LOS JUDÍOS DE MURCIA

Historia de los judíos en el Reino de Murcia desde sus orígenes hasta la expulsión.


Entre 1243 y 1266 -pleno reinado de Alfonso X El Sabio- la taifa de Murcia  fue paulatinamente re-integrada al Reino  de Castilla y León; carecemos de fuentes bibliográficas sobre los judíos murcianos bajo dominio musulmán, pero eso no significa que, aun exigua,  no haya existido tal comunidad , pues antes que mora Murcia fue bizantina,  visigoda y romana . De hecho, M. Terencio Varrón, en el S. I aec,  ya nombra a Murcia, diciendo que su nombre se debe a estar plagada de mirto. (Murcia < Murtia< Myrtea ) Y antes que eso, cartaginesa e ibera, épocas en las que debieron llegar por primera vez judíos a estas tierras, aunque no fuero sino de forma eventual. O quién sabe.

La primera prueba documental de población judía en Murcia aparece en la segunda mitad del S XIII,   gracias a Alfonso X, que ordena en sus fueros y entre otras cosas,  el lugar para la judería y su cementerio.  (Así lo atestigua el mayor conocedor de la judería murciana, el medievalista Juan Torres Fontes, miembro de la Real Academia de la Historia  y archivero municipal. ) De esta misma época es una responsa del rabino de Barcelona, Shlomo ibn Aderet, que explica a los judíos murcianos que se puede comerciar con animales impuros para manufacturar pieles pero que no se puede comerciar con ellos si es para consumo alimenticio. También hay responsas sobre otros temas e incluso se sabe que el rabino de Murcia estaba en contacto con Tiamcém, en la costa de lo que hoy es Argelia, a donde viajó.

Pero para entender quiénes fueron esos judíos hay que profundizar un poco más en los hechos históricos de ese momento: en 1264, los musulmanes en tierras cristianas, los mudéjares, iniciaron una gran revuelta contra Castilla.   Violante de Aragón, esposa de Alfonso X, pidió ayuda a su padre, Jaime I,  que sofocara la revuelta (ya que Alfonso estaba ocupado  en la reconquista de otras plazas andaluzas) ; Jaime I de Aragón no dudó en atender la petición de su hija, la reina de Castilla; para ello, se apoyó en dos judíos de la corona aragonesa : la campaña   fue sufragada por los dineros de  Juda de la Cavallería y por la actividad diplomática de Astruc Bonsenyor. No obstante Jaime I devuelve el reino de Murcia a Alfonso X. Con los repartimientos de este monarca, se repuebla Murcia con judíos atraídos desde Toledo con medidas que el rey decreta: exenciones de impuestos e incluso conmutación de antecedentes penales. La inestabilidad del lugar por la cercanía a la Granada musulmana y los enfrentamientos entre castellanos y aragoneses -Castilla quería una salida al Mediterráneo- no hacían atractiva la zona y había que incentivar su repoblación. Por su parte,  la Corona de Aragón quería seguir expandiéndose por la Península Ibérica y en 1296, Jaime II de Aragón ve la oportunidad para ello: Alfonso de la Cerda, alias El Desheredado, nieto de Alfonso X, pretende el trono que va a ocupar Fernando IV; para conseguir el trono,  ofrece  a Jaime II de Aragón el reino de Murcia y Jaime II lo conquista en 1296 con ayuda de los abundantes aragoneses que viven en Murcia desde  1266, judíos que han repoblado el reino de Murcia también desde Aragón.  En 1304, Castilla y Aragón firman el tratado de paz  de Torrellas  Toda la población será grandemente mermada con la epidemia de peste de principios del S XIV.

Reinando Pedro I de Castilla -para unos El Cruel y para otros el Justiciero- encontramos la figura de Yosef ibn Yehosúa ben Vivas Ha´Lorkí (el de Lorca) traductor de al menos dos libros de  Avicena al hebreo, así como uno sobre lógica de Maimónides, y autor de una obra científica que dedicó a su maestro barcelonés, Yosef ben Shalom Askenazi. Su hijo, Yoshúa ben Vivas Ha´Lorkí, ya nacido en Alcañiz (Aragón) se convirtió al cristianismo con el nombre de Jerónimo de Sta. Fe , el cual tras escribir una obra contra El Talmud, fue nombrado defensor del cristianismo en la Disputa de Tortosa.

Si bien el papel intelectual de la judería murciana no es destacable, sí lo es el papel comercial. En su mejor momento habrían llegado a ser unos dos mil hogares, el 20 % de la totalidad de los murcianos de entonces.

En tiempos de Alfonso X, todos ellos van a habitar la zona aledaña a la Puerta de Orihuela, pero también habitaban otras localidades , como Elche, hoy en la Comunidad Valenciana. Y Lorca, donde en 1267, el maestre de la Orden de Santiago concedió el arrendamiento de la plaza a tres judíos, D. Bono, D. Jacobo y D. Samuel. En el fuero alfonsino a los de Lorca se especificó que ningún judío tuviera autoridad alguna sobre cristianos, excepto el almojarife real  (el recaudador de impuestos) Y a los de Alicante, hoy también en Valencia, les obliga a no poder juzgar pleitos por la jurisdicción de La Torá, sino por la de los jueces cristianos.

