
El archipiélago portugués que desarrolló una comunidad judía basada en la inmigración sefardí de Marruecos.
La comunidad judía del archipiélago de las Azores comienza su andadura de dos formas: una, no documentada, pero previsible, formada por cripto-judíos de los que no nos queda huella, y otra, bien documentada, pero ya inexistente, formada por sefardíes de Marruecos en la primera década del S XIX. En ese momento se relaja la presión eclesiástica en Portugal, además de la inquisitorial, y en Marruecos comienza a haber disturbios ; alrededor del 1807, el sultán Suleimán obligó a los judíos de las ciudades de la región costera a mudarse a melajs -guetos magrebíes situados en Rabat, Salé, Mogador, y Tetuán. localidad , donde se utilizó la palabra española «judería» en vez de melaj (que refiere a la sal que se vendía en sus mercados, entonces bien preciado por conservar alimentos.) Muchos judíos se temieron lo peor y abandonaron Marruecos para asentarse en las Azores, a 1400 kms de Lisboa, la metrópoli que asediaba la costa atlántica de Marruecos desde el S XV. En 1820 estalló en Portugal una guerra civil entre liberales y absolutistas, ganando los primeros, lo que conllevó la pérdida de poder eclesiástico con especial incidencia en el desarrollo de las Azores.
Azores no tiene nada que ver con el plural del ave rapaz conocida como Azor (Cuidado con las etimologías populares, acientíficas) Azores tiene más que ver con el apellido, tan sefardí como magrebí, de los Azulai. No porque esta familia esté especialmente ligada al archipiélago sino por que en la Edad Media, desde lontananza, la peculiar vegetación isleña producía una ilusión óptica de color azul en los navegantes genoveses, que en zenense, el dialecto ligur de los genoveses, tienen el término azzure para denominar lo azul, razón por la cual en español es azul y no blue, bleu o como en valenciano, blau.
Sa´ar Ha´Shamáim , la Puerta de los Cielos , fue el nombre que dieron a una de las sinagogas fundadas en ese primer cuarto de siglo en las Azores, concretamente en la isla de S. Miguel. Es la sinagoga más antigua de Portugal y fue fundada por una de aquellas familias judías de Marruecos: los Bensaude.
Esta familia comenzó su espectacular prosperidad exportando naranjas a la poco agrícola Inglaterra, donde para esa época ya había una relevante comunidad de sefardíes holandeses, portugueses y españoles. Segú la mayor historiadora de las Azores, Maria de Fátima Silva de Sequeira Dias, cuya tesis doctoral al respecto recibió premios, «Uma estratégia de sucesso numa economia periférica. A casa Bensaude e os Açores 1800-1873, el influjo de esta dinastía cambió la cara a las Azores.-
Los Bensaude tenían en sus manos el no desdeñable poder de conectar Inglaterra, Brasil y Terranova con las Azores, dice.
«Cuando se incorporaron al negocio de letras de cambio, ese fue el comienzo de la banca en las Azores».
Todavía hoy siguen siendo, por así decirlo, los oligarcas de la isla, que el visitante recibe ya desde el mero hecho de que la probable cadena hotelera que les acoja sea la suya. Desarrollaron no sólo el asunto de las importaciones con buenas condiciones pero también hay que decir que el nazismo les asustó tanto que se convirtieron en masa tras la Segunda Guerra. El último de ellos que murió como judío fue Vasco Bensaude.
Junto a esta familia también llegaron desde Marruecos los Bohbot, que presidió la comunidad porque era quien más sabía sobre judaísmo entre ellos….
Benarus, Levy, Zagory y Besabat.
Sa´ar ha Samáim permaneció cerrada por más de cincuenta años y volvió a abrirse en 2009 para eventualmente ofrecer vistas sabática. Los servicios sinagogales ya no se llevan a cabo. y la propiedad del edificio reside en la comunidad judía de Lisboa. la sinagoga está en un edificio difícilmente identificable como tal, en un segundo piso en que se conservan algunos objetos de adoración, especialmente una silla de circuncisión de 1819, candelabros y diversos documentos históricos en hebreo.
Además de esta sinagoga, queda el cementerio judío de Santa Clara, también en Ponta Delgada, desde 1834, y el Cementerio en Angra do Heroismo desde 1832.
En 2010 se encontraron objetos de culto, manuscritos y documentos impresos que constituyen una valiosa colección de la historia de la comunidad.