con Luis XIV, El Rey Sol. el motivo de estas altas dedicatorias no era otro que ganarse el favor de la persona a la cual se le hacía la dedicatoria.

 El también poeta cripto-judío  MIGUEL DE BARRIOS , retornado al judaísmo en Amsterdam, en su obra  «El Coro de las Musas» le dedica una aceradísima sátira, tratándole ya en la dedicatoria ni más ni menos que  de «poeta de mentira , falso astrólogo y vecino de Sodoma.»

Miguel de Barrios comienza esa  sátira dando el motivo de la misma:

» A las Musas me quejo de este puto loco porque intenta matarme con mal de ojo» Luego pasa a describir su aspecto descuidado, que resumido nos da esta retrato tenía » (…) una nariz ancha, que nunca estaba limpia; ojos pequeños,  hundidos, escondidos detrás de un gran par de anteojos; y una boca comparable a un molino: en constante movimiento. Era bajo y robusto; vestía muy descuidadamente, y siempre llevaba un bastón. . «