En tiempos de Sancho IV (1284-1295) el almojarife era Moshé ibn Turiel (Aventuriel) , uno de los toledanos que pasaron al reino de Murcia. También lo fue reinando su sucesor , Fernando IV. También de origen toledano fue Moshé Aburdaham, hijo de David ben Shlomo, que construyó una sinagoga en la ciudad, pero no sabemos dónde.

Entrada de Jaime I en Murcia

Durante el mandato aragonés de Jaime II, sereguló el préstamo, que no podía sobrepasar 4 dineros por libra, so pena de embargo de bienes, y a Isaac Vidal , de Elche, se le permitió ir con toda su hacienda a Murcia.

Reinando Fernando IV encontramos que , en  1307 , se asignó la jurisdicción de los musulmanes de Murcia a Don Isaac ibn Yaish, almojarife de la reina regente, María de Molina; fue  el último judío que habría desempeñado tales funciones.

Alfonso XI (1312-1350) tuvo como médico a Samuel ibn Waqar, y además su almojrife hasta al menos 1335. Con la epidemia de la peste, en varias oleadas desde 1348, morirán también Murcia muchos judíos. En la epidemia de 1396, 450 judíos, y hay una carta del rey prohibiendo el saqueo de las casas de los difuntos.

Bajo el reinado de Pedro I de Castilla (1350-1369) los hijos del anteriormente mencionado Moshé Aventuriel pasan a tener mucha relevancia en la administración murciana.  Aventuriel tuvo al menos cuatro hijos: Jaím, Zag, Yosef y Suleyman. Jaím, junto al escribano real Shamuel Halevy, y un tal Yusuf Axaques, será nombrado arrendatario de parte de los almojarifazgos murcianos. La otra parte, 3/4 de ellos, son para Meir Aventuriel, hijo de Zag, es decir, el nieto de Moshé, y dos hijos de este Yosef y Suleyman.  Los Aventuriel figuran aún como arrendatarios reales en tiempos de Enrique II (1366-1367) , por ejemplo, el hijo de Meir, Suleymán, o David Aventuriel. Sind uda alguna la familia más aristocrática de la judería en aquellos tiempos. Despuésd e 1378 no aparece ya ningún judío ocupando estos cargos.

  Judíos de los que nos queda constancia son , por ejemplo,  de David Abenacox, traductor de las cartas de los moros de Granada. En 1403 , se quejó al concejo de que hacía 18 años que no recibía el sueldo acordado por su labor de trujumán: 400 maravedíes anuales. También conocemos a Yamila , viuda de Yosef, que era cirujana, como su difunto. Para esta época hay registro de 56 menestrales -oficios manuales- en la judería. Algunos van a permanecer hasta 1490, como la imprenta de libros hebreos de Salomón ben Maimon Zalmati . Todos ellos alrededor de la actual plaza Sardoy, en el barrio de Santa Eulalia.

Otra de las juderías murcianas con relevancia -la segunda en tamaño- fue la de Lorca, ya nombrada en los libros de repartimiento de Alfonso X cuando menciona al yerno de Moshé Aventuriel , Moshé Abendaño. Parece ser que la judería lorquina quedó a salvo de las matanzas antisemitas de 1391 por estar muy cercana a la nobleza -la familia Fajardo, sobre todo- la cual  pone en manos de un judío, Jose Rufo, la seguridad del castillo de Lorca. Actualmente se puede visitar los restos de lo que fue la sinagoga y los trabajos arqueológicos de toda la judería no han concluido aún. En 2013 fue visitada por el Rishon Le´Tzión r Moshé Amar-

Tras las prédicas inflamadas de S Vicente Ferrer , las matanzas de 1391 y otras razones, fueron muchos los judíos que decidieron convertirse al cristianismo. El Tribunal de la Inqusición ejecutó su vergonzoso acoso judicial por  primera vez en Murcia en el año de  1486, tras la denuncia de un comerciante genovés , Baltasar Rey, contra  otro comerciante que le hacía la competencia. En 1490 Lope Alfonso de Lorca, cristiano nuevo, de alta alcurnia, fue declarado hereje, pero recobró su estado por bula papal. Fue quien se encargaría, irónica y tristemente, de la expulsión de los judíos de Murcia.

En Murcia  se calcula que en 1492 fueron expulsadas unas 150 familias. . Los judíos de Mula (6 familias) y Lorca (25 familias) optaron,  casi todos,  por la conversión al cristianismo; en Cartagena fueron expulsadas 7 familias. Unas cautrocientas personas que zarparon,  entre llantos e incertidumbre,  desde el puerto de Cartagena, dejando tras de sí a sus muertos en sus cementerios,  repartidos por los Reyes Católicos a las monjas del convento de  Santa Clara.