Notas sobre una gran judería tarraconense muy privilegiada por distintos reyes de la Corona de Aragón-
En la comarca de Barberá -donde confluyen las provincias de Lérida, Tarragona y Barcelona- se levanta la encantadora villa ducal de Montblanch. A partir del s XII, las taifas de Tortosa y Lérida, conquistadas por el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV -La Cataluña Nueva- fueron repobladas fomentando el asentamiento con exención de impuestos; Luego, Alfonso II de Aragón, ante las continuas inundaciones, así como la necesidad geoéstratégica de levantar una fortificación en el camino de Lérida a Tarragona, traslada la población a un pequeño monte cerca de allí y otorga una nueva carta de población a Pere Berenguer de Vilafranca. Así nació Montblanch en el mes de febrero de 1163. La villa creció mucho y rápido, llegando a ser, en el S XV, la séptima ciudad de Cataluña en tamaño, de gran peso económico, con instituciones importantes en espectaculares edificios y siendo sedes de varias cortes. La Judería de Montblanch fue uno de los principales barrios judíos de la Corona de Aragón durante la Edad Media. Hoy , su barrio antiguo, está declarado como Conjunto Histórico-Artístico.
La más antigua noticia documental que la historiografía ha encontrado hasta hoy sobre la llegada de los judíos a esta localidad es la mención de un tal Salomó , dedicado a la medicina, en el segundo cuarto del s XIII; también hacía de procurador para saldar deudas pendientes que los cristianos y mozárabes tenían con los prestamistas judíos.
Los judíos de esta villad ducal vivián intramuros, y como el resto de juderías en la Península Ibérica, junto a l protector castillo; es decir, hoy, en los alrededores de la actual Plaza de los Ángeles y de la llamada Calle de los Judíos, en donde se conserva uno de los arcos que daban entrada y salidad a la judería. Dados los beneficios que los judíos reportaban a la villa, los reyes de la Corona de Aragón les ofrecían privilegios, aunque también les obligaban a contribuir con impuestos. Por ejemplo, Jaime I El Conquistador, en 1268, con dineros de los trabajos de los judíos de Montblanch sufragó una gran parte de los gastos de la guerra contra Roger Bernardo II de Foix. Pero cuatro años antes, el mismo rey puso como bayle (gobernador) del castillo de Montblanch a uno de sus más notorios funcionarios reales, Benveniste Sa Porta.
Hacia 1298, el rey Jaime I de Aragón les concedió el derecho a amurallar la judería -lo que evidencia hasta qué grado podían subir las tensiones contra los judíos- y entonces se construyeron tres portales de acceso:
El que era el principal, el del Oeste, daba acceso directo al centro de Montblanch y permitía la incorporación al Camino Real que cruzaba la villa (a la altura de los actuales Quatre Cantons). Despuñes estaba El portal del Norte, situado cerca de la iglesia de San Miguel. Y por último, El portal del Este, que permitía el acceso a la muralla y al exterior de la villa, actualmente en la confluencia de las calles de San José y de Forn.
Al final de la Calle de los Judíos se conserva un palacete del S XV, propiedad de un rico mercader judío, que hoy es un restaurante.
La necesidad de amurallar la judería montblanquina nacíó de varios hechos funestos, como por ejemplo la destrucción de una de las dos sinagogas que había en 1311 -el nefasto s XIV y su crisis general ya despertaba aquí de esta manera. Al año siguiente, el arzobispo de la diócesis de Tarragona, Guillem de Rocaberti , abrió contra estos judíos un proceso inquisitorial por intentar retronar a un converso que tuvo que detener Jaime II. este rey fue el que en dos ocasiones dio el privilegio de tener carnicería propia, en 1305 y en 1321. Hasta ese entonces los judíos montblanquinos estaban obligados a comprar la carne a un tal Bertrand de Jorba -judeoconverso detestado y que no consideraban kasher- según estatuto de Blanca d´Anjou, que Jaime II , su marido, revocó tras insistir los judíos a la reina Blanca . El rey indemnizó a Bertrand con una fuerte suma de sueldos y así los judíos de Montblanch pudieron tener su propia carnicería kasher. También tenían sus baños propios desde 1303.
En el fatídico año de 1348, el año de la peste negra en Europa, los habitantes de esta judería, como las de tantas otras, fueron acusados por los cristianos de propagar a drede la pandemia. Y todavía estaba por venir la matanza generalizada de 1391 , que regó de sangre hebrea y conversos atemorizados desde Sevilla a Barcelona. María de Luna, reina consorte de Martín el Humano, mandó prender a los rebeldes que molestaban a los judíos montblanquinos, pero lo cierto es que esta aljama a partir de este momento va a ir viendo su propio declive. Algunos de sus moradores se fueron a vivir a la isla de Formentera, en el Reino de Mallorca, donde ya había habido movimiento migratorio siglos atrás. Otros se convirtieron: Vidal Cap pasó a llamarse Luis de Mur, Astruc de Nan pasó a ser Bernat Marzal, y David Cohen, Francisco de Vilanova. Dos médicos de la familia Brunell se resistieron a abjurar de la fe mosaica.
Con Martín El Humano, del cual los judíos de Montblanch era vasallos, no se puede decir que vivieran mal, pero es en esta época , a petición del predicador Guillermo de Tous se abrió un proceso contra el judío Vidal Brunell por tener en su casa un libro de Maimónides, o Moshé de Egipto, como se le conocía en aquel entonces. La enorme multa impuesta la tuvo que pagar la comunidad judía.
Bibliografía: El Call jueu de Montblanc (ss. XIII-XV) , Jaume Felip Sánchez , 2016